El presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, Diego Navarro, estimó que en la provincia hay un circulante de 30 mil millones anuales, entre el sector público y el privado, y casi todo se va fuera de la isla. Se apunta a la producción de los bienes de consumo local, con asistencia y capacitación del Estado, dado que la mayoría de las pymes fracasa a los dos años. Hubo una reunión con la CAME, la gobernadora Bertone y autoridades nacionales, para trabajar en la reactivación y fortalecer los emprendimientos.
Río Grande.- El presidente de la Cámara de Comercio local, Diego Navarro, expuso por Radio Universidad 93.5 la preocupación de la CAME por el derrumbe de la economía en todo el país, se analizó la situación de Tierra del Fuego, donde todo está por hacer y hay un mercado cautivo que no se está aprovechando.
Indicó que “el 80% de las pymes del país no sobreviven más de dos años y esto incluye a Tierra del Fuego. Hay que analizar las causas y trabajar en ellas, por eso mantuvimos una reunión junto al presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Fabián Tarrí, y la gobernadora Bertone para analizar cómo se puede lograr la reactivación de Tierra del Fuego, colaborar y fortalecer todos los emprendimientos, y encontrar otra forma de reactivarlos”, dijo.
Navarro también recordó que del encuentro también participó el secretario de Hacienda de CAME, Vicente Lourenzo.
“La actividad tradicional está orientada a la industria y la 19640 pero también Tierra del Fuego tiene recursos naturales y consumos”, subrayó, y planteó que se investigarán procesos en localidades del hemisferio norte con climas parecidos a la isla, apuntando a la autosustentación.
“Como país somos número uno en recursos naturales y producimos alimentos para más de 500 millones de personas, pero tenemos el doble de desnutrición infantil que Chile. Por la sobrevida de las pymes, evidentemente nuestro país no ha trabajado adecuadamente para transformarse en un país productivo en el ámbito primario e industrial. En Tierra del Fuego la política de la 19640 no tiene nada que ver con la que tuvo Brasil con respecto a Manaos. Brasil tuvo una política constante y nosotros tuvimos muchas idas y vueltas. Teníamos una fábrica de National Panasonic de Japón, porque no era una representación, y se fue porque no les permitían actualizarse con los productos de punta en el mundo; teniendo la tecnología para hacerlo. Hoy están instalados en Manaos”, indicó sobre malas políticas aplicadas también en el ámbito industrial.
“El marco normativo dice que los productos Mercosur no pagan aranceles, y los que ven a Tierra del Fuego como un costo fiscal, no resolvieron esto porque ingresa mercadería de Manaos con tasa cero en materia aduanera y el costo sigue siendo el mismo, mientras que cambiamos mano de obra argentina por mano de obra brasilera”, expresó y, si bien el caso de Panasonic fue anterior a este gobierno, la política actual sigue siendo equivocada: “Esto tiene que ver con un país que no encuentra su camino y hoy cualquier país vecino es más competitivo que Argentina. Evidentemente no va a haber cura a esto si no atacamos las causas”.
“Desde el ’83 hasta hoy en Argentina hay un crecimiento importantísimo en políticas de asistencialismo, que tienen que ver con coyunturas para asistir a la sociedad ante la falta de trabajo, de crecimiento y de posibilidades de desarrollo”, manifestó.
“Hoy tenemos un tercio de la población por debajo de la línea de pobreza con un porcentaje importante bajo la línea de indigencia y nuestras políticas son exclusivamente asistencialistas. Llevar adelante políticas serias lleva más tiempo que los dos años que tienen los políticos entre cada elección. Hay políticas asistencialistas y electoralistas exclusivamente”, cuestionó.
