Se trata del geólogo Federico Ponce, integrante del Laboratorio de Geomorfología y Cuaternario en CADIC-CONICET. La campaña está enmarcada en la misión denominada “Operación Icebridge” dirigida por la NASA, que consiste en sobrevolar áreas polares para conocer cada vez con más precisión sus características físicas y medir la variación anual en el espesor del hielo marino y continental. Estos datos son complementarios a observaciones realizadas por satélites de la NASA.
Desde 2009 se realizan campañas para sobrevolar la Península Antártica con base el aeropuerto de la ciudad de Punta Arenas (Chile). Este año los vuelos se realizan desde el Aeropuerto Malvinas Argentinas de Ushuaia.
La aeronave es un P3 especialmente preparado para transportar sofisticados equipos de geofísica y topografía, más un grupo de científicos de esa organización estadounidense, a los que se suman invitados argentinos para compartir la experiencia.
El vuelo toma unas ocho horas en total, con 4 horas efectivas de sobrevuelo de la Península Antártica, con el propósito de relevar datos a lo largo de la transecta recorrida y regresar al punto de partida sin aterrizar en el continente blanco. Los vuelos están sujetos a las condiciones meteorológicas para poder garantizar visibilidad y seguridad.
La misión utiliza instrumentos para medir características tales como el límite entre el hielo marino y el continental, la cantidad de nieve acumulada, el espesor del hielo marino, monitorear la evolución de fisuras en las barreras de hielo y los glaciares, como así también determinar las características del continente propiamente dicho. Para llevar a cabo estas mediciones la aeronave disminuye la velocidad y la altura que mantiene mientras cruza el Pasaje de Drake.
“Tuve la oportunidad de ver cómo trabaja un equipo de la NASA y qué instrumentos utilizan. En la mayoría de los casos son instrumentos de geofísica disponibles en nuestro país, incluso en el CADIC, pero la magnitud de los utilizados en esta misión es muchísimo mayor” explicó el Dr. Ponce, investigador CADIC-CONICET. “Nunca había visto en funcionamiento este tipo de instrumentos desde el aire, por ejemplo el georadar, capaz de mostrar en detalle el espesor del hielo marino o el equipo de topografía laser capaz de medir el relieve de la superficie del hielo con una detalle del orden del centímetro”, continuó el investigador.
Los datos relevados permiten conocer las características de las rocas que se encuentran por debajo del hielo y la variación anual en el espesor del hielo antárctico.
Otro aspecto importante es que se pueden tomar fotografías desde puntos de observación no habituales y en el caso del vuelo en el que participó Ponce se llegó a los 76º de latitud, a lo largo de la costa del Mar de Weddell, regresando por una ruta sobre la Península Antártica propiamente dicha.
La aeronave permanecerá en el aeropuerto local hasta fines de noviembre e intentará completar las misiones previstas a las que se sumarán otros invitados argentinos tanto del CADIC como del Instituto Antártico Argentino.
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