Los responsables de las empresas Líder y Montiel expresaron su rechazo a que se permita sumar a la empresa de transportes El Castor SRL para cubrir el servicio que une a las tres localidades fueguinas. Expusieron una merma de la demanda del 40 por ciento, que no permite el ingreso de un tercer actor, si bien negaron un lobby en su contra.
Río Grande.- Los responsables de las empresas Líder y Montiel, que unen las tres localidades fueguinas con frecuencias diarias de media distancia, rechazaron la pretensión de la empresa El Castor SRL de incorporarse como tercer actor, ante una caída del mercado del 40 por ciento, que no permitiría la supervivencia de todos.
La firma con base en Ushuaia se constituyó el 29 de marzo de este año, de acuerdo al registro de datos no está inscripto todavía como empleador, y estaría ofreciendo viajes gratuitos como promoción, todavía pendientes hasta que se autorice desde el área de Transportes su incorporación.
Desde Transporte Montiel destacaron una trayectoria de “26 años” en la provincia, en tanto la empresa Líder lleva 20 años prestando el mismo servicio. Ambas tienen un promedio de ocho salidas diarias, con entre 16 y 18 vehículos, sin ningún tipo de subsidio como ocurre con el transporte urbano.
“Después de tanta lucha, cuando ni siquiera existía Transportes de la provincia, hoy estamos viendo que quieren ingresar de prepo”, dijo Montiel de esta empresa capitalina.
Dio cuenta de una baja de la demanda “de un 40 por ciento” y dijo que “no es muy difícil darse cuenta del momento económico grave que estamos viviendo. Ya no hay cómo escaparle a los gastos y no sabemos por qué esta gente tiene tanto interés en trabajar en un lugar donde más no podemos meter”, planteó.
“Tenemos familias que viven de esto, choferes, operadores, y no nos da el presupuesto”, aseguró, estimando que entre ambas empresas hay “más de cien personas ocupadas en la provincia, contando los proveedores. El mercado no nos está dando y hay gente que trabajó con nosotros que sabe que el mercado no da para tanto”.
Dijo que los propietarios de El Castor “son bolivianos, aparentemente radicados en Tierra del Fuego” y considera que “hay un capricho” por incorporarse a competir en este rubro.
“La demanda bajó mucho porque la gente tiene su vehículo y no viaja tanto como antes. A veces van tres, cuatro pasajeros, pero el mantenimiento de los vehículos y del personal es todo el año. Todo se hizo a pulmón, sin ningún crédito del gobierno. Hemos comprado camionetas nuevas y tenemos que pagar esos créditos, que son personales”, indicó de las inversiones permanentes.
Por su parte Víctor Centurión, de la empresa Líder, negó las acusaciones de lobistas que lanzaron desde esta firma de Ushuaia. “Me parece raro que esto se largue ahora. En estos 15 días estas personas están yendo por todos lados. No sé qué responsabilidad tiene el gobierno o el área de Transporte, porque dicen que ellos tienen todo preparado, pero que Transporte no les da la habilitación y no les explican por qué. Ellos dicen que los están parando Líder y Montiel, pero no tenemos nada que ver nosotros”, afirmó.
Montiel mencionó que “hace dos meses Transporte pidió información para hacer una estadística de los pasajeros que viajan”. El área gubernamental les habría autorizado dos salidas diarias, de ida y vuelta, “pero ellos quieren todo y más horarios. Ya nosotros nos cruzamos con Líder y también vemos cómo está la situación”.
El costo del pasaje de ida y vuelta actualmente es de 570 pesos en ambas empresas, y El Castor pretendería ingresar con valores muy inferiores.
Diego Barrera, de la firma Montiel, señaló que “ellos arrancan mal, por la competencia desleal que nos quieren hacer. Prometen un servicio diferente y dicen que tienen un parque automotor cero kilómetro, pero nosotros también tenemos nuestro parque automotor nuevo y hemos comprado vehículos cero kilómetro. Cuando iban a arrancar, ofrecieron una promoción de tres días gratis, con una competencia totalmente desleal. Después hablan de pasajes de 200 pesos o de 250 pesos de Ushuaia a Río Grande, y de 100 pesos a Tolhuin, y llaman la atención esos números. Nosotros tenemos el mismo boleto con Líder, por los costos operativos, pero no hay un preacuerdo para hacer lobby, sino que vemos los costos que tenemos. Tenemos al día a la gente que trabaja con nosotros, y están todos en blanco. Es un capricho caro, porque dos personas de esta empresa estuvieron con Líder y otras dos con Montiel y conocen perfectamente el mercado, saben perfectamente que hay un promedio de seis meses donde se trabaja medianamente bien, y otros seis meses en que hay que bancar económicamente la baja. No sabemos el interés de entrar a pérdida y romper el mercado”, cuestionó.
