Península Mitre y esa maravillosa tierra que aprendió a cuidarse sola

Organizaciones sin fines de lucro buscan que Península Mitre, uno de los lugares más imponentes de Tierra del Fuego, sea declarada área protegida por el Estado Provincial. En 1990 fue la primera vez que se presentó un proyecto de protección y, desde el 2003, ha tenido estado parlamentario cuatro veces. Sin embargo, hasta el momento, no se han logrado avances. Darío Urruti, gran conocedor del área, dialogó con Radio Universidad (93.5) en donde brindó detalles de este sector de la provincia que, en sus 300 mil hectáreas, se encuentran lugares únicos que deben ser protegidos. La sociedad “movilizada”, la esperanza de los ambientalistas.

RÍO GRANDE. – Las 300 mil maravillosas hectáreas que componen Península Mitre reclaman desde 1990 que se declare su protección. Fue en ese año cuando la legislatura fueguina recibió el primer proyecto que buscaba declarar como “área protegida” a este auténtico lugar. Sin embargo, desde el 2003 que el pedido ingresa a comisión y aún continúa esperando su oportunidad de tratamiento.

Darío Urruti, gran conocedor del área, dialogó con Radio Universidad (93.5 MHZ) en “Dos Preguntan” en donde comentó el trabajo que se encuentran llevando a cabo junto a diversas organizaciones para que el proyecto tome estado parlamentario de manera seria y concreta. “Es muy grande el sector que estamos intentando proteger. Para eso hicimos en Río Grande y Ushuaia una reunión con el objetivo de continuar pidiendo la preservación de Península Mitre. Para ello, llevamos al antropólogo Martín Vázquez con amplia experiencia en la región de hecho fue quien estuvo a cargo de este hallazgo arqueológico en Punta Donata en diciembre del año pasado. También estuvo presente Daniel Martini, un geólogo de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego que fue a explicar que la Península Mitre es el libro donde se lee la geología de otras regiones de la provincia, pero allí está expresada la geología que les permite saber cuál es la riqueza que está remotamente. Dónde puede haber materiales interesantes para la economía como el petróleo y el gas, pero en otras regiones y no en Península Mitre porque el carácter de área protegida estable que son sectores de uso no extractivo y también son áreas donde el Estado tiene que tener activa participación en la protección”.

Según explica Urruti, “Península Mitre tiene un patrimonio cultural e histórico de los pueblos originarios, de los hombres blancos que vinieron después en barcos cuyos restos coronan como un rosario toda la costa atlántica de la Península Mitre. Es un rosario uno al lado del otro. Por supuesto que los restos no están a la vista, pero algunos están por debajo del mar. Tiene un altísimo valor de preservación natural porque la isla de Tierra del Fuego tiene el 90% de los turbales que hay en Argentina y dentro de Península Mitre está el 90% de los turbales de la provincia. Son amplísimas zonas de humedales y turbales que preservan el agua dulce y el agua que hace falto el intercambio con la atmosfera y este es un importantísimo sitio de preservación del agua en el recurso fósil que es la turba”.

“Es un amplio sector de 300 mil hectáreas que arranca por el norte sobre el Atlántico en la estancia María Luisa en el norte; da toda la vuelta y ve la isla de los Estados en la punta y regresa por el Canal Beagle hasta la estancia Moat. Es un sector muy grande donde no hay presencia policial y tampoco hay presencia humana, es muy escasa. Posee valores que deben ser custodiados y tutelados por el Estado. No sabemos si va a ser reserva estrictamente provincial o en conjunto con parques nacionales. Es un área muy grande y difícil de controlar, pero tenemos la ventaja de que tiene dos accesos: el terrestre por la costa norte y por el sur por la estancia Moat que también tiene propiedad privada. Por supuesto que hay reclamos de tierras adentro, pero eso serán temas que tendrán que hablar con los dueños de la tierra que es el Estado provincial”.

En este sentido, remarcó que “si creas un área protegida, debes controlarla. Queremos que nos diga el Estado después de analizar cuáles son las áreas, valores, recursos a proteger, por dónde pasar, para dónde no pasar y cuál es el área que se puede mostrar. Esto no sirve cerrarlo para que nadie entre. Se pretende que se pueda ver, pero sin causar daño. Esto ni tiene tutela provincial porque está lejos. Península Mitre se ha cuidado sola por la lejanía que tiene de los centros poblados. Se cría sola porque corre más rápido del tipo que la quiere atrapar. La marea en esa zona es extrema. Son muchos metros de desnivel lo cual provoca muy largas cuando está baja. Pero cuando está alta pega el agua sobre los acantilados y te puede dejar del otro lado de algún río. Es muy interesante el recorrido de esa zona y nos parece que tenemos que guardarla para generaciones futuras”.

En diálogo con Radio Universidad (93.5) explicó que “nosotros apoyamos es un proyecto que ya está en la Legislatura. En 1990 fue la primera vez que se presentó un proyecto de protección de área protegida y desde el 2003 ha tenido estado parlamentario cuatro veces: entra el proyecto, duerme en la comisión, nadie lo toma como propio ni le da tratamiento y pierde estado parlamentario. Esto ocurre porque es una zona que está muy lejos; los legisladores probablemente hayan sido temerosos de dar tratamiento a esta ley antes de que estuviera la ley de aguas pero como ya está vigente la ley de bosques y de agua, y ya se determinó cuáles son los sectores productivos de esa zona que están fuera del área que pretendemos proteger y se han dado cuenta que la turba que está ahí es muy importante pero no tiene valor extractivo y se han dado cuenta que el bosque que vale la pena ser explotado, está fuera del agua cuyos límites se estableen en el proyecto actual por lo tanto no hay discusión con los madereros y los turberos porque la provincia entró con sus científicos a estudiarlo y se dieron cuenta que no es de valor comercial pero sí de altísimo valor ambiental. Es una maravilla natural. Esto también ayuda que hay una sociedad movilizada. Somos ocho ONGs que estamos juntos haciendo fuerza, aunque tenemos distintas miradas. Hay asociaciones ambientalistas, la cámara misma de turismo de Tierra del Fuego. Por eso estamos pidiendo que cuando entre en tratamiento en comisión seamos convocados para que cada cual diga lo que tiene para decir sobre ese lugar y entre todos empujando en ese sentido.”

El asunto 327 está radicado en la Comisión N°3 de la Legislatura Provincial. “Quizá el proceso de tratamiento no arranca tan rápido. Para un legislador es muy importante saber que hay gente empujando detrás de cada proyecto. Hay un valor único en la provincia y lo han dicho los mismos técnicos de gobierno, no nosotros”, finalizó Urruti.