Marmurek celebró la inauguración de la nueva planta de pretensados de la Cooperativa Eléctrica
Así lo afirmó don Jaime Marmurek, quien junto a Perico Pérez, es el encargado de la planta de premoldeados y pretensados Cooperativa Eléctrica. De estos dos trabajadores que fabricaban dos columnas diarias, hoy trabajan catorce produciendo ocho columnas diarias que se van a incrementar con esta nueva planta. Marmurek dijo que conoció muchas cooperativas “pero esta es una cooperativa muy especial, genera, produce y distribuye energía eléctrica, se autoabastece para los elementos para la red, si bien tenemos que comprar lo que no fabricamos nosotros. Tiene una muy buena proyección hacia el futuro, espero que continuemos así y a mis conciudadanos de Río Grande le digo que tengan confianza en la Cooperativa porque trabajamos para todos”.
Río Grande (RTS).- “Estoy muy contento con la inauguración de la planta; esto me lo imaginé hace diez años atrás”, confió en el programa ‘Buscando el Equilibrio’ que se emite por Radio Universidad don Jaime Marmurek, quien junto a Perico Pérez, es el encargado de la planta de premoldeados y pretensados Cooperativa Eléctrica, recientemente inaugurada.
En el 2004 fabricaban dos columnas pretensadas por día “y hoy hemos cuadruplicado la producción y hemos agregado muchos productos más”, agregó.
Detalló que además de estas columnas, “en la Cooperativa Eléctrica fabricamos todo lo que son acometidas eléctricas domiciliarias, acometidas de gas, vulgarmente llamadas nichos de gas, cámaras sépticas, parte del equipamiento para la infraestructura subterránea de cloacas –domiciliaria por el momento-; algún día haremos para alcantarillados o lo que haya. Nosotros con el hormigón podemos hacer todo lo que la imaginación y la técnica nos deje hacer”.
Dio cuenta que la planta cuenta con catorce empleados que trabajan en la construcción de estas estructuras de hormigón.
Asimismo reveló que “hoy, somos autosuficientes en el tema de columnas e incluso tenemos capacidad para afrontar e ir a otros lugares, por ejemplo, a Ushuaia donde todavía utilizan columnas de hierro que requieren mantenimiento y reposición cada tanto”.
Contrastó que “nuestras columnas, como son de hormigón, tienen larga durabilidad. Llevo en el rubro desde el año 1985 y he visto columnas fabricadas hace 20 años y hoy están exactamente iguales como cuando la construyeron”.
En el tema de las dimensiones de las columnas, don Jaime Marmurek dijo que “hay que dividirla en dos partes, por un lado, el largo; que la máxima que tenemos es de 15 metros. Pero, en 15 metros tiene una resistencia a la rotura de 1.500 kilos como máximo”.
Agregó que “en alturas menores, podemos llegar a fabricar columnas resistentes hasta los 8.000 kilos a la rotura”.
Precisó que la nueva planta tiene 800 metros cuadrados y que están fabricando ocho palmas por día, con la nueva planta obviamente este número se va a incrementar, pero no puedo arriesgar una cantidad”.
Con respecto a los otros productos, reveló que “estamos fabricando entre 50 a 60 piezas diferentes con otra tecnología porque son dos tecnologías distintas porque la tecnología que se aplica a los pretensados no es la misma que se aplica a los otros productos”.
Asimismo observó que solo hay tres empresas que fabrican columnas de hierro en la Argentina y su producción es costosa, lo mismo que traerlas. “En zonas cercanas al mar con un clima agresivo, la vida útil, calculada en 20 a 25 años se acorta, en cambio el hormigón es casi eterno. Además el hormigón tiene la característica de que cuanto mayor sea el tiempo, más resistencia tiene. Si hoy tiene 300 kilos de resistencia por centímetro cuadrado, dentro de 50 años va a tener 330 a 350”.
