Vialidad no tendría máquinas en funcionamiento para hacer frente al invierno en el campo
El productor rural Carlos Pastoriza anticipó complicaciones para el campo, de reiterarse las condiciones adversas del invierno pasado, por falta de maquinarias en Vialidad para mantener despejados los caminos. El crédito para recuperar el sector nunca salió y, tras el cambio de gobierno, siguen las negociaciones. No hay avances en el combate de perros asilvestrados y prácticamente no quedan ovejas en las zonas de monte.
Río Grande.- El productor ganadero Carlos Pastoriza adelantó complicaciones para el sector, en caso de repetirse las condiciones climáticas del año pasado, que dejaron varios días incomunicados a los establecimientos por las fuertes nevadas. Los créditos para recuperar las cabezas de ganado perdidas, tampoco salieron, según dijo a Radio Universidad 93.5.
Pastoriza fue uno de los ganaderos que quedó aislado casi un mes por la imposibilidad de transitar por las rutas, tapadas de nieve. Muchos animales murieron por falta de alimento y este año “se tomaron las previsiones del caso pero las circunstancias no van a ser mucho mejores”, dijo.
“Hablando con gente que trabaja en Vialidad, nos comentan que no tienen las máquinas funcionando, por falta de repuestos, hasta de combustible”, manifestó, recordando que el año pasado los establecimientos rurales colaboraban con el combustible “porque tampoco tenían”.
“El problema serio es que hay una sola máquina funcionando y con el resto no tienen repuestos para arreglarlas”, sostuvo.
Ratificó que “en este momento hay una sola máquina funcionando y ese es el dato que me dieron. El invierno, si viene como el año pasado, va a ser muy problemático porque no va a haber cómo auxiliar”.
Sin créditos
El fardo llegó a costar hasta 200 pesos el año pasado, y el lugar más cercano para traerlos es Trelew. “Un animal requiere cuatro kilos por cabeza en invierno, y son dos meses largos”, dijo Pastoriza, de la alimentación que se impone cuando no hay acceso a pasturas naturales.
El crédito del gobierno de Ríos para poder ayudar a recuperar el ganado perdido, nunca se otorgó: “Sigue la negociación. Hubo un anuncio que salió publicado sobre un crédito de emergencia que nunca se concretó. Evidentemente no había interés en concretarlo. La tasa varió, todo varió. Justo hubo un cambio de gobierno y quedó como tema pendiente”, expuso.
Perros sin control
Tampoco hay avances en el combate de perros asilvestrados. Estiman que hay unos 80 mil perros y 50 mil cabezas de ganado vacuno, en tanto han diezmado al ovino.
“La oveja en la zona del monte prácticamente ha desaparecido. Es muy complejo el tema de los perros y se ha complicado muchísimo. Las usinas son las ciudades y no se toman las medidas que se deben tomar. Culturalmente no están preparadas, pero aparte las autoridades municipales, que son las que deberían hacer una campaña pública y además hacer cumplir la reglamentación que existe para la tenencia de los perros, no lo hacen”, cuestionó.
“Nadie discute que cada uno tenga perros, si los cuida como debe hacerlo. El tema son los perros que están sueltos y nadie se hace cargo. El perro asilvestrado vive en estado natural y se convierte en un lobo”, aseguró, en base al comportamiento, riesgoso para el ganado y para las personas también.
La progresión anual de los perros es muy grande, con dos pariciones anuales por hembra y entre seis y ocho cachorros por camada; mientras que las ovejas tienen una sola cría.
Para Pastoriza en este caso no hay solución con la castración como en la zona urbana, porque “no se puede agarrar un perro asilvestrado, es imposible”.
Indicó que en Chile, por ley, se permite matar al perro que anda en un campo privado, pero también depende de las condiciones geográficas. “Eso se puede hacer en campo abierto, pero el problema nuestro es la parte boscosa. Es muy difícil agarrar al perro en una zona de bosque, porque se va y no lo ves más; por eso la oveja ha desaparecido en la zona de bosques”, reiteró, y precisó que “esto está ocurriendo prácticamente en todos los establecimientos que están al sur del Río Grande”.
La reconversión al vacuno no es simple, por cuestiones de pastura y por el clima. “No se podrían tener vacunos en las mismas condiciones que las ovejas, que sobreviven mucho más que la vaca en condiciones extremas”, observó.
