El secretario de Desarrollo e Inversiones informó sobre la nueva colocación financiera con los fondos del endeudamiento de 200 millones de dólares. Se trata de una renovación de las letras del tesoro que vencieron en diciembre, por más de cien millones de dólares, y generarían en tres meses un interés de 650 mil dólares. Queda un remanente en la cuenta de 33 millones que serían colocados a corto plazo, hasta que comience el plan de obras aprobado hace más de un año, en diciembre de 2016.
Río Grande.- A un año de la autorización legislativa para emitir bonos por 200 millones de dólares y con los procesos licitatorios del menú de obras previstas para la provincia sin concluir, el gobierno decidió continuar con colocaciones financieras para que no se devalúen los fondos provinciales por la demora en el inicio de las obras.
Esta semana se publicó en el boletín oficial de la nación la información sobre la emisión de una letra por más de cien millones de dólares, en la que invierte la provincia con la expectativa de obtener intereses en tres meses de unos 650 mil dólares, y aseguran que es la opción que mejor garantiza ganancias, de todas las del mercado.
Así lo explicó el secretario de Desarrollo e Inversiones de la provincia Leonardo Zara a FM La Isla: “Se trata de una resolución del Ministerio de Finanzas de la Nación, y está relacionada con el Banco Central, porque es una resolución que autoriza a la provincia a comprar letras del tesoro nacional -letes-. Por ese instrumento lo que hace la provincia es invertir fondos para lograr una renta, resguardando el capital y obteniendo una ganancia. En este caso fue una letes, por recomendación del BTF, que es nuestro agente financiero”, sostuvo.
Subrayó que no se trata de un préstamo sino que “es una inversión de la provincia, y es plata de la provincia. No es nueva deuda sino completamente al revés. El que toma la deuda es el tesoro nacional, vendiéndonos una letra a la provincia, por la cual nos va a pagar interés. Nosotros estamos invirtiendo, no nos estamos endeudando, porque no somos el emisor de la letra, que es el tesoro nacional. Nosotros somos el inversor que la compra”, expresó.
Dijo que en rigor se trata de la “renovación” de una colocación previa, con algunas variaciones: “En diciembre pasado ya hicimos esta operación y son operaciones de rutina, que forman parte de la colocación de fondos de la emisión de títulos por los famosos 200 millones de dólares destinados totalmente a infraestructura, y así lo aprobó la Legislatura. Entre esas obras está el tendido de fibra óptica, el microestado, la ruta del Atlántico. Son obras que estamos impulsando desde hace más de un año”, señaló.
“En diciembre hicimos el cálculo de lo que íbamos a necesitar en lo que queda de 2017 y en 2018 para pagar obras de infraestructura, pero los plazos de ejecución son largos y esos fondos no se van a usar inmediatamente. Lo que se recomienda es invertirlos, tenerlos a resguardo, sea en un plazo fijo, o en este caso en letes, para ganar interés. Con esto se evita cualquier problema que haya por el tipo de cambio, por el aumento de precios de la construcción. Es una práctica completamente habitual y hay que hacerla, porque es responsabilidad del gobierno cuidar esos fondos”, manifestó.
Invirtiendo en Nación
Frente al menú de opciones del sector público y privado, el gobierno fueguino optó por la alternativa de nación: “La provincia pone en efectivo cien millones de dólares y el Banco Central emite una letra a una tasa de 2,65% anual. En 90 días vence esa letra y el tesoro nacional nos devuelve los cien millones de dólares del capital que invertimos, más el interés ganado, que van a ser unos 650 mil dólares de ganancia. Dividido en trimestres, es un 0,65%”, calculó.
“En diciembre ya hicimos esta operación, venció la letra el 15 de diciembre y esta nueva letra se vence en marzo. Lo que hicimos fue renovarla y reinvertir. En diciembre recibimos el capital más el interés que ganamos, que fue alrededor de un millón de dólares. Esto lo reinvertimos, decidimos comprar esta letra y separar una parte en base al cálculo que hizo el Ministerio de Obras Públicas para lo que se va a desembolsar en el primer trimestre. Esta plata tiene un destino único por ley que son las obras de infraestructura que figuran en la ley; y no se pueden invertir en otra cosa”, aseveró.
Pequeñas obras
Se le preguntó si hubo alguna utilización para el pago de obras de los 200 millones de dólares colocados hace casi un año y respondió que “fue muy mínima, para el pago de obras relacionadas con las plantas de tratamiento. El 70% de las obras que están en la ley ya están licitadas y listas para adjudicarse, está publicada la licitación de la red de fibra óptica, está por adjudicarse la obra de la ruta 30 en complemento de la ruta J, pero no empezaron a pagarse certificados de obra”.
