Desde hace 14 años un grupo de padres, encabezado por Noemí Lobera de Rodríguez, llevan adelante una tarea silenciosa por los más pequeños y los ancianos. “Nos mueve el amor al prójimo”, contó la vecina. Reciclaron juguetes y los distribuyeron a los chicos de distintos barrios de Río Grande.
Río Grande.- Noemí Lobera de Rodríguez, junto a un grupo de diez padres, se tomó la tarea de servir al prójimo y llevar una sonrisa a los más pequeños. “Este 6 de enero, día de Reyes, cumplimos 14 años sirviendo a los niños, si bien ya en el año 2000 empezamos con la religión (Cursillos de Cristiandad) desde donde nos abocamos a servir al prójimo porque es una tarea que es muy gratificante para nosotros”, contó la entrevistada.
Agregó que “es la religión la que nos impulsó a tomar este camino de servicio, somos personas comunes y corrientes”.
Este año “hicimos la campaña de Reyes como lo venimos haciendo desde hace años, abarcamos distintos barrios, como los asentamientos, el Perón, el centro, el Hospital, el asilo de ancianos San Vicente de Paul; tratamos de estar en todos los lugares, a algunos no pudimos llegar a todos. Somos diez personas la que hacemos esto; invitamos a los tres reyes magos, a Melchor, Gaspar y Baltasar a que nos acompañen en esta linda tarea”.
Noemí Lobera de Rodríguez agradeció a la comunidad por colaborar con ellos, incluso a un concejal de la ciudad.
En tanto otra de las colaboradoras, María Ester Konrad, destacó que “es hermoso este sueño que Noemí tiene; en mi caso hace cuatro años que participo en esto. Un día ella me convocó y dije sí y la verdad que es hermoso ver la sonrisa de un niño, aunque sea entregando un caramelito y la verdad que a veces los grandes no nos damos cuenta que ellos necesitan eso. También los abuelos se emocionaron mucho, la verdad que fue muy hermoso con qué alegría ellos nos recibieron, fuimos vestidos como los reyes magos y es cierto que todos nosotros llevamos a un niño en nuestro corazón”.
Elogió que “es muy hermoso lo que hace Noemí desde hace 14 años, y aparte ella es un ser muy especial porque siempre está ayudando al prójimo, siempre está pendiente sobre cómo puede ayudar cuando hay una necesidad y eso la hace más noble, por su generosidad”.
Justamente Noemí Lobera de Rodríguez mantiene un ropero comunitario y siempre está atenta a necesidades. Incluso a personas que estaban económicamente bien pero tuvieron la desgracia de quedarse sin trabajo y por eso estuvo muy cerca de ellos en esta navidad.
Ellos reciclan juguetes usados, los arreglan primorosamente y se los entregan a los pequeños. Asimismo, lavan y planchan ropa que las remozan para entregarlas en distintos barrios.
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