El delegado de la UDAI Río Grande defendió la reforma jubilatoria aprobada en la Cámara de Diputados y lamentó las críticas en su contra de los delegados de la UOM, durante el cacerolazo. Destacó que con la nueva fórmula de cálculo, los jubilados no perderán frente a la inflación y abrió la posibilidad de modificar la ley, si se constata que se cometió un error.
Río Grande.- El delegado de ANSES en esta ciudad, Dr. Fermín Randón, defendió por FM Aire Libre la reforma jubilatoria y respondió a las críticas a su persona de los delegados de la UOM, durante el cacerolazo organizado en la ciudad en la esquina de San Martín y Belgrano. Allí hubo críticas a los diputados oficialistas Stefani y Roma, por votar por la afirmativa, y también aparecieron carteles contra Randón, reprochándole que no da la cara.
“Yo tengo una posición muy definida y, cuando estos conflictos se elevan al nivel que se elevaron, los que estamos en la función pública tenemos que aprender a tolerar que nuestro trabajo puede ser criticado por una parte de la sociedad”, planteó, aunque observó que “las críticas tienen que ser funcionales y técnicas. No tengo nada contra la gente que me critica y puedo convivir en la diversidad, pero me molestó, porque a cualquiera le puede molestar que digan algo de uno. Estoy aprendiendo de a poco a tolerar las críticas a mi trabajo, pero no me parece justo el reproche y no creo que los delegados de UOM sean justamente los que me pueden achacar que no damos la cara, porque todo el año hemos estado yendo a la empresa. Hemos ido a atender a los trabajadores en su puesto de trabajo, y son más de uno los delegados que vienen todos los días a verme a la oficina por cuestiones que tienen que ver con ANSES. Jamás les hemos cerrado la puerta ni hemos dejado de dar explicaciones de nuestro trabajo”, aseguró el funcionario y referente del PRO.
“Cuando uno se manifiesta tiene que ser justo y crítico, no subjetivizar. La protesta está clara y es una posición con relación a la aprobación de la ley de movilidad. Ahora, plantear cuestiones personales, es iniciar un camino de violencia que después lleva a lo que vimos en el resto del país”, advirtió.
“Yo soy muy respetuoso de la protesta y vengo de trabajar dos años consecutivos como abogado de derechos humanos. Si he trabajado ahí es porque entiendo que cada uno se pueda expresar, pero es necesario que la oposición se exprese con la justeza técnica que debe tener y no con agravios o cuestiones personales, que diluyen la discusión”, pidió.
Reforma necesaria
Respecto de la reforma en sí, afirmó que “no es perjudicial y era necesaria. Podría haber sido mejor quizás, pero no formo parte de la comisión previsional y no está en mi función trabajar sobre los ajustes de movilidad. Estoy convencido de lo que estaba antes no servía y había que modificarlo. Creo que es mejor que lo anterior y lo sostengo en el ámbito de mi partido, porque nos falta un montón en materia previsional”.
“Si bien estamos mejor que las cajas provinciales, nos sigue faltando un montón. Más allá de las discusiones técnicas, no se tuvo la previsibilidad de dónde sacar los fondos para mantener el nivel de cobertura del 97% durante muchos años y eso hoy nos pasa factura. Las formas son todas discutibles. Entiendo que el proyecto que se aprobó era necesario y mejor de lo que estaba antes. También entiendo que es perfectible y no descarto, porque hemos hablado de este tema con algunos colegas de ANSES, que si no funciona se modifique”, adelantó.
Explicó que “lo que estaba antes no nos servía por una razón técnica. Hay dos cuestiones que se incorporaron y no se hablaron públicamente: el pacto fiscal modifica la recaudación de ANSES, y la ley anterior para calcular la movilidad tenía presente la recaudación que hacía ANSES, que ahora es distinta porque tiene otras formas de recaudar, con otros impuestos, y esto iba a hacer que el cálculo diera mucho más bajo. Después se dividía por la cantidad de beneficiarios del sistema previsional, pero nunca la gestión pasada incorporó al cálculo a las personas que ingresaron por la moratoria. Entonces dependía de la buena voluntad de los funcionarios”, sostuvo.