Miles de millones perdidos
Respecto de las posibilidades de la provincia, dijo que tuvo “contacto con autoridades provinciales para poner en marcha un sistema donde se pueda trabajar en capacitación. Para este año tenemos un presupuesto de alrededor de veinte mil millones, que se gastan en la provincia. También el sector privado todavía tiene unos nueve mil empleados en el sector industrial, hay actividad en el comercio, aunque ha bajado, pero sostenemos más de dos mil puestos de trabajo, más los dueños que trabajan en la zona; en el área de hidrocarburos también hay trabajo y producción que hace al circulante. Estimamos que, como base, en Tierra del Fuego hay un circulante de 30 mil millones anuales, y el 98% que va a consumo queda fuera de la provincia, porque todo lo que se consume, o casi todo, es extra zona”, remarcó, teniendo en cuenta que ninguno de los alimentos, salvo una pequeña proporción de carne de la zona, se produce en la isla.
“Cuando uno mira en el hemisferio norte poblaciones similares a la nuestra, vemos que producen en el lugar un montón de sus consumos. Tenemos que trabajar en eso porque hay una cantidad de dinero muy importante para la generación de productos”, aseveró.
“Hoy se está yendo el dinero a puestos de trabajo y rentabilidad en otros lugares, y no queda acá. Cuando la rentabilidad queda en Tierra del Fuego se transforma en inversión, en obras, en una cantidad de acciones”, comparó.
“Una de las herramientas más importantes de la sociedad para tener desarrollo y que se vea que el dinero circula, es la obra, porque activa 39 gremios. Ese dinero queda en la sociedad y rebota, con lo que se multiplican los beneficios. Cuando el dinero del consumo va al supermercado, y se traslada a Buenos Aires u otros puntos del país, dejó de tener beneficios para nuestra sociedad”, indicó.
“Estas son políticas de mediano y largo plazo, porque no podemos transformar el consumo de Tierra del Fuego en seis meses. Y si no lo hemos hecho hasta ahora, evidentemente es porque no sabemos hacerlo y hay que investigar. En su momento estuvieron los créditos CRECE en la provincia, ahora la SEPYME a nivel nacional, y el estado piensa que simplemente hay que tener una idea por parte del privado, ayudarlo con la economía, y ya tienen un empresario. No funciona así y por eso el 80% no sobrevive los dos años. Se necesita mucho más que eso para lograr una empresa sustentable, con garantías de desarrollo y estabilidad de puestos de trabajo”, expuso.
“La planificación parece que está fuera del alcance electoralista. En las elecciones no pedimos políticas de desarrollo y siempre nuestras elecciones estuvieron marcadas por clientelismo político, asistencialismo, por punteros. Si alguien se pone a hablar de cómo transformar, es aburrido”, manifestó.
A esto se agrega que “la cultura del trabajo se ha perdido, producto de las políticas implementadas por las autoridades en su momento”.
En caso de avanzarse en cultivos, aseguró que “en la provincia hay tierra y hay que conversar con el sector rural también para ver cómo son parte del despegue en esta materia”, y cargó contra la demagogia de los políticos, que llevó a destruir la producción ovina en la provincia por la protección de los perros asilvestrados. Lo equiparó a la situación de una familia donde se le dice que sí a todos, cuando no es posible y se convierte en un perjuicio.
Cambio cultural
“Tenemos que hacer un cambio cultural para ser productivos. Si producimos acá, el dinero queda acá, y se transforma en nuevos emprendimientos”, dijo del círculo virtuoso que se genera.
Solamente en verduras y hortalizas, dijo que “se consumen 2.500 millones de pesos anuales”, y por supuesto los alimentos llegan en camiones del norte del país.
“A los supermercados por más que sean cadenas nacionales importantes, también le tienen que interesar las regiones y las provincias; porque si hacen algo para que se desarrolle el lugar donde están, van a tener mejores condiciones con proveedores”, advirtió.
“Pero si crece el monopolio y cada vez en la góndola hay más productos de la marca propia y menos de otras marcas, no hay políticas reales para ayudar la producción local”, dijo.
