Ushuaia será su punto de partida de David Flecha Díez, judoca leonés, hasta llegar a Gates of the Artic, en Alaska, su meta. Entre ambas algo más de 25.000 kilómetros de ilusión, de un sueño por cumplir. En su caminar el deportista también llevará en su equipaje un deseo, el poder ayudar a la Fundación Aladina centrada en los niños y jóvenes con cáncer.
Ushuaia.- América siempre le ha fascinado a David Flecha, judoca leonés que el 17 de enero afrontará una experiencia vital: recorrer el continente americano ligero de equipaje pero lleno de ilusión. De Tierra del Fuego a Alaska a lo largo de ocho meses. Y como trasfondo, poder aportar su grano de arena a la Fundación Aladina, Oenegé que presta ayuda a niños y jóvenes con cáncer.
Ocho meses por delante, quizás más. Y con un equipaje que comprende apenas un puñado de ropa, una cámara de fotos, una GoPro, un ordenador y un móvil con el que poder reflejar sus vivencias al mundo y también trasladar en primera persona una imagen más real de los países por los que discurrirá su aventura. «No aspiro a más».
El próximo 17 de enero David iniciará su caminar sabedor de que por delante se va a encontrar con muchas situaciones inesperadas, algunas de ellas tal vez poco gratificantes, pero también con mucha gente a la que conocer. «Desde niño siempre me ha gustado viajar y conocer otras culturas. En algunos momentos de mi vida he podido hacer realidad ese sueño pero ahora la dimensión es mayor porque por delante tengo muchos miles de kilómetros y países que recorrer».
La ilusión de poder ayudar a una fundación como Aladina es también un aliciente para este deportista que durante muchos años defendió el escudo de España con la selección y que tras dejar la competición hace algo más de un año se trasladó a Colombia para enseñar a los niños y jóvenes un deporte que le ha dado tanto y con el que ha crecido como persona. Durante año y medio entrenó al equipo nacional colombiano de Antioquía. Allí conoció de primera mano la grandeza de unas gentes humildes para las que «lo más insignificante que para nosotros pueda parecer una cosa como tener una gorra es para ellos todo un tesoro. Eso sí, de ellos he aprendido a apreciar el verdadero valor de las cosas, de disfrutar con lo que tienes y de no matarte por conseguir cosas superfluas».
A Colombia volverá en este proyecto que bajo el epígrafe ‘Acuérdate de viajar’ iniciará en solitario en apenas diez días. «Gracias a que soy de ese tipo de personas que no le importan estar solas durante largos periodos de tiempo», precisa David que a modo de chascarrillo apunta que «me soporto bien».
La ayuda de varios patrocinadores, amigos y personas que de manera anónima han aportado su grano de arena ha hecho posible que este viaje de 25.000 kilómetros con un talante solidario y también de crecimiento personal sea realidad. Eso sí, aún necesitará mayor ayuda. «Voy a realizarlo a un coste bastante bajo ya que lo haré como un mochilero. No es la primera vez que recurro a esta forma de viajar. Creo que es con la que mejor puedes conocer a los países y ciudades, a las gentes que los habitan», precisa David Flecha que apunta también que incluso «si es preciso buscaré trabajo en algunos de los lugares para poder comer y seguir adelante. Mi proyecto no es pasarme unas vacaciones sino viajar para hacer realidad un sueño de la forma más modesta y también solidaria posible. Y el testamento de todo ello quedará reflejado en los documentos que a través del video y la fotografía colgaré de forma periódica».
En su página de facebook ‘Acuérdate de viajar’ se podrá ayudar a que este proyecto llegue a buen puerto y también conocerlo.
Respecto a la decisión de recorrer América de sur a norte David Flecha lo tiene claro. «Es un continente que me encanta y también sus gentes. Además a nivel de idioma y cultura creo que los españoles estamos muy vinculados a los americanos». El nombre que le ha dado también tiene su significado para este intrépido leonés. «Acuérdate de viajar significa que el conocer otras culturas y lugares nos enriquece. En cierta medida nace también influenciado por otra frase que durante muchos años ha marcado mi vida y que aparecía en los antiguos relojes de sol, ‘Acuérdate de vivir’».
Respecto al recorrido David ha esbozado un mapa que pretende cumplir aunque dependiendo de la situación que se encuentre podría incluir otras localidades e incluso un mayor kilometraje. «La idea es llegar desde Argentina a Alaska pero a lo largo de este camino incluso pueden añadirse otros escenarios», precisa este leonés entre la ilusión y también los nervios de afrontar un proyecto de esta envergadura.
Y es que a lo largo de ocho meses, tal vez más, David pisará suelo argentino, colombiano, guatemalteco, boliviano, panameño, mexicano, peruano, costarricense, norteamericano, nicaragüense, hondureño, ecuatoriano, canadiense y como punto final, de Alaska. «Nicaragüa y Ecuador son posibles enlaces entre países que a priori no son fijos», remarca Flecha Díez que, a pesar no teme ni la soledad de su viaje ni los riesgos que para su seguridad pueden aparecer. «Sé que puedo encontrar dificultades pero yo no soy una persona que se arruga. En esta vida no puedes ser cobarde o echarte atrás por el qué pasará. En la vida estamos rodeados de riesgos y este es uno más. Tal vez en países como Honduras o Bolivia la seguridad puede ser menor para un extranjero como yo pero no creo que pase a mayores. Yo no voy con ánimo de un turista sino de un viajero que quiere conocer mundo, a sus gentes, de ser uno más entre ellos».
Este proyecto tiene para David mucho de emocional pero también de crecimiento personal. «Mi vida creo que va a cambiar después de que lo haga. A veces en estos últimos meses he pensado en dejarlo atrás pero ha sido sólo un instante. En esta vida no puedes dejar pasar las oportunidades. Y en mi caso menos porque tengo detrás de mí a mucha gente que me apoya, a patrocinadores como Workteam, Cerveza Kadabra, Domotec, Ayuntamiento de Villaquilambre, Taxidermia Jerónimo F. y otros que quieren aparecer como anónimos, y también a la Fundación Aladina que ayuda a niños con cáncer. Esos ánimos me van a servir para que cada día pueda mirar hacia adelante superando las adversidades que se me puedan presentar».
En León David pasa sus últimos días antes de emprender un viaje cuyo equipaje apenas llega a los 12 kilos, los de una mochila que espera llegar al completo de experiencias, sensaciones y muchos amigos. «El viaje lo iniciaré sólo pero cualquiera que quiera sumarse puede hacerlo». Para este judoca leonés que llegó a destacar como uno de los mejores a nivel nacional ahora la vida le da una oportunidad de demostrar que el ser humano puede hacer muchas cosas por los demás a la vez que crecer como persona.
Fuente: www.diariodeleon.es
Post your comments