De resultar favorable al gobierno la presentación judicial para el cobro del impuesto inmobiliario, “tenemos que cerrar las municipalidades y entregar la llave a Bertone”, dijo el intendente de Ushuaia Walter Vuoto. Cuestionó al gobierno al haber sido “subestimado”, porque la presentación se realizó “en la misma fecha” en que se sentaba a dialogar para cancelar la deuda de coparticipación.
Río Grande.- El intendente de Ushuaia Walter Vuoto advirtió que, de salir favorable al gobierno la declaración de certeza para el cobro del impuesto inmobiliario, tendrán que cerrar las municipalidades y entregar la llave a Bertone.
Fue en declaraciones a FM Aire Libre, donde marcó “un quiebre institucional y político” a partir de esta presentación.
“La discusión se había dado a principios de año, cuando el Ejecutivo provincial entiende que el impuesto inmobiliario lo debían cobrar ellos. Desde antes de que sea provincia, las municipalidades venimos cobrando ese impuesto, que es importantísimo. Uno creía que la discusión estaba saldada con el gobierno provincial y hubo diálogo permanente estos meses para tratar de encontrar una solución, porque uno entiende la situación financiera de la provincia, pero las deudas que generan y estas acciones tienden a violentar la autonomía municipal”, sostuvo.
Aseguró que la presentación los tomó por sorpresa porque se enteraron “el viernes” y llevaba quince días de ingresada al Superior Tribunal, justamente cuando se sentaba a negociar la deuda de coparticipación. “En la misma fecha nos estábamos sentando a dialogar para ver de qué manera podían cancelar la enorme deuda que tiene el gobierno con las municipalidades, tanto de Ushuaia como de Río Grande”, dijo.
En la sesión del jueves “hubo un intento de presentar sobre tablas una ley que modificaba la base imponible del impuesto, para que lo pueda empezar a cobrar la provincia. Gracias a los legisladores no salió, porque si no, tendríamos complicaciones mucho más profundas”, alertó.
El impuesto inmobiliario “un derecho adquirido de tantos años y es una parte importantísima del recurso municipal. Nosotros estimamos entre 180 y 200 millones entre el inmobiliario y el automotor, que uno ve que vienen a discutir”, señaló sobre lo que dejaría de recaudar el municipio.
De ocurrir esto, “lo que tenemos que hacer es cerrar la municipalidad de Ushuaia, la municipalidad de Río Grande, entregar la llave al gobierno provincial, y que los municipios pasen a ser delegaciones, no votar más concejales ni intendentes, y que haya un gobierno centralizado, que es el planteo que viene del gobierno provincial”, fustigó.
“Me preocupa el ahogo financiero que sufren hoy las dos municipalidades. No solamente van por el impuesto inmobiliario sino que además hay una deuda millonaria y es plata que entró a la provincia y no han coparticipado. Es la plata de esta temporada de obras”, enfatizó.
El quiebre
Vuoto resaltó que hasta ahora “ha tenido un montón de paciencia, pensé que íbamos a terminar un año con diálogo y consenso”, y marcó “un quiebre” a partir de esta presentación.
“Este año no he confrontado con nadie, intenté llegar a acuerdos, pero llega un momento en que uno se siente subestimado, porque en el mismo momento que estábamos intentando llegar a un acuerdo por la deuda de coparticipación, nos estaban metiendo una declaración de certeza en el Superior Tribunal de Justicia”, reiteró.
“Con nosotros no dialogaron. Presentaron la declaración de certeza y nos enteramos el viernes. Los concejales están todos preocupados y defienden la autonomía municipal”, afirmó, sobre una defensa unánime de los intereses municipales.
“Hay un clima de mucha preocupación y se tomarán las medidas del caso. Estamos pensando reunir concejales, intendentes, sindicatos estatales, empresas prestadoras de servicios de la municipalidad”, adelantó Vuoto, con el fin de resistir este avance.
Intereses Políticos
Se le consultó si lo atribuye a una necesidad de caja del gobierno o ve otras motivaciones. “La verdad que uno no sabe qué pensar. Esto me parece que tiene que ver con una pelea de caja, pero el gobierno provincial, con todas las decisiones que ha tomado, no logró saldar los déficits de nada. Estamos de vuelta ante una decisión que va a romper financieramente a los municipios, va a doblegar a los municipios, y estamos ante un quiebre. La 648 ya se vivió y afectó seriamente, pero hoy estamos ante un esquema más complicado. Con la 648 el Municipio de Ushuaia perdió 50 millones y Río Grande un monto muy parecido; pero hoy la situación es mucho más grave”, remarcó.
“Ellos sabrán por qué lo hacen, si es por una razón de caja o una razón política. Eso lo tendrá que responder el gobierno provincial. Si nos quitan estos recursos, no importa por qué lo hagan, porque van a quebrar las municipalidades”, insistió el intendente.
Anticipó que pedirá una audiencia con la gobernadora para dialogar sobre este tema porque “a fin de año volvemos a tener un conflicto político, económico, financiero, y podemos empezar el año muy complicados”.
Y afirmó que la ley 1075 contiene aspectos “que no habíamos acordado. Uno se dio cuenta de que venían por todo. Yo di una conferencia de prensa donde hice una autocrítica como espacio político también y fue un momento de quiebre institucional y en el espacio político”, recordó.
El diálogo con Melella es permanente y unirán esfuerzos: “Estamos hablando mucho con el intendente Gustavo Melella, con el cual tenemos el objetivo de defender los recursos de las municipalidades. La idea es armar una agenda común de defensa de los recursos municipales. El año que viene va a ser muy complejo en términos económicos, y nos preocupa mucho la realidad social de las fábricas en Río Grande y Ushuaia. A partir de esto empezaremos a trazar una agenda única que nos permita hacerle frente a las distintas problemáticas que vamos a tener que enfrentar el año que viene”, concluyó.
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