El legislador del FPV expuso las diferencias internas del bloque frente a los proyectos de reforma política girados por la gobernadora Bertone, y subrayó que “no se puede decir a todo que sí”, tras su abierta negativa a las PASO en la provincia y al voto electrónico. Defendió la necesidad de una reforma de la Constitución, que viene planteando “desde 2016”, y cuestionó que se pretenda aprobar “en tres meses” la propuesta oficial. Celebró el acercamiento de Bertone y Vuoto, que se ha traducido en respuestas a la gente de Ushuaia, y espera que se replique en Río Grande: Furlan destacó la “relación institucional” que mantiene con el intendente Gustavo Melella, y no olvidó mencionar que “en 2015 fuimos parte del mismo espacio”.
Río Grande.- El legislador Ricardo Furlan estuvo presente ayer en los actos realizados en Río Grande con motivo de la inauguración oficial de la Semana de Malvinas en la carpa de la dignidad, y nuevamente se lo vio cerca del intendente Gustavo Melella, con quien se había reunido en Ushuaia junto a los legisladores del MPF.
El justicialista celebró el acercamiento entre la gobernadora Bertone y el intendente Vuoto, y espera algo similar en Río Grande, dado que ya se ha traducido en mejoras para los vecinos de la capital fueguina, con el tendido de servicios en una tarea conjunta.
Respecto del armado de la propuesta electoral para 2019, que según el vicepresidente del PJ Juan Carlos Pino reunirá a Bertone y Vuoto con Martín Pérez como candidato a intendente de Río Grande, tomó distancia y negó haber participado de alguna reunión de este tenor. “Calculo que Juan Carlos habrá hablado de acuerdo a las reuniones que ha mantenido con las autoridades del partido. Como yo no soy autoridad del partido, no estuve en esa reunión y no me comentaron nada con respecto a cómo se va a ir encarando el 2019”, dijo.
“Creo que hay un apresuramiento generalizado, no solamente en Tierra del Fuego sino en el país, con respecto a algunas cuestiones que pueden llegar a pasar en 2019. Todavía hay que transcurrir un 2018 plagado de problemas, no solamente a nivel nacional sino también provincial y municipal. Hay que ir resolviendo cada uno de los problemas entre los Ejecutivos y los cuerpos legislativos. No tuve reunión realmente con Juan Carlos Pino en este sentido y seguro se va a dar alguna reunión netamente político partidaria donde podamos definir qué hacer para el 2019”, barajó, con un congreso justicialista en puerta.
Peronismo y bloque dividido
El legislador analizó que la provincia difícilmente pueda escapar de las divisiones del PJ en el país. “Creo que va a haber un reacomodamiento generalizado y todo lo que tenga que ver con nación siempre impacta en Tierra del Fuego, desde el ’83 hasta hoy. En el país tenemos cinco peronismos distintos: el peronismo ortodoxo, el kirchnerismo, la liga de gobernadores, la corriente de los senadores y la corriente de los intendentes, entonces se hace complicado”, sostuvo.
Sobre el “apuro” de Pino por acelerar las alianzas, lo atribuyó a la necesidad de “ir tomando posicionamiento y acortar los plazos en algunas cosas. Algunos quieren que discutamos una reforma política en tres meses y esto no se puede hacer”, sentenció, teniendo en cuenta que la presidente de la comisión Myriam Martínez quiere los proyectos aprobados “antes de junio”.
Furlan defendió la necesidad de una reforma constitucional, que viene planteando desde el inicio de la gestión: “Yo presenté un proyecto de reforma de la Constitución en 2016, apenas asumimos, y creo que era el momento para discutir no sólo la reforma, sino la reforma política que estaba contenida ahí mismo. Hoy se quiere modificar la ley para incorporar las PASO, y tenemos tres sistemas distintos en la provincia: en el concejo de Río Grande hay lista única, en Tolhuin hay tachas y en Ushuaia preferencias; y esto no garantiza absolutamente nada. Por otro lado tenemos la ley de cupo, y en Ushuaia no está garantizado porque de hecho los siete concejales preferidos por la ciudad de Ushuaia son hombres”, citó como ejemplos de un debate que va más allá de los proyectos girados por Bertone.
“Son muchas las cuestiones que hay que discutir. En lo personal nunca estuve de acuerdo con las PASO y no es de ahora, porque lo dije cuando lo pusieron a nivel nacional. Tampoco estuve de acuerdo con el voto electrónico porque fui conejito de indias en el 2003, cuando había 110 mesas en Ushuaia y solamente en 10 había papel. En esas 10 mesas que tenían papel, la diferencia era a favor nuestro, porque sacamos el 37% de los votos, pero en el recuento general perdimos la elección”, recordó, con sospechas de manipulación en aquellas mesas donde no quedó el registro impreso.
“Esto se ha caído en distintas partes del mundo, donde se vota con boleta única electrónica, que es algo distinto, porque se entrega una boleta y se deposita en la urna, que es otra cosa”, subrayó.
