El presidente de la Cámara de Transporte de la provincia, Darío Loreto, negó que el congelamiento de salarios sea la solución para bajar los costos del transporte, como está pidiendo AFARTE. Afirmó que la mitad de las empresas transportistas son de fuera de la provincia y no emplean mano de obra local, planteando la necesidad de ordenar esta situación y generar un derrame que reactivará la economía. También proponen un puerto de descarga en la zona sur, para que los barcos que parten de China lleguen directamente a la provincia, por el alto costo y la demora del cabotaje marítimo desde Buenos Aires.
Río Grande.- El presidente de la Cámara de Transporte, Darío Loreto, sentó su postura por Radio Universidad 93.5 frente a la pretensión de AFARTE de que se congelen los salarios de los camioneros, tal como ocurrió con los metalúrgicos.
“Hace un tiempo estamos en negociaciones con el sindicato y, antes de ponernos a hablar de salarios tenemos que generar más mano de obra en Tierra del Fuego”, dijo, y planteó que “eso significa que las industrias se comprometan a contratar más transportes de Tierra del Fuego y no dejar que entren transportes de otras provincias, que están usando los beneficios de IVA y Ganancias de nuestra provincia”.
“Estamos en un 50 y 50 por ciento entre los transportistas de acá y los de afuera, que trabajan con los beneficios de nuestra ley. Muchas de estas empresas no se han radicado, tienen el domicilio de alguna casa que alquilan y lo usan como domicilio fiscal. Hay muchas cosas para corregir, por eso estamos trabajando junto con el sindicato, con AFARTE y el gobierno provincial”, sostuvo.
“Necesitamos regularizar esta situación. En el parque provincial, hay entre 30 y 40 camiones parados de empresas locales. Esto significa que no hay mano de obra ni derrame en la provincia. Esto se tiene que resolver antes de hablar del congelamiento de los salarios de la gente. Hay provincias donde baja el trabajo y vienen directamente acá, y queremos que compitan en igualdad de condiciones, que la gente sea de acá, porque si el empleado no es de Tierra del Fuego, el derrame no va a ser para la provincia”, manifestó.
La diferencia de costos por kilómetro, comparando Buenos Aires-Río Gallegos, con Buenos Aires-Tierra del Fuego es mínima, aseveró, del orden del “1,8% más por kilómetro. Es decir que no hay diferencia. Todas las industrias de la provincia, las electrónicas, las plásticas, todas sin excepción, trabajan con open book -a libro abierto- con las empresas radicadas en la provincia. Eso significa que ellos ven todos nuestros costos, saben cuánto pagamos de chofer, de cubiertas, de combustible, de renovación de unidades. Dicen que los costos logísticos son altos, pero no tienen que ver con el transporte sino con un montón de cosas adicionales que se le agregan, como la seguridad, porque los camiones salen de Tierra del Fuego y toman custodia en Río Gallegos hasta Buenos Aires. Esa custodia casi duplica el valor del transporte”, subrayó.
Hay más de mil camiones en la provincia preparados para prestar el servicio, sin necesidad de recurrir a empresas de afuera: “Somos 37 empresas de la provincia. Cantarini tiene 400 camiones, Vesprini tiene 400 también, así que debemos andar en los 1.500 camiones”, estimó.
Consultado sobre el costo del flete, dijo que “de Buenos Aires a Tierra del Fuego ronda entre 85 y 90 mil pesos, el tramo de venida. En el ida y vuelta compensamos y, si bajamos con 85 ó 90 mil pesos, subimos con 45 mil. Son 130 mil pesos la ida y vuelta más o menos, para un camión de 25 toneladas. Pero no es lo mismo llevar plásticos o telas, porque la seguridad se toma en Cañuelas, en la provincia de Buenos Aires. Si van con electrónicos, algunos toman custodia en Río Gallegos y se pierde un día de viaje”, contrastó, exponiendo que la inseguridad en el norte del país juega un rol fundamental en materia de costos.
Loreto denunció una “competencia desleal” de las transportistas de fuera de la provincia, “porque están usando nuestra ley en su beneficio. Cobran poco para venir a Tierra del Fuego, porque usan la facturación para bajar ganancias del norte. Eso es competencia desleal. Si ellos estuvieran instalados como nosotros, cobrarían igual. Por eso tenemos que hablar de las condiciones”, insistió.
“Hoy tenemos una fecha de vencimiento para nuestra ley, que es el 2023, y tenemos que empezar a contarnos las costillas entre nosotros y trabajar mancomunadamente, para demostrar que nuestra promoción industrial realmente vale la pena sostenerla. La gobernadora fue clara cuando nos convocó a trabajar en esto y cada sector tiene que dar su parte, pero hay que trabajar con sinceridad para llegar a algún lado”, reclamó, como política provincial.
“Hay muchas empresas locales que tienen camiones parados y eso generaría mano de obra. Son empresas de Tierra del Fuego, pero cada vez que voy a Río Grande veo entrar un transporte nuevo, que no es de la provincia. Estamos trabajando para regular esto, antes de congelar salarios. Si las empresas y los empleados son de Tierra del Fuego, la economía local se va a ver favorecida”, reiteró.