“Nosotros pasamos de 500 mil ovejas a 250 mil, ya estamos en el 50%”, sentenció, atribuyéndolo a los perros.
Carne en baja
Por otra parte, se lo consultó por el aumento del precio de la carne en las góndolas, y aseguró que para el productor, está en baja: “El valor del kilo en pie bajó de 36 pesos a 32 y se debe a que abrieron las barreras del Río Colorado. El precio bajó muchísimo”, afirmó.
Antes no se podía traer carne con hueso al sur de este límite. “Ahora ampliaron la zona hasta La Pampa. La influencia de toda la hacienda que viene del norte hacia el sur del Río Colorado, disminuyó el valor de los lotes del sur”, dijo.
Además, indicó que los terneros van a engordar al continente, por un lado para evitar la mortandad en un invierno crítico; y reingresan carneados. “En el norte los llevan al peso prudencial y se faena, porque en este momento no pueden entrar animales del norte en pie a Tierra del Fuego”.
El productor hoy gana menos, a razón de 32 pesos el kilo, que se vende a más de 200 en la góndola. “Es la historia de siempre, porque siempre fue así. La culpa del precio no es del productor. El formador del precio está en el medio, entre el matarife y el comerciante, que terminan fijando los valores. El ganadero no forma precio”, expresó.
Matadero en Tolhuin
También se lo consultó sobre la intención del intendente Claudio Queno de concentrar la faena de Ushuaia y Río Grande en Tolhuin. Lo calificó como “un absurdo, en primer lugar ellos tendrían que tener su matadero, porque están utilizando carne producto del cuatrerismo, que se faena y se vende en cualquier lado. En Tolhuin nadie controla nada”.
“No tiene matadero, cuando el Municipio ha recibido partidas en varias oportunidades para terminarlo, y nunca lo terminaron”, aseveró.
En el mejor de los casos, dijo que “Tolhuin podría faenar para Ushuaia, porque el abastecimiento de carne está en la zona norte. Podría servir para Ushuaia pero nunca para Río Grande, porque habría un extra costo de flete, que no creo que Tolhuin lo pague”.
Bosque desaprovechado
Por otro lado, Pastoriza dijo que “Tierra del Fuego es la provincia con más terrenos fiscales del país. Más del 50% son tierras fiscales y prácticamente toda esa área es boscosa”, y lamentó que sea desaprovechada para la producción, sobre todo “en las áreas del corazón de la isla, y la zona este provincial, para el turismo. Es la industria que hay que saber explotar en Tierra del Fuego”.
“La función que debe cumplir el Estado provincial es reactivar el turismo. Hay un abandono de estas áreas de parte del Estado, que son todas estatales”, sostuvo del circuito de hosterías y las termas. El turismo es una industria importante y Tierra del Fuego se presta para esto. No se ha hecho un planteo de desarrollo de turismo en Tierra del Fuego desde las áreas del gobierno, por eso el turista viene, está un par de días en Ushuaia y se va, pero no hay un circuito organizado para que la gente venga a ver otras cosas. Los planes tienen que ser a mediano y largo plazo, son políticas de Estado que hay que mantener en el tiempo. Cada vez que cambia el gobierno, cambia la política de Estado”, lamentó.
El fracaso del turismo rural
También se lo consultó sobre los motivos del fracaso del turismo rural. “Varios factores influyen, uno de ellos son las exigencias para hacer turismo rural, que eran prácticamente las mismas que en la ciudad. Hay cosas que no se pueden cumplir, porque hay establecimientos ganaderos que no tienen luz eléctrica de red, no tienen red de gas, no tienen Internet. Es serio el problema de las comunicaciones en Tierra del Fuego, porque no hay fuera de la zona urbana, y en la ruta tampoco hay señal”, dijo.
“El otro problema serio es la falta de personal para poder desarrollarlo. No existe personal capacitado e interesado en ir a trabajar al campo”, aseguró, con un total de 200 empleados entre los 45 establecimientos, cuando había hasta 600.
“No hay gente que quiera trabajar en el campo y en estos tiempos modernos, la gente quiere comunicarse. Si no tiene cómo, retacea el hecho de ir al campo o no”, explicó, y comparó la situación con la Tierra del Fuego chilena donde “hay señal en toda la isla y no hay del lado argentino”.
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