El titular de una empresa de turismo que recorre la zona espera que en la próxima gestión se logre la voluntad política que no hubo durante los gobiernos de Ríos, para recuperar el circuito turístico del interior de la isla. En particular se enfocó en Cabo San Pablo, que podría recuperarse sin demasiada inversión, combinando esfuerzo público y privado. Destacó la calidad de las rutas que se están trazando, si bien faltan algunos kilómetros para terminar.
23-11-2015 Río Grande.- Demetrio Martinelli, propietario de una empresa de turismo que recorre la zona de San Pablo, dialogó con Radio Universidad sobre la posibilidad de recuperar la hostería u otra alternativa que ponga en valor el lugar.
Indicó que son “la única empresa hasta el día de hoy que ha llevado gente a ese lugar. Pero a medida que pasó el tiempo la hostería hoy es una tapera”.
Recordó cuando su esposa fue designada presidente del INFUETUR en el primer gobierno de Ríos, e “hizo todos los esfuerzos necesarios para recuperar la hostería, que estaba ocupada, para que se transfiriera al INFUETUR. Mi mujer se retiró por diferencias con el gobierno, eso fue abandonado por un tiempo y la administración del Dr. Echazú encargó la confección de los pliegos para licitar, tanto san Pablo como Petrel. En Petrel fracasó el llamado a licitación y en San Pablo no hubo ningún movimiento, nunca se llamó a licitación, nadie conoce los términos del pliego y el tiempo perdido genera desazón en la gente que busca un servicio y no lo tiene”, dijo.
Dio cuenta de la reunión que mantuvo con Gianfranco Guardamagna, el actual presidente del INFUETUR, “para poner a disposición todo lo necesario sin ningún interés, para que se arreglara y fuera recuperado para la comunidad”, pero no tuvo eco su iniciativa.
“Sugerí licitar la construcción de cabañas, para ampliar el complejo, y tampoco se me dijo nada”, lamentó.
Destacó que San Pablo “además del paisaje, tiene otros valores. La flora del Cabo es algo extraordinario, la diversidad de flores, la presencia de dos tipos de orquídeas. Esto llevó a pensar que se podría haber hecho un parque natural para proteger la flora, hacer caminos de interpretación, poner algún guardaparque en el lugar. Ya que se iba a llamar a licitación, pensamos que se podía hacer un proyecto conjunto, y habría que poner un destacamento de policía en el lugar y que sea el privado el que mantenga el lugar para que la policía tenga presencia; además, un lugar para un guardaparque que pudiera colaborar con el cuidado y la información a quien visita el lugar”.
“Evidentemente no solamente el estado no está en condiciones de hacer esto sino que tampoco permite que cualquier interesado pueda hacerlo”, cuestionó Martinelli tras ocho años de abandono en los dos mandatos de Ríos.
Aclaró que estas observaciones no obedecen a ninguna aspiración personal: “No se me ocurriría presentarme a licitación, porque hace treinta años visito el lugar y llevo turistas del exterior que se quedan maravillados. No quiero quedarme con la hostería, ya tengo mi lugar y no quiero trabajar en cosas nuevas”, afirmó, e insistió en la alternativa de cabañas dado que “la hostería ya desapareció. El que quiera hacer algo ahí tiene que tirar abajo todo, porque no sirve para nada”.
Expectativas
De cara al cambio de gobierno, consideró “interesante que este proyecto sea reflotado, porque con poca plata sería una nueva posibilidad para los que vivimos en Tierra del Fuego de tener alojamiento, baños. Hoy estamos en una mejor situación que hace 30 años porque nadie tenía vehículos 4×4. La temporada de San Pablo podría extenderse ocho o nueve meses y daría la alternativa a quien quiera explotarlo, de poder solventar la explotación y recuperar la inversión”, aseveró.
Indicó que el complejo tiene “entre cinco y siete hectáreas, dejando de lado el cabo, que no se puede urbanizar y sólo podría usarse para hacer paseos. El privado puede hacer la inversión y al estado le queda controlar que cumpla con el proyecto. El tema es hacer algo que le sirva a la gente”, reclamó.
Planteó además la recorrida por demás interesante de la zona. “El cabo San Pablo está a 45 kilómetros de la ruta 3 y hasta Río Grande son 77 kilómetros; y son 130 kilómetros hasta Ushuaia desde el cruce”.
La coordinación del circuito con Las Termas y Almanza forma parte de la reactivación de todo un sector que se debe encarar. “Hay un montón de cosas para hacer. Lamentablemente ahora se paralizó, pero el gobierno nacional que se va empezó a construir la unión de la ruta 23 hasta la 21, que pasa por Cabo San Pablo. Son 16 kilómetros entre una ruta y la otra y ya la empresa Cóccaro hizo casi 6 kilómetros, y estaban por empezar al puente sobre el río Irigoyen. No se puede abrir pero de la parte de Cóccaro hacia la otra ruta se hicieron seis o siete kilómetros, que son una autopista. La recorrí y es una maravilla”, elogió de la calidad de estos caminos.
“Lo importante en Tierra del Fuego sería hacer circuitos redondos. A partir de San Pablo la ruta sigue por mar casi 40 kilómetros. Es un lugar hermoso y la ruta está en muy buen estado. Hay que terminar lo que se empezó y veremos si se pone la plata para que se terminen los últimos seis o siete kilómetros. Vamos a tener una ruta hermosa”, reiteró.
Nuevo gobierno
Por otra parte, se lo consultó como ex legislador y convencional constituyente, comprometido con la vida política de la provincia, sobre su visión de lo que será la gestión de Bertone. “No la conozco profundamente, nunca milité en su partido pero tuve oportunidad de contactarla dos o tres veces a través de clientes. Se la ve muy predispuesta para la gestión, muy ejecutiva. Cuando la hemos ido a ver se ha ocupado del tema como propio y de forma totalmente desinteresada, para ayudar a la gente de acá”, valoró.
“Quiero creer que las cosas van a ir bien. Me gustaría que Tierra del Fuego sea lo que siempre soñamos y muchas cosas no requieren de dinero sino de organización y trabajo”, sostuvo.
Respecto de la institucionalidad de la provincia, luego del paso de Ríos, consideró “muy pobre” el cumplimiento de la Constitución también y la tarea legislativa. “Tenemos pendiente la ley que reglamente la iniciativa popular, la revocatoria anticipada de mandatos, la reglamentación del consejo de planificación, la ley de recursos naturales para mejorar los no renovables para cuando no estén más; la ley de agua, la de tierra, hay que aggiornar la ley de medio ambiente”, enumeró.
“Hay una cantidad inmensa de cosas por hacer, como favorecer la pesca artesanal, trabajar contra los perros para recuperar el cordero fueguino”, agregó, además de la “recuperación de los circuitos turísticos”.
“Estamos languideciendo y no hay información como pasa en Chile donde, a través de distintos organismos, se ayuda al privado a que despegue. Acá o lo hace el estado o lo hace nadie. Se enciman esfuerzos, no hay noción de lo que es rentable y lo que no. Hay muchas cosas para mejorar. Todo el mundo cree que si no es con plata no se hace nada pero no es así”, concluyó.
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