Margaret Leinen, quien ostenta numerosos títulos y reconocimientos a escala mundial por su labor profesional en Oceanografía y Geología Marina, disertó en el CADIC (Ushuaia) sobre la importancia de las observaciones a largo plazo y las áreas marinas protegidas.
Referente indiscutible cuando se habla de las Ciencias del Mar, Margaret Leinen llegó a Argentina invitada por la Embajada de Estados Unidos para iniciar un camino de cooperación científica internacional y propuso el comienzo de acciones conjuntas con colegas y otros actores involucrados en la toma de decisiones a la hora de velar por el futuro de los océanos del mundo. Visitó distintos institutos de investigaciones vinculados a la oceanografía, entre ellos el CADIC, pero también llegó a Ushuaia porque “quería conocer el Canal Beagle”.
En el Salón Houssay del Centro Austral de Investigaciones Científicas, ante un auditorio representado por científicos, oficiales de la Armada Argentina, la Prefectura Naval y otros actores involucrados en las ciencias del mar, la Dra. Leinen abrió su alocución anunciando los cambios sufridos por los océanos durante las últimas décadas, las implicancias para el clima global que derivan de ello, y también los esfuerzos globales que se llevan a cabo para conocer esos cambios mediante campañas oceanográficas y el establecimiento de observatorios permanentes en puntos clave del océano global.
“Hoy estamos viviendo una verdadera revolución en la oceanografía: podemos observar y realizar mediciones que poco tiempo atrás eran impensables” afirmó la investigadora. “Es posible contar con datos continuos sobre variaciones en la temperatura del océano en diferentes puntos del planeta; esto permite construir mapas de las propiedades del mar con un nivel de fiabilidad impensado hace menos de una década”, sostuvo Leinen.
Su alocución remarcó algunos de los cambios registrados en los océanos en décadas recientes: la progresiva acidificación del agua marina debida a la absorción por parte de los océanos a causa del exceso de CO2 (dióxido de carbono) liberado a la atmósfera por las actividades humanas; el aumento de temperatura del agua en amplias regiones oceánicas, que es particularmente notable en las capas más superficiales de los océanos; o los cambios en el nivel del mar que amenazan algunas islas y regiones costeras.
Destacó Leinen la importancia de los océanos en la regulación del clima global (no en vano ocupan tres cuartas partes de la superficie del planeta). Los océanos –comentó Leinen- absorben el 26% del CO2 emitido por las actividades humanas, pero toman el 90% del exceso de calor producido por el cambio climático, lo que significa que de ninguna manera se pueden ignorar los océanos como factor primordial en la regulación del clima del planeta.
Entre las posibles consecuencias si continúa el avance de estos procesos, Leinen señaló que para el año 2040 la existencia de los corales marinos y otros organismos marinos sensibles estará seriamente amenazada. Otra de las respuestas a esta velocidad en los cambios se reflejará en el tamaño corporal de los peces, que, según los modelos predictivos, podría disminuir notablemente debido al efecto combinado del aumento de la temperatura del agua marina y la menor cantidad de oxígeno disponible para su metabolismo.
Al finalizar su exposición la Dra. Leinen quiso expresar que a pesar de este presente de los océanos, su visión es optimista. “El océano comienza a considerarse un factor clave en el desarrollo sustentable y hasta ahora las discusiones internacionales no lo habían incluido en las discusiones”, afirmó. Apuntó sin embargo que en la reciente Cumbre Climática de Paris, sorprendentemente los oceános no fueron casi tratados. Otros hechos que acompañan esta visión son “las posibilidades de avanzar en las Áreas Marinas Protegidas –que actualmente sólo incluyen un 2% de los océanos, las ya mencionadas herramientas para el análisis a gran escala en un marco de cooperación internacional y los ejecutores que dan sus primeros pasos como científicos abocados a las ciencias del mar, fuertemente familiarizados con estas nuevas herramientas. Estamos comenzando a conocer y medir qué pasa a escala global, lo cual resulta clave para la toma de decisiones en pos de la protección de los océanos”, concluyó la experta.
Su carrera como Oceanógrafa
Margaret Leinen es la máxima autoridad en Ciencias del Mar, directora del SCRIPPS, uno de los centros de investigación marina más importantes del mundo (https://scripps.ucsd.edu). Además es la Presidenta de la American Geophysical Union y ocupa varios cargos académicos en la Universidad de San Diego, Estados Unidos. Su expertise se enfoca en el estudio de los sedimentos oceánicos y su relación con los ciclos biogeoquímicos globales y a la historia de los océanos y el clima de la Tierra.
Es la fundadora del Fondo para la Respuesta Climática, donde también fue presidenta. Esta organización sin fines de lucro trabaja para disminuir el riesgo de técnicas antes de su aplicación de modo que puedan adecuarse y regularse de acuerdo a las investigaciones vigentes sobre el clima.
También ejerció como autoridad en la American Academy for the Advancement of Science, en la Oceanography Society y en el National Ecological Observatory Network (NEON). Actualmente pertenece al comité directivo del National Council for Science.
Durante siete años fue Directora de Geociencias y Coordinadora de Investigación Ambiental y Educación en la National Science Foundation. Se doctoró en Oceanografía en 1980, en la Universidad de Rhode Island, Estados Unidos, pero su carrera se inició en 1969, cuando se graduó en Geología en la Universidad de Illinois.
Margaret Leinen es sin duda una de las actuales figuras de mayor relevancia académica a escala mundial y eligió el CADIC, ubicado en Ushuaia y frente al Canal Beagle, como un sitio crucial para transmitir su mensaje optimista, basado en la cooperación internacional, y así aumentar la protección de los océanos del mundo.
FUENTE: CADIC-CONICET
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