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La ingeniera Alejandra Portatadino dio cuenta de la delimitación del basural que quedó enterrado en la Margen Sur, que no resulta apto para vivir. Ahora prevé un análisis de las napas de agua y las corrientes subterráneas, que permitirá ver hasta dónde llegan los contaminantes. Apuntan a recomendar al estado los lugares no aptos para ser habitados y preservar la salud de la población.

20-07-2015 Río Grande.– Como integrante de Ingeniería Sin Fronteras, Alejandra Portatadino informó este sábado al programa Dos preguntan, de Radio Universidad, el avance de los estudios que se encuentran realizando en sectores de la margen sur, donde se encontraba el viejo basural.
“Hace siete meses fuimos convocados a hacer un trabajo en la margen sur, por el Municipio de Río Grande, y por la complejidad se debe abordar desde varias disciplinas, por eso recomendamos la formación de una comisión técnica”, explicó sobre el trabajo integrado que se estuvo realizando.
“Armamos un muy buen equipo de trabajo para asesorar de la mejor forma posible”, señaló ante el riesgo de contaminación para la población de hacer un barrio en la zona donde estaba el basural.
“Terminamos la primera etapa del trabajo, trabajamos con gente de ambiente del municipio y de la provincia. Hemos hecho calicatas, que son perforaciones donde se estudian las capas que tiene el suelo, se mira cómo está compuesto el suelo, y pudimos determinar los límites del basural, para recomendar que ahí arriba no se construyera”, sentenció, con riesgo confirmado para la población que se intente radicar en esas tierras.
“Nos queda ver las aguas subterráneas, ver el gradiente, que es para dónde va el agua subterránea. En el basural se sospecha que había residuos industriales y esto larga lixiviados que penetran en las napas de agua y se van arrastrando. Tenemos que determinar para dónde van esos lixiviados y qué daño pueden causar a la salud de las personas”, dijo.
La tarea demandará un año de trabajo, porque se requiere “hacer pozos de inspección y tomar medidas de la calidad de agua, ver si existe toxicidad o no, más que nada para cuidar la salud de las personas y recomendar una mejor gestión a los gobiernos en materia de urbanizaciones”, detalló.
Además hay que observar el comportamiento de las mareas, la incidencia de las lluvias, por lo que la labor de observación y toma de muestras será prolongada.

Universidades integradas

La ingeniera Portatadino destacó la integración de Ingeniería Sin Fronteras de Argentina con la Universidad de Río Gallegos, que está formando especialistas en ingeniería química y “van a analizar estos resultados”.
“Yo me gradué en Estados Unidos, donde se trabaja mucho con las universidades y las empresas también colaboran económicamente con las universidades porque entienden que de ahí van a surgir los profesionales que van a ampliar el desarrollo”, sostuvo.
Además a nivel local “hemos hecho un convenio con la UTN, con los jóvenes estudiantes de ingeniería química, que van a participar del análisis químico”, apuntó.

Leyes necesarias

Hay legislación pendiente desde hace varias gestiones sobre el manejo del agua, la gestión de suelo, y la ingeniera espera que la próxima Legislatura logre lo que hasta ahora no se hizo. “Vienen épocas de cambio en la Legislatura y esperamos que los próximos legisladores prioricen las obras que sean en bienestar de la población”, reclamó.
“Yo simplemente soy una técnica que pone lo mejor a disposición de la gente y se intenta promover el trabajo interdisciplinario, la participación de las universidades, pero aunque estamos en varias partes del mundo no tenemos injerencia sobre los estados. Nosotros acompañamos pero simplemente somos técnicos”, aclaró.