En el marco de la vigésima edición de los Juegos Mundiales para Trasplantados realizado en la ciudad de Mar del Plata, Juan Manuel Borga, profesor de educación física del CIERG, obtuvo medallas de plata y bronce en las disciplinas de voleibol, salto largo y posta. De este modo, el joven deportista visitó los estudios de Radio Universidad durante el programa “De la Mejor Manera”, junto a Mario Gallar, coordinador de profesores de Educación Física del colegio, para comentar acerca de dicha experiencia
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07-09-15 Río Grande.- Durante la semana del 23 al 30 de agosto se llevó a cabo la XX edición de los Juegos Mundiales para Trasplantados contando con la participación de unos 1.100 deportistas de 40 naciones, siendo esta la primera vez en Argentina y Latinoamérica. Cabe mencionar que dicho evento está reconocido por el Comité Olímpico Internacional, teniendo como objetivo principal difundir la buena calidad de vida de los trasplantados, a la vez de promover la donación de órganos.
En este sentido, Juan Manuel Borga, docente de educación física del CIERG, explicó que “hace 40 años se creó la Federación Mundial de Trasplantados, cuyo objetivo principal es, a través del deporte, llevar el mensaje y la difusión de la donación de órganos y la importancia que tiene a nivel mundial”. Cabe mencionar que Manuel ya compitió en los Juegos Mundiales que se hicieron en 2009, en Australia. En dicha oportunidad quedó quinto en la final de 100 metros llanos y ganó tres medallas de bronce en salto largo, vóley y ball throw.
De este modo, “Manu”, como lo llaman, obtuvo en los Juegos Mundiales para Trasplantados 2015 la medalla de bronce en voleibol (mixto) y en la faz individual obtuvo el subcampeonato en salto en largo con 5,21 metros y en la posta de 4×100 metros quedó tercero con 52,69. Asimismo, el joven deportista clasificó 4° en natación, compitiendo 50metros libre.
Vale decir que los juegos son organizados por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Secretaría de Deporte de la Nación y el Ministerio de Salud de la Nación, con la colaboración de INCUCAI y CUCAIBA, el Municipio de General Pueyrredón, la Asociación de Deportistas Trasplantados de la República Argentina (ADETRA), la Asociación Marplatense de Apoyo al Trasplante (AMAT) y la World Transplant Games Federation (WTGF).
“Fue realmente una muy linda experiencia y lo mejor fue poder compartirlo aquí en Argentina y con la compañía de mi familia”, dijo Manuel y destacó que “lo que se intenta transmitir con este tipo de eventos es la buena calidad de vida que uno puede llegar a tener luego de ser trasplantado y a la vez, teniendo en cuenta la magnitud de esta competencia, se pretende promover y difundir la importancia que tiene donar órganos”.
Manu padece una enfermedad congénita de insuficiencia renal que la cual fue detectada cuando él tenía 13 de años de edad. No obstante, pudo continuar con su vida normal hasta finalizar sus estudios de Educación Física, donde debió ser trasplantado de un riñón siendo su mamá quien le donó el órgano para salvarle la vida. “Si bien cuando mi familia y yo nos enteramos de la situación resultó ser bastante triste y shockeante, supimos salir adelante, incluso poder retrasar 11 años el deterioro de mis riñones” aseguró Manuel y agregó que “si bien pude terminar mis estudios al momento de recibirme, en el año 2005, ya no pude ir a buscar mi título por estar internado a la espera del trasplante por lo que debió ir mi papá, al cual le estoy muy agradecido por eso”.
Por otro lado el joven aseguró que “la vida de un trasplantado es totalmente normal luego del trasplante. Lógicamente hay que tener ciertos cuidados, además de tener que tomar una medicación de por vida que hace que el organismo no rechace el órgano que fue incorporado”. No obstante, Manuel contó “una vez que uno es trasplantado dicho órgano tiene una vida útil la cual ha sido prolongada gracias a los grandes avances de la ciencia. En mi caso, el órgano que me donó mi mamá tiene una vida útil de entre 20 y 25 años, donde debo ser nuevamente trasplantado”.
Según explicó Manuel, en la actualidad hay más de 7 mil personas que están esperando un órgano. “Por eso creo que todas aquellas personas que donan órganos deben sentirse orgullosas de sí mismas ya que logran hacer feliz a un montón de personas y familias”, aseguró el joven.
Por su parte, Mario Gallar, coordinador de profesores de educación física del CIERG, sostuvo que “Manu es un chico realmente excelente. Ya hace un tiempo que trabaja en el colegio y los que lo conocemos sabemos que es un ser súper humilde. Más allá de todo lo que le ha pasado es una persona que contagia vida, por lo que estamos más que agradecidos de que trabaje con nosotros”.
Por último, Manuel agradeció al municipio de la ciudad por haberlo ayudado a que su viaje a Mar del Plata para competir fuera posible. Al mismo tiempo, destacó el rol del colegio CIERG, ya que él a través de sus clases puede inculcarles a los chicos la importancia de donar órganos, al cual también agradeció por permitírselo.
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