Calculó que con tres empresas con igual cantidad de salidas diarias, “serían 32 salidas y mínimamente tendríamos que llevar ocho personas por viaje”, para cubrir los costos. “Es una locura total, porque tendrían que viajar más de 250 personas por día, es más que un avión, y es imposible. Una de las empresas cerraría”, advirtió.
Apuntó que “en Ushuaia ellos tienen el transporte urbano a Andorra, al Parque, al Lago. Tienen la venia no sé de quién para entrar en todos lados. La verdad que me huele mal el interés ahora de entrar a romper un mercado, y si es de ellos o hay alguien detrás. Justamente ahora en esta elección se destapa todo esto”, planteó como duda.
Montiel aclaró que “esto lo tiene que habilitar Transporte de la provincia y el gobierno, que no lo está avalando todavía y está viendo lo que pasa. Están regulando el mercado”.
Sin subsidio
Consultados sobre las razones por las que no pueden acceder al subsidio al combustible que tienen otras empresas, Montiel dijo que “pagamos mil pesos por día de gasoil pero dicen que no corresponde subsidio por la capacidad de pasajeros. Nosotros llevamos muchos discapacitados mensualmente y es obligación no cobrarles, tampoco al acompañante, por ley nacional”.
Centurión estimó que “por mes llevamos el equivalente a 28 mil pesos, por la ley 48 -de discapacidad-, esto sacado con papeles y fotocopias de los boletos”, por lo cual son unos cien pasajeros mensuales por tramo y equivale al 40% de la facturación, dado que ronda los 70 mil pesos la recaudación mensual neta. “Nosotros cumplimos y en una camioneta de 19 pasajeros, hay que reservar dos asientos. Si suben cuatro discapacitados, más acompañante, se complica porque tenemos problemas de espacio para las valijas, y la gente que va a tomar un vuelo no va con una valijita sino con valijones. Antiguamente nos permitían los carritos pero hoy no se pueden usar, según dice Transporte de la provincia. Si a un discapacitado le negamos el pasaje, tenemos problemas. Nosotros hacemos todo lo que nos piden y todo está hecho a pulmón”, subrayó, sobre una situación a considerar, dado que se exige el cumplimiento de una ley pero no hay contraprestación con un subsidio, como con los demás transportes.
Terminal de ómnibus
Por otra parte, se los consultó sobre la situación con la terminal de ómnibus de Río Grande, y Montiel aseguró que “estamos mal, porque pagamos tasas de tres pesos por pasajero en Río Grande, y eso lo paga la empresa, pero no estamos en la terminal. No podemos trabajar ahí adentro porque nos dieron un box donde era la salida de emergencia y no entra nadie”.
Por las dimensiones, no llega al tamaño de un baño: “La oficinita era de un metro y medio por un metro y medio, porque las empresas más grandes están adelante. Yo sigo pagando porque nos obligan a pasar por la terminal y poner un sello, pero no hay personal para sellar la guía y la tenemos que sellar nosotros. Nos dejan el sello para que lo pongamos nosotros, y no es serio. La oficina, que ya era chica, la terminaron de achicar, porque no hay más baño, no hay luz, y no sabemos qué pasaría en caso de accidente, porque está sobre lo que era una estación de servicio”, subrayó.
Recordó que el concesionario de la terminal “era funcionario de la ex gobernadora Fabiana Ríos, estuvo un tiempo en Vialidad, después en el puerto de Ushuaia. Ahora no se lo ve más y se cambió de empresa. No sabemos quién es ahora el responsable, porque no tenemos ningún contrato en la mano, pero igual se pagan tres pesos por pasajero, por un servicio que no se presta. Es una vergüenza cómo está el lugar, lleno de palomas adentro, con un olor que no se aguanta, con los cables cortados”, describió de esta infraestructura presentada como un logro en la gestión anterior.
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