El abogado de Lenga Patagonia y Peter Bridge desmintió que la cesión de derechos posesorios a Fernando Zapata de parte de GLISUD sea equiparable a “un alquiler”. Afirmó que es “de por vida” y que se pagó una suma irrisoria por la venta de bienes “que no tenían”. “No me gustaría estar en el pellejo ni de Pintos –representante de GLISUD- ni de Zapata, y no sé dónde se van a meter después de esto”, advirtió. Adelantó que radicará una denuncia penal por la operatoria que considera irregular. También denunció que Zapata tiene en el campo “animales sin marca”, y que Recursos Naturales no la autorizó por las presuntas irregularidades de la documentación.
Río Grande.- En una entrevista en el programa Buscando el Equilibrio, de Radio Universidad, el abogado Eduardo de la Puente respondió a los dichos de Fernando Zapata y le advirtió que no quisiera estar “en su pellejo” por las consecuencias que le traerá la operatoria presuntamente irregular que hizo con GLISUD.
En principio negó ser propietario de empresas constructoras, como había expuesto Zapata, como posible explicación de un presunto encono personal de parte del Dr. De la Puente, a quien hizo responsable de la difusión pública de la demanda en su contra.
Según Zapata, propietario de una constructora contratista con el Municipio, De la Puente se habría molestado por la competencia. “Yo asesoro empresas constructoras, pero no soy empresario de la construcción. No tengo empresas constructoras ni me dedico a la construcción”, dijo el letrado, a partir de la confusión, intencionada o no, con la empresa familiar de su esposa María Teresa Canga.
El origen del conflicto
Remitiéndose al inicio de lo que hoy son demandas judiciales contra las empresas GLISUD SA y DEOLINDA SRL, explicó que “Lenga Patagonia ha comprado muchísimas hectáreas en la estancia María Cristina. En 2002 hace un contrato de arrendamiento a la firma GLISUD SA, cuyo representante legal es el señor Pintos, por unos diez años. El contrato vence en 2013 y GLISUD no devuelve las tierras arrendadas. La empresa dice que se sintió afectada en contra de Lenga Patagonia por daños provocados por el arrendamiento, estableció ese daño en un millón doscientos mil dólares y por eso intervierte el título de arrendatario a propietario, usando una figura del código civil viejo. Así se considera dueña –GLISUD- de las 30 mil hectáreas a partir de 2013 y nunca notificó a Lenga Patagonia”.
El año pasado Lenga Patagonia inició el juicio de desalojo contra GLISUD y en el mes de mayo Fernando Zapata, “utilizando la sociedad Deolinda SRL, cuyos socios son él y su madre, adquieren los derechos posesorios de 30 mil hectáreas por un monto de 240 mil pesos, a GLISUD”, continuó De la Puente.
“Se hace el contrato de cesión de derechos ante la escribana Schnitman”, precisó, y contrastó que “hace dos años GLISUD se sentía perjudicada en un millón doscientos mil dólares; y el año pasado, por el exiguo precio de 240 mil pesos, vende esas tierras y en varias cuotas”.
La nueva casa
El letrado dio cuenta de la construcción que inició Zapata en el casco de esas tierras, adonde iría todos los fines de semana con la familia Löffler, según su propia investigación: “Esto es pura fantasía y me sorprende del señor Zapata que haya hecho semejante disparate sin asesoramiento legal. Ha hecho un caserón en el casco de María Cristina, que lamentablemente el día de mañana va a tener que destruir y llevarse ladrillo por ladrillo, porque no va a poder usar nunca más ese lugar”, aseveró.
“Este año fui a hacer un acta de constatación con el escribano De la Riva, para ver quién estaba ocupando el casco de la estancia María Cristina. Allí los obreros que estaban trabajando me relataron que ellos trabajaban para la firma Zimentar –propiedad de Zapata- y que todos los fines de semana se iban a quedar dos familias: la familia del señor Zapata y la familia del legislador Löffler. Eso quedó asentado en el acta y estaban trabajando en la casa”, dijo de los obreros de la construcción que habrían dado el testimonio.
