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Tras la muerte de un bebé en la ambulancia que trasladaba a una mujer en trabajo de parto desde Tolhuin a Río Grande, el Dr. Ricardo González, ginecólogo del centro asistencial desde hace ocho años, advirtió que estos hechos pueden repetirse.

Río Grande.- En el programa radial Tarde pero Seguro de FM Del Pueblo, el ministro de Salud de la Provincia, el Dr. Marcos Colman explicó respecto al caso concreto del pequeño que nació muerto en el momento que era trasladado de emergencia, desde la ciudad de Tolhuin a Río Grande: “la mujer cursaba el embarazo en Tolhuin. Allí, se encuentra el Dr. González, quien hace pasivas y atiende a todos, inclusive a las mujeres embarazadas” y agregó “se les recomienda a todas las mujeres –embarazadas- que se trasladen un mes o dos meses antes, hacia Río Grande o Ushuaia”.
Asimismo Colman reconoció: “El Centro de Atención de Salud no está preparado para recibir un parto. El 90 por ciento de los partos son sin complicaciones, sin embargo en los restantes casos, hace falta un quirófano, y un sector de neonatología” y continuó diciendo “la realidad de Tolhuin siempre fue así, a duras penas podemos mantener el servicio de neonatología de Río Grande y Ushuaia”.
En cuanto al caso concreto, Colman refirió: “En la madrugada del domingo la mujer comienza con trabajo de parto. Se hacen algunos exámenes, una ecografía y se constata que no tenía latidos, el feto no tenía latidos. Se trataba de un caso de sufrimiento fetal. Se prepara la ambulancia, y se hace el traslado hacia el Hospital de Río Grande. En ese transcurso nace el bebé fallecido. Se constató una doble circular de cordón; es decir el cordón estaba alrededor del cuello y es una situación de parto que va directamente a cesárea”, indicó el funcionario de Salud.
Respecto de posibles responsabilidades, el ministro Colman dijo: “Es muy difícil determinar que se podría haber hecho distinto” sin embargo y como una alternativa para estos casos, en un futuro no muy lejano, “se trabaja en un proyecto denominado «Casa Salud Tolhuin» y está destinada a gente de bajos recursos que deba trasladarse con su familia para tales casos.

“Estos hechos desgraciados se van a ver cada vez más”

Tras la muerte de un bebé en la ambulancia que trasladaba a una mujer en trabajo de parto desde Tolhuin a Río Grande, el Dr. Ricardo González, ginecólogo del centro asistencial desde hace ocho años, advirtió que estos hechos pueden repetirse. Las personas con recursos, entre un 80 y 90 por ciento, se van antes de la fecha de parto a Ushuaia o Río Grande. Los más pobres, que no pueden pagar alojamiento o atención privada, y los casos urgentes, corren riesgo de vida. “Hay que poner el tema sobre el tapete y ver cuál es la política de salud para Tolhuin de aquí en más”, reclamó el profesional.
La ley que convirtió a Tolhuin de comuna en Municipio y duplicó sus ingresos, no marcó diferencia en la falta de infraestructura básica para que los hijos de esta localidad puedan al menos nacer allí.
Sin quirófano para practicar una cesárea ni neonatólogos que atiendan eventuales complicaciones del recién nacido, la recomendación del ginecólogo que atiende a las pacientes es que se vayan a Río Grande o Ushuaia antes de la fecha de parto.
Así lo expuso ayer el Dr. Ricardo González, en una entrevista con Radio Fueguina, luego de la muerte de un bebé durante el traslado en ambulancia a Río Grande de su madre embarazada, donde se produjo el parto.
En principio explicó los motivos de la muerte, y fue “por lo que se llama un sufrimiento fetal agudo. Es una patología que ocurre durante el trabajo de parto y puede llegar a producir el fallecimiento del bebé, entre otras cosas. Existen varias causas, y dentro de ellas están las del cordón. El bebé tenía doble circular del cordón, una vuelta en el cuello y otra en el hombro”, describió.
Era un parto difícil, pero se podía haber resuelto con una cesárea. “El parto se produjo después de algunas anomalías de las contracciones, eso produjo la expulsión del feto y se constató el diagnóstico, además de otro tipo de síntomas, como el líquido meconial oscuro, que era evidente”, dijo, teniendo en cuenta que el bebé falleció durante el traslado en ambulancia.
“Los bebés con esta patología fallecen durante el trabajo de parto –afirmó el médico-. Cuando a mí me llamaron a la consulta en el centro asistencial de Tolhuin, me encuentro con que la madre estaba con contracciones exageradas, que son técnicamente hiperdinamia, y yo no constaté latidos del corazón del bebé. Se lo transmití al padre y a la familia, e indiqué el traslado urgente de la embarazada, porque con las contracciones fuertes que tenía existía el riesgo de vida de la madre, dado que se puede llegar a producir un desprendimiento de placenta, entre otras cosas, con la hemorragia consiguiente”, explicó, con lo cual podrían perderse dos vidas.

