Con un conflicto coyuntural con las canteras y el área de medio ambiente, desde la Cámara de la Construcción esperan arribar a un acuerdo para que no se vea afectada la temporada. Hay obras en marcha y varias proyectadas a partir de septiembre. Además, con el nuevo gobierno esperan más: “las empresas vamos a estar full time”, adelantó el presidente Oscar Volpe. Además, reclamaron medidas urgentes para resolver la falta de mano de obra. Afirman que cada vez hay menos personal calificado, por jubilaciones a los 50 años y jóvenes que deciden sumarse a las electrónicas.
Río Grande.- La construcción encara con gran optimismo no sólo la temporada que inicia en septiembre sino el cambio de gobierno. Sin embargo, se planteó un problema coyuntural que, desde la Cámara del sector presidida por Oscar Volpe, espera resolver con el gobierno y los electos en la transición.
En el mes de julio las canteras fueron intimadas a cesar en la extracción de áridos, por el daño ambiental que ocasiona, y la provincia pidió a los municipios ejercer el control correspondiente.
La medida provocó una paralización y un reclamo ante el Concejo Deliberante de parte de los afectados por la intimación de la Dirección de Ecología y Medio Ambiente perteneciente al Gobierno Provincial.
Se basa en estudios realizados por la Universidad de Mar del Plata, que dan cuenta de la afectación de la reserva costa Atlántica, por lo cual el gobierno solicita el traslado de las canteras fuera del área de la reserva, que obligaría a comprar tierras privadas.
Estiman que hay 90 familias que viven de la actividad de las canteras, pero esta situación afectará a toda la construcción por falta de materia prima esencial para trabajar. “Hoy no podemos hacer un metro de hormigón”, sostuvo Abel Cóccaro, en diálogo con Radio Universidad, confiando en resolver en el corto plazo el problema.
Junto con Oscar Volpe visitaron los estudios y dieron cuenta de las gestiones realizadas: “Estuvimos manejando este tema como Cámara hablando con el personal de cantera, pero no hablamos ni con municipio ni gobierno todavía –dijo Volpe-. Estamos atentos y la preocupación nuestra es no tener desabastecimiento de áridos, porque sería un parate para la obra pública”, alertó.
Por ahora se trata de “no afectar los puestos de trabajo en la temporada por esta medida”, y descartó que se pueda reclamar mayores costos si sube el precio de los áridos: “La solución no es aumentar ni podríamos, porque gran parte de los contratos que tenemos son a nivel nacional y uno no puede reclamar mayores costos a Nación por un aumento local de áridos. Esto quedaría a costa de las empresas. Son siete las canteras que hay. Una tiene la propiedad de las tierras, que es la cantera Santa Rita, y el esto una tenencia precaria o habilitación”, indicó.
Cóccaro observó que “más allá de los costos, la preocupación de las empresas es que va a llegar septiembre y no se va a empezar la tarea porque no va a haber áridos. Creo que habría que rever la medida, dar un plazo de uno o dos años para que las canteras puedan seguir trabajando, y en ese interín tratar de buscar la solución entre el Municipio, el Gobierno, las canteras y constructoras. Que podamos llegar a un acuerdo para seguir trabajando”, deseó.
“Hoy las canteras están todas cerradas y no se puede hacer un metro cúbico de hormigón”, aseveró el empresario, con la salvedad de que “no se siente tanto en veda invernal, pero a partir de septiembre hay que comenzar las tareas”.
Expresó que “hace 40 años que están trabajando las canteras y un año más no incide en el perjuicio al medio ambiente. Mientras tanto, se puede buscar una solución de fondo que pueda satisfacer a todas las partes”.
Catastrófico en Ushuaia
Ambos aclararon que la Cámara “no está en contra del medio ambiente ni quiere daño ambiental. Hay que buscar una solución y sería importante tener un plazo, para que todas las partes puedan seguir trabajando”, expusieron, dado que el resultado de la medida fue “catastrófico en Ushuaia”, desde donde deben venir a la zona norte a buscar áridos.
Adelantaron que este costo de Ushuaia se va a trasladar a los precios seguramente, en tanto sean obras locales. “Si son obras municipales uno puede reflejar el aumento del árido, pero no lo veo viable en las obras nacionales. Tiene que aumentar algo a nivel nacional para que nosotros podamos ajustar los valores”, reiteró.
Cóccaro tuvo en cuenta que estos traslados de material pesado en forma permanente también “rompen la ruta” como otras cuestiones que debió analizar el gobierno “antes de tomar una medida de este tipo”.