Se le preguntó si este tema abrió una grieta en el bloque oficialista, dado que el legislador Romano también marcó disidencias y hasta el propio jefe de bloque Federico Bilota propicia la reforma constitucional: “Creo que es sano estar en la discusión de algunos temas y no se puede decir a todo que sí. Cuando se dice a todo que sí, es porque alguien está ocultando la verdad. Acá no se puede decir a todo que sí y, si se confunde lealtad con obsecuencia, estamos al horno”, enfatizó.
No obstante, la legisladora Myriam Martínez marcó un plazo de 30 ó 40 días para la discusión, para proceder a dictaminar y votar en el recinto. “Lo que pasa es que tenemos 45 ó 46 partidos políticos. En las reuniones que está programando la legisladora Martínez, está pensando invitar de a cuatro o cinco partidos por reunión”, observó, lo que demandaría un plazo mayor.
Reiteró que entre los proyectos “hoy tenemos es una reforma constitucional que incluye la reforma política, tenemos el proyecto de la UCR y los del Ejecutivo. Los partidos que vengan invitados pueden llegar a traer proyectos para enriquecer lo que uno cree que está bien. Yo no creo que lo que yo diga está bien, es un pensamiento personal que discutiremos y uno va a hacer lo imposible para que ese pensamiento llegue”, garantizó, remarcando que el PJ no votó el régimen electoral vigente en la convención del ’90, de la que formó parte.
Armado y reforma
Se le preguntó si el apuro del concejal Juan Carlos Pino con el armado de la alianza para el 2019 puede tener relación con la reforma política dado que, de aprobarse la propuesta oficial, se acortarían los plazos y las PASO tendrían que realizarse entre febrero o marzo. “La verdad no sé si es un apresuramiento de Juan Carlos o de algún otro grupo. Me parece medio alocado decir que vamos a tener unas PASO en marzo, cuando hay que gobernar hasta fines de diciembre del año que viene. Para cualquier Ejecutivo no es sano el tema, ya por el hecho de votar 90 días antes y las transiciones que hemos pasado desde el ’91 a la fecha, que siempre han sido complicadas”, indicó.
Melella y la relación institucional
Finalmente se le preguntó sobre su acercamiento nuevamente ayer al intendente Melella, tras compartir una reunión en Ushuaia con los legisladores del bloque del MPF: “En mi caso personal con el papá de Pedro Fernández, con Milo, hemos militado más de 30 años dentro del peronismo, por ende lo conozco desde hace un tiempo muy importante. Lo vi crecer, ser un profesional del derecho y hoy tiene esta posibilidad de poder formar parte del tribunal de cuentas. Como amigo no podía dejar de estar”, dijo, explicando su presencia en la jura de Fernández en el organismo de control.
Si hay otra razón de su visita a la zona norte, no la explicitó: “Las razones políticas se van a dar cuando se tengan que dar y en el ámbito que corresponda. El intendente fue a la Legislatura el otro día y estuve en la reunión. Es el intendente de Río Grande y uno tiene que hablar institucionalmente de los problemas que nos pueda plantear y de los que nosotros podamos plantearle. Una reunión institucional sería lo más normal en cualquier lugar del mundo. Aparte, no quiero olvidar que en 2015 fuimos parte del mismo espacio con el intendente, así que no le veo nada de raro”, subrayó.
Planteó el acercamiento de Bertone y Vuoto, que finalmente se logró y personalmente había propiciado, como punto de partida de un paso similar que debería darse con Melella: “Yo he sido partícipe del acercamiento y me han escuchado hablar siempre de que tenían que trabajar en conjunto. No creo que haya dirigente en Tierra del Fuego que no quiera que el vecino, cuando entre a su casa, abra la canilla y tenga agua, abra la hornalla y tenga gas, y pueda tener un servicio cloacal como corresponde. Para eso tenemos que juntarnos todos, más allá de las diferencias. Diferencias siempre hubo, las hay y van a seguir estando siempre, y es sano discutir los temas. Es importante discutir para dónde abrimos una calle, y no si abrimos la calle”, manifestó.
“Hace un año me tocó tratar de juntarlos -a Bertone y Vuoto- y me fue difícil, calculo que ellos habrán entendido y yo no soy el mentor esta vez, porque no me voy a asignar algo que no hice. Simplemente siempre busqué la unificación de los Ejecutivos porque esto le hace bien a la gente. En dos o tres reuniones se han regularizado un montón de barrios en la ciudad de Ushuaia y lo mismo tiene que pasar con Río Grande”, pidió.
Ratificó su oposición a la división de la ciudad, con el proyecto de municipalización que impulsa la gobernadora Bertone. “Yo ya dije que no estoy de acuerdo y fui uno de los primeros en decirlo apenas salió. Acabamos de firmar un consenso fiscal hace tres meses, con lo que esto trae, y no es un tema para tratar hoy. Con ese criterio muchos sectores de Ushuaia podrían querer lo mismo. No es bueno discutir este tema, no le hace bien ni al Ejecutivo provincial ni al Ejecutivo municipal”, aseveró.
El acercamiento debe hacerse extensivo en términos institucionales con la gestión nacional, y Furlan remarcó que “esto le posibilitó a la Municipalidad de Ushuaia conseguir un crédito y seguramente lo harán con otros municipios”.
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