Sin política de salud

Al margen de este hecho doloroso, el médico reclamó una política de salud para Tolhuin, dado que la falta de infraestructura obliga a las embarazadas a irse a otra ciudad cercana. “Deberíamos aprovechar estas situaciones para tratar de que no sigan ocurriendo en el futuro. La población de Tolhuin va creciendo, a ojos vista, y la cantidad de embarazadas es cada vez mayor. Yo llevo ya ocho años como único ginecólogo del centro asistencial, y al haber cada vez más embarazadas, las complicaciones son también más frecuentes”, sostuvo.
“Seguramente estos hechos desgraciados se van a ver cada vez más –advirtió- y deberíamos aprovechar estas circunstancias para que no sigan ocurriendo en el futuro”.
Confirmó que en Tolhuin “no hay sala de partos, es un centro asistencial, ni siquiera es un hospital. Solamente contamos con consultorios externos y un sistema de guardias que permite atender las urgencias. A veces se coloca un paciente en observación unas horas y, si se hace un diagnóstico de mediana o alta complejidad, es derivado al hospital de Río Grande en la mayoría de los casos; o de lo contrario a Ushuaia”.

Traslados que complican

Viajar en ambulancia en trabajo de parto tampoco es lo mejor para una embarazada: “Es una situación bastante compleja y no siempre contemplada. Personalmente con mi especialidad, me pasa que muchas veces hay que salir en condiciones climatológicas muy desventajosas, sobre todo en esta época del año. Tenemos que ir habitualmente a una velocidad importante, en una ruta de alta siniestralidad, con niebla, con hielo, que complica todo”, dijo.
Lamentablemente, el médico no cuenta con herramientas para resolver los problemas en la localidad: “Tenemos un ecógrafo para hacer diagnóstico, pero para urgencias no tenemos nada. Con urgencias de este tipo hace falta una cesárea y acá es imposible. Muchas veces las urgencias obstétricas nos dan solamente minutos para resolver. No existe quirófano y además se requiere anestesista, personal especializado”, manifestó.

No es un hecho aislado

Cabe señalar que el profesional admitió que este fallecimiento del bebé no es un hecho aislado. “Gracias a dios ha ocurrido muy poco, pero cada dos o tres años tenemos algún golpe de este tipo y uno desea que no ocurra nunca”.
Claramente era evitable, de haber contado con los elementos necesarios: “Si nos referimos a este caso u otros similares, con las famosas circulares de cordón, es una circunstancia totalmente aleatoria, porque el cordón anda flotando y el bebé en sus movimientos puede hacer que se enrede. Eso ocurre y no necesariamente indica que hay que hacer una cesárea. Gran parte de los partos que se hacen por vía vaginal tienen una circular de cordón, pero no es tan ajustada y no termina en esto. Es muy difícil preverlo, pero hay una forma de solucionar esto y que no ocurra en ningún embarazo a término: nosotros lo hemos propuesto varias veces y es pedir el traslado preventivo de las pacientes en fecha de parto, a algún lugar donde se le pueda dar la asistencia necesaria en caso de urgencia”, dijo de una solución sencilla, a modo de paliativo, pero que no tuvo respuesta de parte del poder político.

Sólo una casa

El médico indicó que “hace años que estoy detrás de esto, alguna vez hemos estado bastante cerca, durante la gestión de la Dra. Grieco, que había conseguido una casa del IPV. Estuvieron a punto de entregarla y en algún momento se nos dijo que había sido usurpada. No fue el único intento que hicimos. Personalmente yo he hablado con cuanto político, ONG o asociación que anda por acá, para ver si se podía conseguirlo, y no lo hemos conseguido”.
“El gobierno actual nos ha prometido que en el corto o mediano plazo nos entregaría una casa para estas situaciones. Y no es solamente para embarazadas, sino que podría prestar ayuda a una familia que tiene un hijo internado y los padres no tienen dónde quedarse a la noche; o a una persona que fue operada y debe volver a controlarse en 48 horas, para que no tenga que estar trasladándose”, planteó.