Aspiran a tener una “charla más de fondo con Recursos Naturales, porque dejan de hacer un daño ambiental pero van a causar otro daño importante”, expresaron.
Asimismo, Volpe indicó que “no es fácil reemplazar con áridos de otra zona”, como puede ser Tolhuin. “El árido de Tolhuin no tiene la misma resistencia que el árido que tenemos acá. En obras públicas de Ushuaia, donde hay inspección de obras y ensayos de probeta, el árido lo vienen a buscar acá, a Río Grande, porque el de Tolhuin no da”, dijo.
Insistió en que “como Cámara tenemos que buscar una solución a nivel provincial, porque en Ushuaia siguen teniendo el problema, vienen a buscar áridos a Río Grande, y en las obras que no tienen tanta inspección llevan áridos de Tolhuin, pero también hay que buscar una solución integral a los áridos de Ushuaia”.
Situación óptima
La demanda de áridos se va a acrecentar por la temporada que viene y el cambio de gobierno, con perspectivas por demás alentadoras: “Hoy estamos bien con la construcción –dijo Volpe-. Todas las empresas están con obras amén de la veda invernal que merma mucho el trabajo. Hemos terminado obras, tenemos otras para ejecutar, otras para preadjudicar. Todo se terminó en plazos buenos y con perspectivas”.
En cantidad, es “equitativo entre lo nacional y lo provincial; pero en monto es mucho más a nivel nacional”, dijo.
Desde su empresa están haciendo las viviendas en Chacra XIII, que “son hechas por el IPV con fondos nacionales y se están pagando. En esta obra está todo al día, con precio redeterminado y cancelado”.
Cóccaro, por su parte, realiza obras de pavimento para el Municipio, donde “la redeterminación de precios se acepta, el tema del pago es otra cosa porque hay atrasos del municipio y el gobierno, pero de alguna forma se cumple. Hay más problemas de papelerío que de otra cosa con las obras financiadas por el Fideicomiso Austral, que van en vía de solución por lo que tengo entendido”.
“El municipio va cumpliendo en la medida que puede, porque los fondos no sobran, pero van achicando deuda. Esto es cíclico y entiendo que hay buena voluntad de parte del Ejecutivo local”, valoró.
Lo que viene
De cara al cambio de gobierno, la electa Rosana Bertone adelantó fondos del Fideicomiso para las redes barriales. En este caso, serán unas pocas las que estén en condiciones de hacerlas: “Como Cámara no todas las empresas estamos habilitadas para hacer ese tipo de obras, como las redes de alta presión de gas. Hay una o dos empresas habilitadas en la Cámara porque se necesitan matrículas nacionales y un montón de requisitos a cumplir. Por eso vienen empresas nacionales o algunas locales, que son muy pocas”, dijo, sobre la tarea que casi en forma exclusiva le tocaría a PROALSA y probablemente a Los Arroyos, las únicas dos según la Cámara que podrían abocarse específicamente a redes.
De todas maneras, vienen por delante más planes de vivienda: “Nosotros estamos por entregar las viviendas y las inspecciones se están haciendo de acuerdo a los plazos. Por supuesto hay que pedirlas con tiempo. Estamos pidiendo las autorizaciones para las conexiones de septiembre y nos están dando fecha para conectar ese mes. Hay que ir antes y con tiempo, porque Camuzzi tiene sus tiempos. Con un mes o mes y medio de anticipación, no es tanta la demora. Ellos lo que dicen es que no hay factibilidad de gas, pero cuando uno va a pedir conexiones donde ya está el gas, eso anda bien”, aseguró.
El costo de construcción fue estimado en “13.500 pesos el metro cuadrado, con entrega llave en mano”, si bien en las casas del IPV falta la pintura interior.
Cóccaro aseguró que en general no hay diferencia del valor del metro cuadrado entre sector público y privado, y la variación se da de acuerdo a las terminaciones. En su caso, están a cargo de la obra en Canal 13, “que es una obra distinta, con un montón de detalles que no lleva una vivienda. Nosotros estamos haciendo un estudio para el canal y requiere obras especiales. Eso encarece el precio pero por lo general ronda los 13.500 pesos el m2”, reiteró.
