El presidente de la Sociedad Rural, Fernando Glubich, participó de la reunión en SENASA para reclamar el nombramiento de una profesional veterinaria en Río Grande. El cargo está acéfalo hace un año y forma parte del ajuste nacional, que prioriza el presupuesto a las herramientas de desarrollo. “Hay una decisión de que cierren los números en lugar de cumplir una función del Estado, que se traduce en aspectos económicos”, expresó, y dio cuenta de la fusión de las regiones patagónicas y el traslado de la dirección de Comodoro Rivadavia a General Roca. “Esto a los patagónicos nos ocasiona viajar grandes distancias”, cuestionó. Si bien en la provincia observa que hay avances hacia el desarrollo, falta una política nacional que acompañe.
Río Grande.- El presidente de la Sociedad Rural, Fernando Glubich, visitó los estudios de Radio Universidad (93.5 MHZ) para informar sobre gestiones realizadas en la ciudad de Buenos Aires, con el fin de cubrir cargos fundamentales en materia de control, luego del ajuste de personal por parte de nación.
Estuvo representando la Patagonia Sur, integrada por las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, en la reunión realizada en el ámbito de SENASA, donde planteó la necesidad “de manera urgente de la contratación de una médica veterinaria en Río Grande, especialista en sanidad animal, para dar cumplimiento no solamente a una normativa de SENASA sino también para cumplir con los requerimientos que tenemos para la firme verificación de los productos y subproductos que egresan de la provincia hacia el continente”, expuso.
“Hace un año que estamos con el cargo acéfalo y en este momento el Dr. Marcelo de la Sota viene de la ciudad de Ushuaia. Nosotros le facilitamos algunas cosas en la medida de lo posible, pero necesitamos fortalecer la agencia de SENASA en Río Grande. Este es un problema a nivel nacional, porque se hizo una reestructuración, con un achique de la estructura del estado, que responde al espíritu que tiene el actual gobierno, el cual no visualiza ni quiere poner en valor las producciones y las necesidades de cada una de las regiones, sino más bien atiende a un tema presupuestario”, cuestionó.
“Es una decisión entre priorizar que cierren los números o cumplir una función del estado que se traduce en aspectos económicos. Tal es así que se fusionó la región Patagonia Norte con Patagonia Sur, se llevó la dirección de Comodoro Rivadavia a General Roca, y esto a los patagónicos nos ocasiona viajar grandes distancias y todo se hace mucho más complicado. Esperamos que esto no sea en detrimento de cuestiones que hacen a las certificaciones y controles que tiene que ejercer el estado para homologar y tener algunos sellos de calidad y de transferencia”, señaló.
“Lamentablemente venimos hace tres años en un contexto de achique en el INTA, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, con 850 trabajadores que se han desvinculado por distintos motivos. No hubo despidos, pero no hemos recuperado esas capacidades a nivel nacional.
En Patagonia en particular tenemos alrededor de 140 personas que se perdieron en el territorio y no se reemplazaron las plantas. Uno ve la necesidad de recuperar la actividad económica y reindustrializar el sector primario en la Argentina, y por otro lado integrar el territorio, y la importancia que tendría para el país volver a plantearse una integración nuevamente a través de vías férreas, al menos desde la zona norte hasta el puerto para poder generar distintos polos de desarrollo”, sostuvo.
Remarcó que implicaría “redistribuir la población nuevamente, porque es una de las limitantes más grandes que tiene el país en materia de desarrollo”. Sin embargo la política nacional va en sentido contrario. “Lo vemos con mucha preocupación porque en el último mes y medio en particular hemos estado en comunicación permanente con Marcos Romero, que es el secretario general de APINTA -Asociación del Personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria-, y nos opusimos a esta última reestructuración, porque era inminente el cierre de 25 agencias de INTA a nivel nacional, tres de las cuales eran centros de agricultura familiar”, recordó.
“Uno ve con suma preocupación estas situaciones porque está lejos de poder llevar un programa de desarrollo, que debe ser a través de la ciencia, la técnica y la investigación. Así es muy difícil. Por otro lado la inversión más importante que tiene que hacer la Argentina es la educación, y Tierra del Fuego no es ajena a ese contexto. Hace un mes atrás nos reunimos con la Dra. Alicia Moretto y una de las iniciativas que tenían desde la universidad era generar carreras de formación técnica o de grado, vinculadas con aspectos de desarrollo de la provincia dentro de lo que es el sector primario. Una de las cosas que habíamos planteado era una carrera de Ingeniero en Recursos Naturales, porque la sociedad está cambiando de una manera vertiginosa y necesitamos formaciones que estén directamente relacionadas con el desarrollo que se intenta promover desde la provincia, y a su vez que estén insertas en un contexto internacional. No hay ninguna producción que no parta de una demanda concreta y creo que la generación de conocimientos y capacidades tiene que estar directamente relacionada con la búsqueda de ese camino de desarrollo que estamos tratando de encontrar en la provincia”, subrayó.