La experiencia de los pentápodos
Otro de los artilugios fabricados en cemento fueron los pentápodos que se colocaron a modo de soporte del muro costanero. “Uno de los crecimientos de la Cooperativa Eléctrica fue cuando llevábamos un año en el tema del hormigón y querían fabricar los pentápodos. Me preguntaron si podíamos asumir el compromiso; les dije que sí, que lo asumíamos. Diseñé un equipo especial para eso y nos pusimos a fabricarlos; usamos un hormigón especialmente formulado y hoy, diez años después, no hay uno solo roto, no hay uno solo disgregado”, ponderó.
En ese punto observó que estos pentápodos “han soportado mareas, congelamientos, deshielos y verdaderamente dio el resultado previsto”.
Consultado sobre la posibilidad de que estos pentápodos se pueden utilizar para proseguir con la construcción del Puerto de Caleta La Misión, explicó que “tengo entendido que las piedras que se habían traído desde la zona de Aguas Blancas eran fundamentalmente calizas que se disgrega con el agua de mar. En todas partes del mundo cuando se necesita hacer este tipo de estructuras y no hay rocas cuarcíticas o graníticas disponibles, se usan elementos parecidos a los pentápodos, pero ya con un peso mayor”.
Recordó que “las más grandes se colocaron en las costas de Escocia –si la memoria no me falla- con un peso entre 15 a 20 toneladas”.
El reciclaje es negocio
Por otra parte don Jaime Marmurek fue consultado sobre las potencialidades de reciclar y reconvertir el vidrio, el cartón y el hierro, habida cuenta de lo oneroso de su envío al continente. “En relación al vidrio lo primero que tenemos que tener es un equipamiento especial para reducirlo a granos que nosotros podamos utilizar. No soy de la idea que particularmente nosotros lo hagamos. Lo que podemos es hacer algo, pero que otro lo realice. Digo que no participemos, porque nuestra función no es esa. Alguien que lo trabaje y nosotros seremos clientes”.
Añadió que “me parece lo más conveniente porque aparte de todo lo que hacemos, ponernos otra cosa más. Podemos reconvertir el papel, el cartón o desechos de madera en cilindros o cubos aptos para calefaccionar, porque esos residuos tienen el mismo poder calorífico que la madera; es decir, 2.300 calorías por kilo”, apuntó.
Aseguró que de esta manera “dejaríamos de exportar cartón para que lo reciclen afuera y venga de otra forma”. Asimismo dijo que “tenemos muchísimos desechos de hierro, si algún emprendedor quisiera, pudiera y presentara un proyecto viable, podría montar un pequeño horno, hacer fundición y proveer algunos elementos. No es tan difícil hacerlo a pequeña escala. Creo que hay muchas cosas para hacer”.
“A mi me parece que la Cooperativa Eléctrica está cumpliendo una función muy buena en este momento, no se si poner empresas satélites de ella sería conveniente. Hay experiencias que no han sido afortunadas y es difícil a veces encontrar la gente que tome la cosa común como si fuera propia, es el caso de Perico y mío que tomamos esto como si fuera nuestro”.
De Polonia a la Argentina
Jaime Marmurek nació en Varsovia, la capital de Polonia y llegó con su familia a la Argentina cuando solo tenía tres años de edad, antes que estalle la Segunda Guerra Mundial.
“El fin del mundo lo conocía por la novela de Julio Verne, nada más. A la Patagonia llegué en el año 1971, especialmente a la zona norte, recorrí Chubut, Río Negro, después Santa Cruz; participé en empresas en el mismo rubro incluso alguna vez fui socio de una empresa que proveía a la Cooperativa Eléctrica y esta sería la tercera planta en la cual participo”, comentó el entrevistado.
Jaime tiene 82 años y sigue trabajando como a los 20. Tiene cinco hijos y ocho nietos, “ahora viene el nacimiento de mi novena nieta”, confió.
Una cooperativa muy especial
Don Jaime Marmurek dijo que conoció muchas cooperativas “pero esta es una cooperativa muy especial, genera, produce y distribuye energía eléctrica, se autoabastece para los elementos para la red, si bien tenemos que comprar lo que no fabricamos nosotros. Tiene una muy buena proyección hacia el futuro, espero que continuemos así y a mis conciudadanos de Río Grande le digo que tengan confianza en la Cooperativa porque trabajamos para todos”.
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