Comparó con obras para el sector privado, como las que hace para el casino Status. “Lo que pasa ahí es que hay un nivel de terminaciones que excede una vivienda. Por ejemplo las viviendas del IPV van sin pintura interior y en las obras privadas llevan pintura y de otro precio, por el uso que le quiere dar el propietario. Esas son las cosas que encarecen obras privadas, si quieren madera, recubrimientos especiales. No se pueden comparar precios con las viviendas del IPV”, planteó.
Volpe apuntó que en el caso del IPV también sube el valor que, de los siete mil metros cuadrados totales, hay que incluir “cien baños, cien cocinas, cien bombas. La parte sanitaria es lo más caro. Distinto es hacer una obra pública con un solo grupo sanitario”, dijo.
Bloques y PVC
Se los consultó sobre el escaso uso de la madera fueguina para la construcción y explicaron las razones, como también el cambio de aberturas de madera por el PVC: “Si bien tenemos una buena madera de lenga, no es económica ni viable para hacer viviendas. Tampoco tenemos tanta madera para pensar en un plan de 6.500 viviendas. Si lo quisiéramos hacer, no tendríamos la madera necesaria. En el caso de la lenga, no pasa solamente por cortar el árbol y hacer tirantes. Hay que secar la madera, elegirla, no tiene que tener podredumbre y no es fácil todo eso. Tiene un costo importante y resulta más barato hacer la pared de bloques”, dijo Cóccaro.
En cuanto a la alternativa de aberturas de madera, indicó que “se fueron reemplazando por aluminio y luego por PVC. Hoy por hoy las ventanas de PVC duran un montón. Las aberturas de madera necesitan mucho mantenimiento y el PVC es más rápido para fabricar y colocar, además de más acústico y tiene un montón de cualidades por lo que resulta lo que más se usa”.
Respecto de nuevas tecnologías, por ejemplo para aislación, dijo que “se usa lana de vidrio y telgopor cuando hay. Las bases de los pisos llevan telgopor. La empresa IMPOEX lo saca de las cajas que vienen con los televisores. En nuestro caso lo usamos mucho para poner debajo de los contrapisos”.
En síntesis, es poco el uso de materia prima local y eso incluye el vidrio, que se está trayendo de China, a un costo un 30% inferior. “Dentro de lo que es Argentina el costo de traslado es alto y se agrega el seguro. El vidrio chino lo venden puesto en puerto y se puede manejar el seguro. Posiblemente eso hace bajar el costo”, estimó Volpe.
A full
El presidente de la Cámara cerró con buenos augurios para el sector. “Se ven buenas perspectivas. Va a haber obras, algunas para comenzar a fin de temporada, otra para los primeros días de enero. También tenemos la tranquilidad de que con el nuevo gobierno van a venir más obras y hasta podríamos decir que, si realmente vienen las obras proyectadas que se han hablado, con las que este gobierno deja en ejecución, las empresas vamos a estar full time”, confió.
Cóccaro encendió el alerta en la falta de mano de obra calificada, como medida urgente a tomar de parte del gobierno, respecto de la reformulación de los planes educativos. “Vamos a estar en algunos momentos superados y creo que va a faltar mano de obra. Cada vez hay menos personal calificado. En el caso de la UOCRA, tienen un nuevo convenio que permite que los operarios se jubilen a los 50 años. No hay jóvenes nuevos, no hay semillero, no hay gente que ponga bien azulejos, aberturas. La gente más grande ya se jubila. Otros se jubilan y vuelven a hacer alguna changa, por eso creo que va a haber problemas, porque hay bastante obra y no la cantidad de gente especializada que uno necesitaría”, manifestó.
Además de la edad jubilatoria, están las fábricas que han absorbido mucho personal de la construcción. Se intentó traer gente de afuera pero “en cuanto pudieron, se insertaron en alguna fábrica donde se paga más”, señaló el empresario.
Pidió “una escuela de oficios que enseñe realmente el trabajo, para que en dos años el chico salga sabiendo hacer carpintería, colocar cerámicos. Todo eso es importante conseguirlo y a muchos chicos se los puede sacar de la calle. Esto hay que hacerlo rápido, para que el chico vea que sale de la escuela y está cobrando un sueldo”, expresó Cóccaro.
Volpe, por su parte, concedió que “en la construcción pueden ganar el 50% de lo que ganan en una fábrica, pero si lo miran con visión de futuro, es preferible hacerse de un oficio, de una profesión, con la que pueden ir a cualquier lado y trabajar por su cuenta. Los chicos de las fábricas ganan el doble, pero si uno pone en la balanza el sacrificio, también es mayor que en la construcción”, concluyó.
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