Haciendo lo que se puede
En el contexto de crisis actual, “hay muchas cosas que están encaminadas, porque no quiero decir que no se esté haciendo nada”, aseguró. Todavía resta un camino por recorrer para poner en marcha el Laboratorio de Genética instalado en Río Grande, porque “le falta una serie de elementos materiales. Las capacidades están en la provincia para ponerlo en marcha. Lo que sucede es que dentro del sector los productores también tenemos que poner en valor la genética. Hoy aproximadamente somos seis establecimientos los que nos encontramos haciendo cabañas en lo que es ganado bovino, y en ovinos son cuatro. Este laboratorio es de genética bovina en particular y requiere de todo un proceso. Para la cría y la reproducción en sí cada uno de los establecimientos estamos dialogando entre nosotros y trayendo genética todos los años a la provincia. Llega un momento en que cada uno va a comenzar con un poder de adaptabilidad, a tomar mediciones específicas y de esa manera vamos a poder tener una oferta propia y genuina de un ganado no solamente nacido sino con características reproductivas en Tierra del Fuego”, confió.
“Esto requiere de un tiempo y esta planificación no se da de la noche a la mañana. En materia de ovinos, la provincia tiene una producción de lana excepcional. Hace veinte años se buscaba una fibra densa y gruesa en Corriedale, y ahora los cruzamientos son cada vez más finos. Hoy una cruza de Corriedale estandarizada puede valer entre 3,50 dólares y 4,80 dólares, y hay un establecimiento con una cruza fina que llegó a vender su producción a 12 dólares”, aseguró Glubich, siendo un gran logro a nivel de genética local en ganado ovino.
“Ya hay un proyecto que estamos trabajando con el gobierno de la provincia, que tiene que ver con una lavandería e hilandería, para peinar lana acá. Todas estas iniciativas van atadas a emparentar todas estas producciones con un alfil fundamental que tiene la provincia, que es el turismo”, dijo.
“El patrimonio más importante que tiene hoy una estancia en la provincia no es la tierra en sí, sino más bien los recursos y la biodiversidad que estamos preservando. El mundo pone el ojo en la Argentina por el enorme patrimonio en recursos naturales y es lo que tenemos que poner en valor, pero esto todavía no lo termina de definir el país”, lamentó.
Volvió sobre la falta de políticas, “más allá de un aparato financiero ineficiente y totalmente fuera de lugar, y de la mala utilización que estamos haciendo de algunos recursos no renovables. Hay un claro perfil que tiene la Argentina, que es el turístico y son pocos los países del mundo que pueden mostrar cientos de ecosistemas diferentes. Nosotros estamos en un punto de inflexión y me parece que la provincia está encaminada. Creo que vamos a tener buenos resultados en el corto plazo, pero todo tiene que estar en torno a un eje fundamental que es el turismo, porque la provincia está predestinada a seguir desarrollándose en ese sentido, con caminos y micro emprendimientos relacionados con este perfil propio. Esto nos va a dar una independencia y no significa no seguir trabajando con la 19640, sino repensar la provincia y ver todas las potencialidades que tenemos”, indicó.
Sin representación política
En el marco del proceso eleccionario, se le preguntó si algunos de los referentes del sector rural está participando o prevé hacerlo, y si los candidatos se han preocupado por este eje de desarrollo. “Quizás alguno de los miembros de la asociación rural mantuvo alguna conversación, pero yo en lo personal no mantuve ninguna. Uno siempre escucha ofertas pero acá no se trata de que ofrezcan un cargo en la política, sino que se trata de escribir un proyecto político. Quizás el único proyecto político al que me hubiese gustado sumarme no me llamó”, sostuvo, sin decir cuál es.
“No corresponde que lo diga. Lo mío no es llegar y no tengo necesidad de un cargo público, ni para decir ni para hacer absolutamente nada. Yo contribuyo desde un lugar muy humilde, sin necesidad de estar en un cargo, pero lo que veo es que hay mucho ruido y pocas nueces. Veo un solo proyecto político que se está llevando adelante y me gustaría que continúe. En algún momento quizás llamen o quizás no. Sería bueno poder acompañarlo, pero hasta ahora no recibí el llamado”, concluyó.
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