Así se refirió la investigadora del CADIC respecto a la invasión de avispas carnívoras detectada en distintas zonas rurales y urbanas de la provincia. Además indicó que por su “comportamiento agresivo y por las picaduras dolorosas que producen en seres humanos, puede agravarse ese efecto en personas alérgicas”.
22-02-16 Río Grande.- En relación a los ejemplares de un tipo de avispas carnívoras, conocidas como “chaqueta amarilla”, que fueron detectados en distintas zonas rurales y urbanas de la provincia, la investigadora del CADIC María Vanessa Lencinas explicó respecto de la nueva especie de avispas avistadas en Tierra del Fuego y confirmó el crecimiento del número de estos insectos que hasta el momento sólo se habían avistado de manera aislada, y que son más comunes en la zona norte de la región Patagónica.
En diálogo con Radio Nacional Ushuaia manifestó que “el término invasión se debe a que es una especie que no es nativa en la zona, se la define así a nivel mundial porque tiene la capacidad de propagarse en números bastante elevados rápidamente cuando llega al lugar y por eso se la define como invasora”.
En tal sentido explicó que “tiene una acción bastante contundente sobre el ecosistema porque su efecto no es solamente sobre las personas, sino también hacia otros artrópodos que pueden servir de alimento, es una invasora y lamentablemente estamos en un proceso que fue bastante rápido en nuestra región, donde el primer avistamiento se hizo en 2013, y hoy ya es importante la cantidad que estamos observando en distintas zonas de la isla, sobre todo en la zona central”, expuso.
Puntualizó que las avispas se “alimentan de jugos azucarados, puede ser de las plantas, pero también de las frutas, o de aquello que encuentre disponible, en este sentido esta muy asociada al hombre, y a la basura que puede encontrar, que muchas veces tiene estos restos”.
También expuso que en determinadas etapas es muy importante la necesidad que tienen de contar con “aportes proteínicos, es decir buscan proteínas que pueden encontrar naturalmente a través de otros insectos, pero también se alimentan de animales en descomposición, y a través de la basura y de los productos asociados a los seres humanos en las ciudades, donde encuentran una gran fuente de proteínas en las cercanías de las personas”.
Lencinas indicó que las “proteínas las usan para alimentar a las larvas, y sobre todo en esta época que se acerca el invierno están generando y alimentando a las que serán las futuras reinas de nuevas colonias, y a los machos, estás son más grandes y tienen más requerimiento energético, necesitan más comida, por eso están más activas, pero también son más agresivas, porque defienden la comida que encuentran, como así también defienden el territorio, porque si uno tiene la mala suerte de estar cerca de un nido, pueden sentirse agredidas y atacar”.
Detalló que estás avispas pueden “picar, como así también morder, tienen aguijones, y a diferencia de las abejas, las avispas tiene un aguijón que no se pierde cuando pica por primera vez porque es liso, entonces no queda insertado en el material donde el insecto picó, lo cual hace que pueda picar muchas veces y cada vez que lo hace inyecta veneno, además las mandíbulas que están adaptadas a cortar carne o cazar insectos, son bastante fuertes, pero la lesión de una mordedura no es tan importante como el de la picadura”.
Recomendó que ante la picadura de una avispa, la persona “visite a un profesional médico, pero en una persona normal que no tiene una susceptibilidad o sensibilidad extrema, va a producir una hinchazón que puede durar varios días, enrojecimiento de la zona y dolor, puede ser que no pase más que eso, pero si hay muchas picaduras, sobre todo concentrada en un mismo lugar, es conveniente consultar a un medico ante una picadura de este tipo”, dijo.
Al ser consultada de cómo ingresó esta avispa a la provincia, afirmó que “si bien no tenemos ninguna certeza, pero es muy probable, que es lo que ocurre en todo el mundo, esta especie es originaria del hemisferio norte, de Europa principalmente, pero ha llegado a toda América y a la zona de Australia y Nueva Zelanda, trasladada en forma de reina invernante, esto es cuando llega el invierno, la hembra que ya fue fecundada, busca un lugar para hacer una nueva colonia, pero como tiene que pasar el invierno, se esconde en algún lugar y se adormece, así pasa el invierno, y ese lugar que busca para esconderse a veces es una grieta, un mueble, una casa, un lugar que este protegido, oscuro, que no haya mucha variación de temperatura, en realidad son los lugares más insospechados, y es muy probable que haya sido trastocada por el hombre en algún elemento que se desconocía que estaba esa reina invernante ahí”, explicó, al tiempo que remarcó que “cuando el clima fue propicio, la reina se despertó, y generó una nueva colonia, y a partir de ahí como ya está fecundada, puede generar obreras, que son las que primero ayudan a construir la colonia, y después nuevas reinas y machos, y así las colonias se propagan”.
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