Hoy cumple 20 años el vivero que, en la calle Kekombosch del barrio Austral, construyó un vecino de Río Grande utilizando botellas descartables de gaseosa. “Estoy muy contento porque es una fecha que esperaba con mucha ansiedad”, aseguró Roberto Miguel “pampa” Pueblas. En estos 20 años, su trabajo fue tomado como ejemplo y se replicó un vivero similar en una escuela de Río Grande. En reiteradas ocasiones ciudadanos de otros países se pusieron en contacto con él, interesados por el proyecto. Sólo produce verduras, hortalizas y plantas orgánicas.
26-11-2015 Río Grande.- “Son 20 años, estoy muy contento porque es una fecha que esperaba con mucha ansiedad”, aseguró Roberto Miguel Pueblas, empleado de Vialidad Provincial conocido por muchos como el «pampa”, quien construyó hace dos décadas atrás un vivero, utilizando para ello 10 mil botellas de gaseosa descartable.
En estos 20 años, su trabajo fue tomado como ejemplo y se replicó un vivero similar en una escuela de Río Grande y en reiteradas ocasiones ciudadanos de otros países se pusieron en contacto con él, interesados por el proyecto. “Había varios proyectos similares para construir viveros en distintas escuelas, pero no sé por qué motivo no se concretaron. Solamente la Escuela 35 hizo algo con estas características”, indicó.
También reconoció que “la gente del INTA siempre está dando una mano, así que estoy muy agradecido a ellos también”, señaló Pueblas. Dice que no sabe cómo ciudadanos extranjeros tomaron contacto con él al conocer de la existencia del vivero, porque “no tengo internet, el último que lo hizo fue alguien de Colombia. Eso me pone muy contento, pero se ha replicado en otros países”, remarcó.
Recuerda que cuando comenzó la construcción del vivero con botellas “decían que estaba mal de la cabeza, que estaba loco. Pero está a la vista que no era tan así porque ya lleva 20 años”, mencionó el “pampa”.
Como lo hace habitualmente, señaló que “siempre están invitados los colegios o alguna institución que quiera acercarse al vivero. Acá estamos para sacarles las dudas que tengan, nosotros estamos felices con haber logrado esto”, reiteró Roberto Pueblas.
El “pampa” trabaja en Vialidad Provincial, con eso se sustenta junto a su esposa; dice que el vivero es un pasatiempo, pero advierte que “es un hobby medio caro, porque siempre hay que reponer cosas. Lamentablemente los precios suben y las cosas hay que comprarlas igual”.
A la hora de los agradecimientos, dice que tiene “que agradecer a la gobernadora electa Rosana Bertone, que hizo todas las gestiones para que me dieran las chapas, algo que para mí era impensable, porque yo vivo del sueldo de un empleado público”, señaló
Recordó que antes, en el techo, tenía nylon; y luego mencionó que en una oportunidad “compré un rollo de nylon a 3 mil pesos, lo coloqué un día de viento y me costó muchísimo. Pero a los tres días se levantó un nuevo viento y me lo hizo bolsa”.
Sobre las 10 mil botellas de las paredes, dijo que “llevan 20 años sin moverse”. Trasladándose a “20 años atrás, cuando fuimos al basural a buscarlas. Pasamos muchas peripecias, pero siempre uno se queda con lo bueno que ha pasado”.
Para finalizar aclaró que su vivero “produce todo orgánico, no hay ningún producto químico, ese es también nuestro orgullo”, resaltó por último.
Post your comments