Ejemplares de un tipo de avispas carnívoras, conocidas como “chaqueta amarilla”, fueron detectados en distintas zonas rurales y urbanas de Tierra del Fuego, y especialistas confirmaron el crecimiento del número de estos insectos que hasta el momento sólo se habían avistado de manera aislada, y que son más comunes en la zona norte de la región Patagónica. Puede comer insectos o animales en descomposición.
18-02-16 Río Grande.- La especie de avispa, denominada “Véspula Germánica”, es conocida por su “comportamiento agresivo” y por las “picaduras dolorosas” que producen en seres humanos, cuyo efecto puede agravarse en personas alérgicas, según confirmaron a Télam desde el Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic) dependiente del Conicet.
La atención sobre estos animales derivó de los testimonios brindados el último fin de semana por vecinos y visitantes del municipio de Tolhuin, en la zona central de la isla, donde fueron capturados varios ejemplares que luego fueron llevados ante las autoridades.
“Nos llamó la atención este tipo de avispa en la zona. No queremos alarmar a la gente pero sí es un tema para empezar a tomar precauciones”, declaró el director de Turismo de Tolhuin, Roberto Berbel, y llamó a “acudir rápidamente a un centro asistencial en caso de haber sido picado y notar un hinchazón repentino en la piel”.
La invasión
Por su parte, la investigadora del Cadic María Lencinas confirmó que el primer registro de una “chaqueta amarilla” en Tierra del Fuego fue realizado en febrero de 2013 en cercanías de la costa atlántica, en la Estancia San Pablo, y que desde entonces se ha producido un crecimiento en el número de avistamientos.
La ingeniera forestal y doctora en ciencias agrarias es coautora del trabajo “Reciente invasión del Archipiélago de Tierra del Fuego por la avispa Véspula Germánica”, publicado en 2015 por la “Revista de la Sociedad Entomológica Argentina”, donde se describe el fenómeno y se informa sobre sus posibles consecuencias.
“Las avispas se alimentan mayormente de jugos vegetales, pero éstas tienen la particularidad de que ante una mayor necesidad protéica pueden comer insectos o animales en descomposición. Tienen mandíbulas para cortar la carne y por eso está bien decir que muerden”, explicó la investigadora en diálogo con Télam.
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