radiouniversidad.com.ar

El presidente de la cámara de taxis de Río Grande reclamó un aumento de tarifas, para compensar la pérdida de poder adquisitivo por inflación, además de la baja en la actividad. Estimó en un 40% la reducción de pasajeros en los últimos dos años, por los empleos caídos y también por la cantidad de jóvenes que tienen su propio vehículo. Se mostraron dispuestos a analizar la posibilidad de incorporar los remises, que hoy son una “competencia desleal”, dijo.

Río Grande.- Oscar Villafañe, presidente de CATARG –cámara de taxis de Río Grande-, expuso la situación del sector en una entrevista por Radio Universidad, dado que vienen reclamando un aumento de las tarifas y dependen de la aprobación del Concejo Deliberante.
La Cámara nuclea a 64 de las 215 unidades habilitadas como taxi y desde abril del año pasado no hay un ajuste. Cuando se aumentó, “quedamos con los concejales en juntarnos en julio o agosto de 2014 para analizar los costos de vida y aumentar en agosto. No lo hicimos tratando de aguantar y porque el trabajo estaba bajo”, sostuvo.
Todavía mantienen una bajada de bandera a 11 pesos, y la ficha a un peso; mientras que en Ushuaia se actualizó a 15 pesos la bajada. El valor que se reclama en Río Grande es similar, con una ficha a 1,30 pesos, aunque esperan “consensuar el monto”.
La decisión pasa por el Municipio porque “somos un servicio público y tenemos que pasar una nota al Concejo Deliberante, y cuando sesionan lo votan”, dijo, dado que sin ese aval del deliberativo no pueden aumentar.
“Generalmente tenemos que ir por cada uno de los bloques tratando de consensuar, y es bastante engorroso”, sostuvo, y agregó que una vez que se vota, se gira al Ejecutivo, que tiene diez o quince días para ratificar.
Con los remises el trámite es más sencillo, porque “van directamente al Ejecutivo y pueden cobrar desde el momento que presentan la nota”, afirmó.

Ordenanza incumplida

Los taxistas reclaman además que se cumplan las normas vigentes, porque “el remise es un servicio de puerta a puerta y así lo dice la ordenanza. Estamos viendo un trabajo desleal, porque el remise va por la calle y para, si un ciudadano levanta la mano. Aparte de eso, está el tema de las tarifas, porque esperan el aumento de taxis y después piden el aumento, donde le ponen una moneda menos”.
A diferencia de otras localidades, en Río Grande el remise resulta más barato que el taxi, y los costos también son menores. “Nosotros tenemos que blanquear nuestros choferes y el remise no, porque no lo verifican. A nosotros siempre nos sale más caro”, aseguró Villafañe.
“Por eso pedimos al Municipio que haga cumplir las ordenanzas, es el punto principal, para evitar problemas en la calle, porque puede pasar a mayores”, advirtió sobre posibles enfrentamientos, dado que “el trabajo está bajo, y se complica”.

Unificación

Consultado sobre la posibilidad de unificar el servicio, no se opuso tajantemente. Reconoció que desde el Ejecutivo, el secretario de Gobierno Paulino Rossi “habló con el sector de remises y con nosotros y planteó una unificación. Nosotros queremos ver hasta dónde llega y cuántos quieren pasar a ser taxis. Rossi dice que está bien encaminado y vamos a seguir trabajando, pero nosotros decimos que tiene que ser la gran mayoría. Además tengo que plantearlo ante la asamblea de los compañeros a ver qué opinan. Yo no puedo firmar nada hasta que mis compañeros no me autoricen”, subrayó.
Acerca de si esta unificación los beneficia o no, dijo que será un tema a analizar. “Habrá que ver si conviene o no, tendremos que decidir entre todos. Hoy queremos que se cumplan las ordenanzas. En todo el país, el único lugar donde el remise cobra menos que el taxi es Río Grande. Eso nos está complicando y por eso hablo de cumplir ordenanzas y evitar un problema mayor”, reiteró.

Derrumbe de demanda

En épocas de bonanza todo es más sencillo, pero actualmente la actividad registra un descenso casi a la mitad: “Creemos que desde hace dos años a esta parte bajó un 40% la actividad de los taxis”, dijo el presidente de la Cámara.
Consultado sobre las razones, señaló que “hay muchísimos más vehículos, los adolescentes que antes no tenían vehículo ahora tienen posibilidad de tenerlo”, y por otro lado bajó la demanda de las fábricas también. “Ellos también tienen sus colectivos que llevan y traen la gente. Bajó por la caída de personal y por la cantidad de vehículos que se han comprado”, sintetizó.
También dio cuenta de aumento de los costos, en forma paralela a la reducción de demanda. “Hace dos años un VW andaba en los 90 mil pesos y hoy anda en los 160 mil”, citó como ejemplo de un auto tipo destinado a este trabajo.
“El aumento es muy importante para mantener unidades nuevas, lo mismo pasa con el costo de los repuestos”, expuso.
El aumento de la nafta tiene su incidencia porque “la gran mayoría” usa este combustible y no gasoil o GNC. “Hay un costo bastante alto para poner GNC, son más de diez mil pesos el equipo”, apuntó.

Seguridad

Por último se le preguntó sobre la situación de la seguridad, dado que los taxistas han sido blanco de robos y agresiones. “Estos últimos años tuvimos varios problemas de robos, a varios compañeros y de mi misma parada. Generalmente sucede a la noche, fines de semana pero días de semana también. El año pasado tuvimos reuniones con la policía para unificar criterios y ver cómo nos pueden ayudar. Este año se cortó y hasta ahora no nos han llamado”, manifestó.
Esperan medidas de contención también sobre todo en tiempos de crisis que se agudizan. “No queremos que vuelva a pasar el maltrato a los taxistas, como pasó con alguno que recibió un garrotazo”, pidió a las autoridades, si bien desempeña con gusto su trabajo, que le da la posibilidad de un intercambio diario con el vecino.
“Lo lindo es cuando uno trabaja con la gente y puede tener una charla grata, que es lo que tratamos de llevar con los pasajeros. Nos pone contentos que la gente diga que el servicio es bueno y llegamos rápido”, aseguró y, como anécdota final, mencionó que el único funcionario político que llevó en sus años de taxista fue al intendente Melella. Con sorpresa, recibió el llamado como de cualquier otro cliente y lo transportó a la Municipalidad, entre otros recorridos por la ciudad. Y destacó que pagó el servicio como cualquier vecino.