El actor estadounidense Leonardo Di Caprio entrevistó durante cinco horas a científicos argentinos en su reciente paso por la ciudad de Ushuaia, donde se filmó la parte final de la película «The Revenant”, dirigida por el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu. Aprovechó su estadía en “el Fin del Mundo” para grabar escenas de un documental sobre cambio climático, que produce su fundación, interesada en temas ambientales a escala global.
12-08-2015 Ushuaia.– El actor estadounidense Leonardo Di Caprio hizo alquilar un catamarán el pasado viernes 7 y mientras navegaba por el Canal Beagle, entre el mediodía y las cinco de la tarde, le realizó reportajes a por lo menos tres investigadores del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), dependiente del CONICET, confirmaron distintas fuentes allegadas al episodio.
Uno de los científicos entrevistados por el actor fue el propio director del CADIC, el geólogo Jorge Rabassa, mientras que los otros fueron el biólogo Adrián Schiavini y la arqueóloga Mónica Salemme.
“Fueron cinco horas de entrevista, en varias tomas, y en un clima que en nada difiere del que se genera en cualquier nota periodística. Si hay algo para destacar es que nunca nos hizo sentir su condición de celebridad o de actor famoso”, remarcó Schiavini en diálogo con Télam.
El doctor en biología e investigador principal del CONICET definió al reportaje como “una charla natural”, aunque precedida por “una serie de medidas de discreción, que se adoptaron por su característica de persona tan reconocida”.
El catamarán que partió del puerto de Ushuaia recorrió varios de los sitios característicos de visita para los turistas que contratan la excursión en la ciudad.
El equipo de producción aprovechó para filmar en detalle las colonias de aves y animales mamíferos de la zona, con la idea de “mostrar los efectos del cambio climático en el ambiente austral, tanto en la flora como en la fauna”, resumió Schiavini.
“Como él venía de estar en Canadá y en el Ártico, la idea era contrastar esa experiencia con lo que ocurre en latitudes tan opuestas del mundo, aunque al final terminamos hablando de otros temas ambientales, como el monocultivo de soja o el fracking (la técnica para incrementar la extracción de gas y petróleo)”, agregó el científico.
Según los investigadores, Di Caprio no es ningún improvisado en asuntos ambientales y, por el contrario, contó que en otra etapa de su vida había querido ser biólogo.
“Conocía muy bien temas como la evolución de la fauna prehistórica de América, y estaba muy al tanto de lo que preguntaba. Incluso sabía de cuestiones como el incremento de emisiones de metano en los océanos derivado de la temperatura. No se mostró de ningún modo como un analfabeto en cuestiones ambientales”, remarcó el investigador del CADIC.
La entrevista que realizó el actor sobre calentamiento de la Tierra incluyó desde el derretimiento de los glaciares hasta el efecto del aumento de las temperaturas sobre la fauna de la zona, pasando por la interrelación con el ambiente que mantuvieron los primitivos pobladores de Tierra del Fuego.
“En general coincidimos con él en que, aunque el cambio climático se produzca por un efecto natural, y no por la actividad del hombre, es innegable que el hombre ha acelerado el proceso, con lo que no se pueden negar las responsabilidades humanas por la emisión de gases invernadero”, señaló el científico.
La filmación del documental de Di Caprio se hizo pública luego de que circulara por Internet una foto suya en el catamarán, en la que de fondo se veía a uno de los investigadores argentinos.
Schiavini dijo que en las horas que convivieron en la embarcación “sólo se habló de ciencia” y que una vez regresados al puerto, el actor y los productores se dirigieron de inmediato al aeropuerto porque tenían que abordar el avión para dejar la ciudad.
Di Caprio había llegado a Ushuaia el 31 de julio a bordo de un jet privado Bombardier Global Express (matrícula 9H VJA) en compañía de otras cuatro personas, incluida su madre, precisaron fuentes aeroportuarias.
La película “The revenant” narra la historia de un hombre abandonado por un grupo de exploradores tras sufrir el ataque de un oso y está basada en un hecho real.
El filme protagonizado por Di Caprio y Tom Hardy se rodó casi en forma íntegra en Canadá, pero la falta de nieve obligó a la producción a buscar paisajes similares y después de varias posibilidades se optó por concluir el trabajo en el sur argentino.
El gobierno fueguino, que declaró a la filmación “de interés provincial”, colaboró en la selección de las locaciones y en la identificación del sitio donde se rodaron las escenas principales, situado sobre una de las márgenes del Río Olivia, a pocos kilómetros de Ushuaia, sobre la ruta Nacional 3. Télam.
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