Comparó la situación con las petroleras, “que tienen un 70 por ciento de mano de obra de afuera y un 30 por ciento de acá. También estamos en el ámbito petrolero, tenemos acuerdos con ellos y ayudamos para generar mano de obra. Si no ponemos todos un granito de arena, es difícil que lleguemos a algo. Tenemos que dejar la mezquindad de lado y demostrar que nuestra ley de promoción realmente es sustentable”, sentenció.
Transporte marítimo inviable
Dadas las condiciones actuales, abaratar costos por transporte marítimo no es viable, en tanto la mercadería siga pasando por Buenos Aires antes de llegar a Tierra del Fuego, por lo cual también hay una propuesta del sector.
“Se generó un cuello de botella en Tierra del Fuego para el transporte marítimo porque todos los buques que antes venían directo desde Asia, tardaban entre 40 y 45 días en llegar a Tierra del Fuego, haciendo trasbordo en Brasil. Hoy el trasbordo se hace en Buenos Aires para promocionar la marina mercante nacional. El barco viene desde China, descarga en Buenos Aires, y de ahí se carga en un barco de bandera argentina y se trae a Tierra del Fuego, para promocionar la marina mercante nacional supuestamente”, explicó.
“Esto genera un cuello de botella, porque ahora el contenedor tarda entre 60 y 70 días en llegar desde China a la provincia. Antes, con el trasbordo en Brasil, tardaban 45 días. Los 15 ó 20 días de más que se pagan, son costos que no se pueden solventar, y es lo que están diciendo las industrias”.
“La única manera de sostener un costo bajo es pagando la mercadería y teniéndola de inmediato. Si tarda 60 ó 70 días en llegar un contenedor, lo que hacen las empresas es traerlos por vía terrestre, porque en tres días están acá, saliendo desde Buenos Aires, y esto baja el costo financiero al no tener la mercadería en stand by”, expuso.
“Hoy un flete de China a Buenos Aires cuesta 2.500 dólares, y el flete de Buenos Aires a Tierra del Fuego cuesta 2.800 dólares, mientras que el camión de Buenos Aires a Tierra del Fuego cuesta 3 ó 4.000 dólares, y es preferible antes que la naviera”, indicó, por el ahorro de tiempo que también implica dinero.
“Hay que cambiar la matriz. Yo toda la vida trabajé en la parte portuaria y estoy proponiendo a la provincia que vayamos a Nación con un proyecto, para que los fletes de China vengan directamente a la provincia, con un puerto de trasbordo en la zona de Moat. Es una inversión menor para poder descargar, mientras que pensar en el puerto de Río Grande es mucho el costo y hay problemas con los vientos continuos. Las navieras no quieren ir ahí por el riesgo para operar. No es un problema de calado, sino operativo”, dijo.
“Hoy el único puerto de cabecera en la Argentina es el puerto de Buenos Aires. Nosotros estamos en el extremo del mundo y sería una buena ventaja crear un puerto de trasbordo en Tierra del Fuego. Ya presentamos el proyecto a la Dirección Provincial de Puertos hace muchos años, y luego hay que generar que el trasporte terrestre sea de Tierra del Fuego, para generar una economía regional real”, instó.
Aduana con avances
Respecto de los costos aduaneros, dio cuenta de algunos avances. “El jueves tuve una reunión con el administrador de Ushuaia y ya veníamos hablando con el administrador de Río Grande, que ha tenido mucha predisposición. Generamos una agenda de trabajo y hoy tenemos buenos resultados, porque se agilizó la salida de contenedores del puerto y se trabaja de otra manera. Ellos están trabajando en un sistema de verificación más rápido para las cargas de Tierra del Fuego. En un mes, realmente hicimos un montón. Esto reduce costos, porque cuanto menos tardemos nosotros en retirar los contenedores, el costo siempre va a bajar”, manifestó.
No al congelamiento
Finalmente reiteró la oposición al congelamiento de sueldos, como plantea el presidente de AFARTE Federico Hellemeyer para todas las prestadoras de servicios de la industria. “Si nosotros generamos un derrame en la provincia, ningún sindicato va a necesitar congelar los salarios, y la provincia va a recaudar más impuestos. Es un derrame genuino. En estas cosas tenemos que trabajar y el sindicato de Camioneros está muy predispuesto a trabajar en esto con nosotros”, aseveró.
Actualmente hay unos 2800 empleados del sector de transporte, de acuerdo a la base de datos del sindicato de Camioneros, y el problema del transporte foráneo no se reduce a la industria, dado que los grandes supermercados tampoco utilizan transporte local. “Esto no se tuvo en cuenta en los acuerdos de precios que realizó el gobierno.
Estas empresas tampoco son de Tierra del Fuego, y habría que hacer una negociación más grande. Deberían ver qué le dejan a la provincia, ya que vienen y reciben beneficios”, concluyó.
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