Dio cuenta de conversaciones que mantuvo con el secretario de Comercio Javier Calisaya, dado que “se está trabajando en una ley para que haya lugares en las góndolas para estos productos, con condiciones de comercialización adecuadas, porque el supermercado siempre obliga a vender de la forma que ellos quieren. Tiene que haber una comercialización lógica, en beneficio de ambas partes”, remarcó.
“Hay que trabajar en la concientización y poner todos los patitos en línea. Si logramos que Tierra del Fuego funcione, esto se puede replicar en todas las provincias, y Argentina va a tener en veinte años la posibilidad de volver a ser una potencia”, confió.
“Tenemos un país riquísimo en recursos naturales, pero hay que dejar la viveza criolla, el clientelismo, el posicionamiento de las encuestas. Acá se hicieron muchas cosas que no le han hecho bien a la sociedad”, lamentó.
Mal semestre
Consultado sobre las perspectivas de lo que resta del año y la evaluación del primer semestre de 2017, Navarro marcó “muchos errores” por parte del gobierno nacional, que impactaron negativamente en la economía del país y la provincia.
“Sobre todo fue un desastre el programa de Precios Transparentes que se quiso aplicar a partir de febrero, tanto es así que hoy dejó de funcionar, aunque nadie lo dice. Hemos vuelto casi a la situación anterior en los sistemas de comercialización con tarjeta”, afirmó.
“Hay grandes errores en materia financiera. El país está equivocando el camino en materia financiera, cuando tienen todas las herramientas para condicionar el valor de la moneda y la tasa financiera a través del Banco Central. Tener tasas que superan el 20% en las Lebacs y otras operaciones, compromete las tasas que tiene que afrontar la gente con las tarjetas de crédito, que son altísimas. Con el sistema de Precios Transparentes llegaba al 50% la tasa de refinanciación de las tarjetas, con costos financieros de más del 70%. Ese es otro grave error”, sostuvo.
“Nosotros estamos esperanzados en que se logre el cambio, pero es muy difícil cuando casi todas las variables y los precios relativos están distorsionados respecto de cualquier país vecino.
Los productos informáticos se dejaron de fabricar en la provincia porque se bajaron a cero los aranceles de importación, pero puedo asegurar que ningún ingreso de computadoras de igual marca e igual calidad va a poder competirle a Chile, porque el costo argentino es enorme. El gobierno anterior hizo desastres en materia económica y hoy los estamos pagando. Nos taparon con consumo, con regalos, pero la economía no estaba bien. Y también es cierto que el gobierno actual no encuentra el rumbo y estamos cayendo de forma importante”, indicó.
Salvo la actividad hidrocarburífera, donde se ve un crecimiento, señaló que “en el resto estamos mal”.
Finalmente se refirió al endeudamiento de la provincia en 200 millones de dólares, para obras de infraestructura que no se están realizando. “Seguramente muchos de nosotros lo aplicaríamos de forma distinta, pero urgentemente lo que vayan a hacer en infraestructura, lo tienen que hacer, porque las obras se traducen rápidamente en actividad económica. Es muy importante que se pongan en marcha esas obras, si bien yo invertiría en más desarrollo y en obras de crecimiento como el puerto de Río Grande”, expresó.
Volviendo al incentivo y acompañamiento a las pymes, dijo que “lo fundamental es cambiar nuestra forma de pensar. Un crédito no hace a un empresario ni a una empresa, hay otros factores para investigar que llevan tiempo, y vamos a cambiar si trabajamos en serio. En Buenos Aires tuvimos conversaciones con distintas áreas de gobierno y de esto tiene que salir algo. Estamos dispuestos a escuchar, a que vengan a colaborar. El viernes hubo reunión con distintas cámaras porque la preocupación por la coyuntura es muy importante. En temas de desarrollo, en Tierra del Fuego estamos en el jardín de infantes. Nuestra historia ha sido esperar que otro nos solucione los problemas, pero nadie lo va a hacer si no ponemos manos a la obra nosotros mismos”, concluyó.
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