“En términos objetivos, cuando nosotros empezamos los incorporamos, si no, hubieran sido más bajos los aumentos que se dieron”, dijo del grupo que accedió por moratoria.
“Lo que no tenía esa fórmula era previsibilidad y seguridad en el tiempo. Seguramente no es lo mejor que tenemos, pero era lo que necesitábamos, y se va a ajustar con la inflación, que es el problema que tienen las personas que no están dentro de la economía alta, sino en la economía media. El mayor problema que tenemos los trabajadores es la inflación y, quedando cinco puntos arriba de la inflación, más el cálculo que se va a hacer de acuerdo a la evolución de los salarios, me parece que puede llegar a dar un buen número, más el bono, que hará que en marzo el impacto no se va a sentir tan fuerte”, manifestó.
Remarcó que “la previsibilidad la asegura el cálculo, porque la fórmula anterior no contemplaba la inflación y ese era el problema. Contemplaba la recaudación de ANSES y la cantidad de beneficiarios que no ingresaron por la moratoria, es decir que había un montón de beneficiarios que no se sumaban al cálculo, y hay mucha gente que se jubiló por moratoria en nuestro país”.
Dispuestos a corregir
Se le indicó al funcionario que una jubilación promedio de 10 mil pesos tendrá un recorte de 6.200 pesos en 2018, y el bono de compensación es de 750 pesos, que no llega a compensar esa pérdida. Aclaró que “esto es para los primeros tres meses, pero hay que ver cómo se desarrolla la economía el año que viene. Yo no descarto que se tenga que corregir si se comete un error. Apostamos a bajar la inflación, y eso es lo que dicen desde Buenos Aires, para que esa pérdida de dinero no sea una pérdida de capacidad de compra. No voy a negar los números, pero hay que ver cómo se desarrolla la economía el año que viene. Si está dentro de los estándares que plantea el ministro de economía, el impacto no tiene que ser fuerte”, insistió.
También se le señaló que el gobierno había previsto una inflación del 17 por ciento para este año y el INDEC confirmó que va a cerrar en 24,2 por ciento. En este punto volvió a defender el nuevo cálculo, porque si la inflación es mayor de la prevista para 2018 “en ese caso no se va a perjudicar, porque hay dos cosas buenas que tiene la ley: una es que contra la inflación no se pierde, y otra es el 82 por ciento móvil a los que aportaron treinta años. Esas son dos cosas muy positivas. Lo demás es criticable y tienen razón. Yo acepto que puede haber cosas que están mal y habrá que corregirlas si realmente pasa lo que están diciendo que va a pasar”.
Randón concedió que el gobierno nacional decidió ajustar en los haberes jubilatorios y no en otros sectores, y reconoció que “las cajas han sido muy castigadas. Los ejemplos más claros los tenemos en las provincias. Nosotros iniciamos un camino y hemos recompuesto un montón de cosas dentro de ANSES, como la reparación histórica, la pensión universal de adultos mayores, apuntando siempre a la previsibilidad, y no haciendo las cosas sin saber si hay que salir a imprimir plata. Cuando nosotros ingresamos, las jubilaciones mínimas eran mucho más bajas, y en los últimos treinta o cuarenta años los jubilados siempre han sido castigados. Es un planteo que nos tenemos que hacer como sociedad y la política tiene que empezar a trabajar de otra forma”.
“Obviamente no está todo bien, porque el país que nos dejaron estaba destrozado y eso está más que claro. El país que dejó la gestión anterior estaba destrozado por donde se lo vea. Esta gestión tampoco es la mejor que se va a encontrar en la historia del país, porque nadie recibe un auto chocado y lo hace fórmula 1 en quince minutos. Cuando terminemos, ojalá podamos decir que estuvimos a la altura de la situación. A diferencia de la gestión anterior, yo no voy a justificar los errores de las personas con las que participo en política. Yo entiendo que haya gente que no está de acuerdo con nosotros, y eso está bueno porque antes no pasaba. Si pensabas distinto, no te escuchaban, y nosotros no tenemos que cometer el error como oficialismo de no dejar que la gente opine distinto y aceptar que, si nos equivocamos, hay que retroceder, como ya lo hemos hecho”, concluyó
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