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Este fin de semana la Cooperativa Renacer permanecerá en Río Grande para realizar la venta directa de dos modelos de televisores, de 50 y 55 pulgadas. Esperan recaudar fondos para poder hacer frente al crédito que tomaron con el banco Tierra del Fuego. A la situación crítica que atraviesa la fábrica, se sumó la estafa de parte de un “conocido” ciudadano de Ushuaia, que libró cheques sin fondo en pago de 100 televisores, y fue a venderlos a Río Grande a los contactos que la fábrica tiene en su red social. Si hoy no hace efectivo el pago o devuelve las unidades, se radicará la correspondiente denuncia judicial.

Río Grande.- La presidente de la Cooperativa Renacer, Mónica Acosta, confirmó por Radio Provincia que este fin de semana estarán en la ciudad de Río Grande para poner en venta directa dos modelos de televisores.

“Está pautado para los días 13 y 14 abril, que es este sábado y domingo, en el gimnasio municipal Juan Manuel de Rosas, de 10 a 20 horas. Vamos a estar vendiendo los dos modelos de televisores que tenemos, el de 50 pulgadas a 13.999 pesos, y el de 55 pulgadas a 15.800 pesos. Además del pago al contado, tenemos planes de financiamiento con Mastercard y Visa”, detalló.

Con esta recaudación esperan hacer frente al pago de las obligaciones con el Banco Tierra del Fuego, demorado por la crítica situación que atraviesa la fábrica, a la que se sumó la estafa de un particular por más de un millón de pesos.

“El año pasado solicitamos un crédito de 26 millones al BTF, que tenemos que devolver y, producto de la crisis, tuvimos que pedir que ampliaran los plazos de devolución. Los precios de los televisores son muy convenientes”, destacó, con la expectativa de que la venta sea buena.

La presidente de la Cooperativa Renacer, Mónica Acosta, confirmó por Radio Provincia que este fin de semana estarán en la ciudad de Río Grande para poner en venta directa dos modelos de televisores.acosta

Respecto de la estafa, contó que “en medio de nuestra desesperación de tratar de salir rápidamente con la venta de estos productos, fuimos engañados por una persona, a quien todavía no puedo nombrar públicamente. Se hizo pasar por alguien que trabajaba para distintos hoteles y quería hacer una compra de casi 100 televisores. Esta persona nos dio algunos cheques sin fondos y tomó parte de nuestros contactos de nuestra página y se fue a vender a Río Grande los televisores”.

“Realmente ha sido un golpe muy duro para los integrante de la Cooperativa y hoy estamos intentando cobrarle. Lo más doloroso es que se trata de alguien conocido en nuestra ciudad y nos ha colocado en esta situación de indefensión, cuando lo único que estábamos persiguiendo los compañeros era cumplir con un compromiso tan importante como es la devolución de un crédito, sabiendo que el gobierno provincial que tenemos también nos ha minado la posibilidad de tener un plan de contingencia, cuando no pudimos participar de la licitación pública de las luminarias”, sostuvo.

“Todo esto lo único que hace es colocarnos en situación de desborde. Lo hemos analizado muchísimo con los compañeros, y vamos a salir a rematar y promover con fuerza nuestra venta, para seguir reconstruyendo esta fábrica en un marco absolutamente adverso”, subrayó.

Aclaró que todavía no radicaron la denuncia penal, y la persona que los estafó tiene plazo hasta hoy para efectivizar el pago. “Si esta persona no deposita los recursos que tiene que depositar este viernes, nos estaremos presentando para hacer la denuncia que corresponde. Yo había hablado de la visita de una persona, que primero vino por 40 televisores y luego vino por 60 más. Decía que era representante de hoteles que querían renovar los modelos de 32 pulgadas por otros televisores más grandes, pero no era representante de ningún hotel. Lo que hizo fue localizar uno por uno a la gente interesada en comprar que consulta en nuestro muro de Facebook, y ofrecerle nuestros televisores, y se fue a vender a Río Grande”, dijo.

Precisó que “la deuda que dejó es de un millón doscientos dieciséis mil pesos, y estamos esperando que rápidamente cumpla con lo pactado, porque con los trabajadores no se juega y con el banco de la provincia tampoco. Esperamos que a la brevedad el pago sea subsanado, y podamos llevar estos recursos a la gerencia de riesgo crediticio del banco, como nos hemos comprometido”.

Aseguró que “la persona que firma los cheques es muy conocida y es muy pública. Si bien mandó un intermediario, estamos esperando que cumpla con lo pactado. Pero es bastante despreciable, porque ya arrancó mintiendo, diciendo que representaba una cadena de hoteles. Todo fue muy rápido, nosotros lo ingresamos al sistema como hacemos siempre para ver si no estaba fuera de operatividad, con la base de datos oficial que tiene cualquier comercio. No estaba denunciado, pero cuando quisimos entregar los cheques al banco, no quisieron responsabilizarse de recibirlos. Ahí empezamos a investigar banco por banco a este cliente y nos enteramos de que dejó deudas y tiene una situación compleja del punto de vista financiero”.

“Nos contactamos para que nos dé el efectivo, o bien para que nos devuelva los televisores. Además nos estaba pidiendo 240 televisores más para llevar a Buenos Aires. Lo malo aparte de la mentira fue que se aprovechó de la buena fe del pueblo para con nosotros, porque se fue a Río Grande y empezó a contactar a todas las personas que pedían televisores en nuestro muro. Así nos dimos cuenta de que eran ellos”, dijo.

Acosta lamentó esta situación por el impacto no sólo económico sino emocional en los trabajadores de la fábrica recuperada, que hasta agosto atraviesan por un parate. “Después de veinte años de trabajo, realmente nos agarró en un momento de mucha debilidad y con las defensas bajas. Si hubiéramos entregado los otros 240 televisores con la misma modalidad de cheques, hubiera sido una estafa superior a los cuatro millones de pesos”, estimó.

“Esperamos no tener que ir a la justicia el día lunes. Nos dimos cuenta porque nuestros contactos nos avisaron que estaban vendiendo nuestros televisores en Río Grande a 10.000 pesos, cuando los compraron a 10.400, y ahí no nos quedó dudas de que era una estafa. Como eran cheques diferidos, a lo mejor no contaban con que nosotros rápidamente íbamos a buscar descontarlos de nuestra cuenta bancaria. De haber esperado para ir a depositarlos, se hubieran salido con la suya”, concluyó.