La demanda contra Zapata y su empresa la inicia Lenga Patagonia “para recuperar las tierras birladas por esta persona. No estoy diciendo que el señor Löffler sea responsable de esto, sino que me remito al acta de constatación”, observó del vínculo entre ambos.
Intimaciones rechazadas
Antes de presentar la demanda, dijo que tras haber hecho el acta de constatación “por supuesto intimé a Zapata a la devolución del inmueble y me rechazó la carta documento diciendo que era un legítimo poseedor. Fueron remitidas cartas documento a la empresa Zimentar, que fueron rechazadas”, indicó, dado que Zapata adquirió las tierras por otra empresa.
“En realidad la adquisición fue de la empresa DEOLINDA SRL, no de la constructora Zimentar”, aclaró, aunque tengan el mismo propietario.
Ningún alquiler
Asimismo, negó que el pago efectuado sea “por dos años”, equiparable a un alquiler. “Eso es para siempre y hay que leer el contrato. DEOLINDA SRL adquirió los derechos posesorios y por dos años no va a hacer una casa de 300 metros cubiertos –planteó-. Se ha equivocado muy feo Zapata, y yo fui a hablar personalmente con él, para decirle que estaba haciendo mal las cosas”.
Sobre su patrocinio a Peter Bridge, que habría comprado parte de las tierras, reconoció que lo representa como abogado y que “hay un boleto de compraventa”, de los mismos bienes de Zapata.
“Vendieron dos veces, una vez vendió Lenga Patagonia a Bridge –asumiendo el compromiso de desalojo de GLISUD-, y GLISUD arrogándose no sé qué derechos, se lo vende a DEOLINDA”, aseveró De la Puente.
Acción penal
Por otra parte, adelantó una “denuncia penal, que tengo que hacer, en contra de GLISUD, de Pintos, de Deolinda y de Zapata”, por estas operaciones.
“Pintos toda su vida ha sido la cara visible de GLISUD, y yo tengo otro juicio en contra de GLISUD por Cristina Mitrovich”, recordó sobre la propietaria original de las tierras que terminaron en el fondo residual.
“DEOLINDA ya contestó la demanda y está pendiente la contestación de GLISUD y de Pintos. Se abrirá a prueba y en uno o dos años habrá una sentencia. Este es un juicio muy largo”, avisó el letrado.
Insistió en que “no hay alquiler por dos años. Ojalá fueran dos años. Si fuera así, para qué se va a iniciar este juicio. Esto es de por vida, para siempre. Hoy 30 mil hectáreas cuestan como mínimo diez millones de dólares. El contrato fue hecho el día 7 de mayo de 2014, y felicito al señor Zapata, que compró 30 mil hectáreas por 240 mil pesos. Es para nombrarlo personaje del año”, ironizó.
“Esto es burdo y la justicia tendrá que investigarlo. Hay pruebas testimoniales, documentales, informativas, y es un juicio de muchos años. Si Lenga Patagonia gana este juicio, tendrá que accionar por daños y perjuicios contra todos los demandados. No me gustaría estar en el pellejo ni de Pintos ni de Zapata, porque no sé dónde se van a meter después de esto. Es burdo lo que han hecho y vendieron algo que no tenían”, aseguró.
Sin marca
Por otra parte, denunció públicamente otra irregularidad de Zapata, que según De la Puente tendría animales sin marca. “Recursos Naturales de la provincia le rechazó a DEOLINDA el pedido de marca de los animales, porque dicen que la documentación que presentaron sobre el contrato de cesión de derechos posesorios es irregular. Es decir que el señor Zapata, representante de DEOLINDA, tiene animales en el campo que no tienen marca. Si se vende un animal sin marca, es un delito”, alertó el abogado.
“DEOLINDA no tiene marca porque Recursos Naturales se lo ha rechazado y el papel que supuestamente le da la propiedad de esas hectáreas, consideran que es irregular y no tiene basamento legal”, reiteró.
Post your comments