Cien nacimientos por año

Consultado acerca de cuántos nacimientos se dan en Tolhuin, en rigor casi ninguno porque las madres se van, pero rondan los cien anuales.
“Hay un gran porcentaje de mujeres embarazadas que no pasan por el centro asistencial y van directamente a los centros de medicina privada de Ushuaia o Río Grande. Estimamos que por mes hay entre cinco y diez nacimientos, aproximadamente”, dijo, desnudando a la vez la grieta que se abre entre los que pueden pagar una atención privada, y los que quedan librados a su suerte.
“Esto no se soluciona con una sala de partos. Hace falta una infraestructura de quirófano, de neonatología, de hemoterapia, de anestesia; y eso implica tener las mínimas condiciones que hay en un hospital”, expuso el médico.
“Hay que poner el tema sobre el tapete y ver cuál es la política de salud para Tolhuin de aquí en más. Creo que a mediano plazo habría que pensar en la necesidad de un hospital en nuestra ciudad”, reclamó.
Reconoció que “la posibilidad de un hospital a corto plazo técnicamente es imposible, por lo que implica el llamado a licitación, la infraestructura, el personal, y estamos muy lejos, pero habría que adaptar las circunstancias actuales para que esto sea resuelto a través de un centro de derivación con todas las letras: esto significa personal entrenado, ambulancias que estén en condiciones de cubrir todas las posibilidades accidentológicas de la zona, ambulancias 4×4, y no es alocado pensar en un helipuerto y un helicóptero que derive los casos de mucha urgencia, para que la gente que se accidenta en Tolhuin tenga las mismas chances de asistencia que el que vive en Río Grande. Eso implica planificación”, remarcó.

Éxodo forzado

El Dr. González, por el momento, no tiene más alternativa que sincerar la realidad ante sus pacientes: “Yo personalmente aconsejo a las mujeres embarazadas de Tolhuin que, rondando el final del embarazo, busquen la alternativa a través de algún familiar, un amigo o un conocido que les dé alojamiento, y puedan quedarse unos días antes del parto en Ushuaia o Río Grande, para prever estas situaciones que no pueden ser resueltas en la zona”, dijo.
“Yo se los transmito absolutamente a todas las pacientes desde el inicio del embarazo, y eso significa que hay nueve meses para planificarlo. En un 80 y 90 por ciento las mujeres se van, y eso significa un desarraigo de su casa, de la familia, de los hijos que van a la escuela. Realmente es un esfuerzo muy grande. Hay un pequeño porcentaje de casos que no pueden hacerlo del punto de vista económico, o porque no tienen con quién quedarse o no pueden afrontar los gastos de un alojamiento. Si se instalaran en esta famosa casa de salud, resolveríamos esta situación”, manifestó.
Reiteró que en medio de las complicaciones de un parto “uno tiene minutos a veces para resolver una situación de riesgo y en Tolhuin esa posibilidad no existe”.

Jugando con las vidas

Finalmente relató que hace cuatro o cinco días recibió un bebé en el centro asistencial. “La mujer llegó con trabajo de parto y, cuando está todo en orden, no las cargo en la ambulancia. Trato de hacer el parto en el consultorio, que está abrigado, tiene luz, y no es lo mismo que hacerlo en la ambulancia. En este caso colaboró todo el personal del centro asistencial y salió todo bien”, dijo.
Aclaró que “estos partos en el centro asistencial se producen cuando no hay alternativa y no es posible trasladar. Si bien es motivo de alegría el nacimiento de un bebé en Tolhuin, uno tiene la íntima convicción de que se está jugando con la vida del bebé y la madre porque, de sufrir la mínima complicación, trae aparejadas consecuencias graves. Uno es médico y no puede resolver todas las situaciones, y cuando no está la infraestructura, esto no termina bien”.
En Tolhuin hay un parto por año de este tipo, de modo que el médico ha recibido a nos ocho bebés nacidos en la localidad, pero “cortando clavos”, concluyó.