Consultado sobre el destino de los intereses que generan estas colocaciones financieras, dijo que “queda enmarcado en las obras que están en la ley, pero se puede ir a la Legislatura a pedir una nueva obra para destinar parte de esos fondos. Los intereses tienen que ser reinvertidos en obras de infraestructura y se pueden ampliar esas obras. Por ejemplo, cuando colocamos los fondos, el dólar estaba a 15 pesos y, cuando llegó a 17 pesos, quedamos muy por encima de lo que fue la inflación en la construcción; entonces lo que hicimos fue ampliar el presupuesto y pedir más obras en la Legislatura. Así sacamos las obras de redes de gas para margen sur, Andorra y demás, que se integran a la ley de obras”.
“Las obras de las plantas de tratamiento ya están ejecutadas, y esto ya estaba estipulado en la ley original”, dijo de las únicas que se llevaron a cabo en un año y destacó que “el millón de dólares de intereses ganados en diciembre va incrementando nuestra posición en dólares”.
Respecto de cuánto le queda a la provincia de los 200 millones de dólares, indicó que “después de devengar los gastos de comisiones y garantía que se pone al principio y se devuelve cuando se termina de pagar el bono, quedaron unos 189 millones de dólares; y hay cuatro millones y medio de dólares en una cuenta de reserva del fideicomiso que se reintegra al cancelar el bono. De esos 189 millones, en diciembre hicimos dos colocaciones. Habíamos colocado unos 117 millones dólares que vencieron en diciembre, y unos 51 millones que colocamos a marzo”.
“Esos 117 millones que vencieron en diciembre los reinvertimos en esta letra de 100 millones, porque se separó una parte para pagar obras en el primer trimestre y en realidad recibimos 118 millones, por los intereses”, observó.
“Probablemente le demos instrucciones al banco para hacer una nueva inversión de corto plazo por los 33 millones que quedan en la cuenta -que hasta ahora no fueron invertidos-. A medida que las letras van venciendo, nosotros las cobramos junto con el interés, vamos separando una parte para pagar obras y el resto se reinvierte en nuevas letras, para mantener el capital a resguardo y ganarle al aumento de precios. Es multiplicar los dólares que hay en la cuenta y hay mecanismos financieros que permiten ganar plata a los inversores. Es una operación de rutina, bastante sencilla y habitual”, insistió.
Lo cierto es que sumando los 117 millones de la primera colocación, los 51 millones de la segunda letra que vence en marzo, y el remanente de 33 millones que Zara dice que están en la cuenta, la cifra total es de 201 millones de dólares, cuando habían quedado 189 millones luego del descuento de comisiones y garantía. Aun contando intereses, los números no cierran y, cuanto menos, no se aprecia ningún desembolso en obras en todo el año 2017.
“En unos días va a salir otra letra donde reinvertiremos esos 33 millones de dólares que quedan, a corto plazo. Probablemente el plazo sea más corto porque la plata la vamos a necesitar antes y, si está invertida, no se la puede usar hasta que la letra no vence. Es como un plazo fijo”, expresó.
La mejor opción
Respecto de si existe alguna opción más rentable que las letes, Zara sostuvo que “el menú siempre es muy amplio y estos últimos meses el BTF optó por la inversión más conservadora, más segura y a más corto plazo, porque cuando uno tiene obras en ejecución puede tener una erogación que se adelanta y se necesita la plata. Uno no puede dejar el dinero inmovilizado un año. Son letras a 30, 60 ó 90 días, que aparte están rindiendo mucho mejor que los plazos fijos, porque los plazos fijos en dólares están pagando entre el 0,5 y el 1% anual. Las letes están pagando entre 2,6 y 2,8%, e inclusive hay letras a 180 días que pagan más del 3%. El banco eligió lo mejor para la provincia, para que la plata esté resguardada. Se puede seguir diversificando y esa es una decisión del Poder Ejecutivo junto con su agente financiero”.
No más deuda
Finalmente se le preguntó si se analiza tomar nuevo endeudamiento, y lo negó. “No está previsto. El endeudamiento de los 200 millones de dólares tenía un destino específico, fuimos a la Legislatura con algo muy claro y hoy el objetivo es concluir con eso, que va a ser bastante y va a generar una transformación muy importante, porque son obras de infraestructura muy grandes. Sería una irresponsabilidad pensar en salir a tomar deuda para hacer otras obras justo ahora. Realmente no es necesario ni es el objetivo. Queremos ejecutar esto lo más rápido que podamos y que las obras empiecen a verse”, concluyó.
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