El supermercado comunicó ayer el despido de 27 trabajadores en Río Grande y 11 en Ushuaia y, al proceder al pago de indemnizaciones, no hay acciones gremiales que puedan llevarse adelante. El dirigente del Centro de Empleados de Comercio Daniel Rivarola espera que sean los últimos de 2019. Ya suman 52 bajas en lo que va del año y más de 200 en las sucursales de toda la Patagonia. El argumento es la caída en las ventas y en menor envergadura continúa la sangría en otras ramas del comercio. Hay una suerte de “zona liberada” del control del Ministerio de Trabajo, según el dirigente, con despidos sin pago de indemnizaciones en algunos casos, deuda de aguinaldos y empleo en negro que viene denunciando el sindicato. “Mientras siga este gobierno nacional Tierra del Fuego está muy complicada”, advirtió Rivarola.
Río Grande.- Con 27 despidos en Río Grande y 11 en Ushuaia, el supermercado La Anónima sumó 38 bajas a las que fue acumulando a modo de goteo a lo largo de 2019, y se espera que sean los últimos al menos por este año.
El secretario adjunto del Centro de Empleados de Comercio de Río Grande, Daniel Rivarola, dijo por FM La Isla que es muy limitada la posibilidad de intervención del gremio en estos casos, porque se pagan las indemnizaciones de ley. Al haber despidos sin causa en el sector privado, “no obedece a una situación específica sino a una decisión empresarial. La multa por esa decisión unilateral es el pago de las indemnizaciones por antigüedad y preaviso”, expresó.
“Tenemos 52 bajas en total en lo que va del año en el supermercado La Anónima, de los cuales seis o siete fueron con acuerdo de partes. Figuran como despidos pero, cuando la empresa planteó el achique, los compañeros se ofrecieron para ser despedidos ellos y cobrar la indemnización, y que esto salve a otro compañero. No todos son despidos de la misma manera, pero todos están bajo la carátula de sin causa y con las indemnizaciones al ciento por ciento”, señaló.
Bajo las leyes vigentes, “La Anónima puede cerrar una sucursal y despedir toda la gente, mientras pague lo que corresponda, y esto pasa en cualquier otro ámbito privado. Ellos manifiestan una severa crisis en las ventas y que en la relación costos-ganancias vienen en pérdida. En Tierra del Fuego hablamos de 38 despidos pero existen más de 200 a nivel Patagonia”, alertó.
“El plan de achique es constante y nacional. La diferencia es que veníamos con despidos en forma de goteo, que dejaban incertidumbre y temor en los trabajadores. Algunos encargados, jefes de venta y gerentes aprovecharon para duplicar trabajo en los compañeros, y pedimos un número definitivo de bajas para cortar con esta situación. Lo hicieron de una sola vez y por eso operaron estos 27 despidos en Río Grande. Dicen que a partir de este número no van a despedir a nadie más por lo menos en 2019. Yo hablo por Río Grande y Tolhuin”, aclaró, dado que los casos de Ushuaia son injerencia de la seccional capitalina.
“De haber más despidos sin causa no hay mucho más por hacer. Estamos hablando de un compromiso para llevar tranquilidad y que se baje la línea a los gerentes y a los jefes para que nadie hable de despidos y no presione. Si esto llega a continuar, tendremos que tomar medidas con la empresa, sin involucrar a los trabajadores. Es muy complicado tomar medidas en tanto están cumpliendo con la ley”, reiteró.
No obstante el control del gremio es permanente porque entre los despedidos “había tres compañeros de la parte de limpieza. Tuvieron que limpiar las cajeras y les hemos planteado que no vamos a permitir la flexibilización de cargos. El carnicero es carnicero, el cajero es cajero y el de limpieza es de limpieza. El supermercado deberá reordenarse y hacer las cosas como corresponde”, sentenció.
Todos en la misma
Por el volumen el supermercado es noticia, pero la sangría sigue en comercios más chicos. “Hay un comercio que tiene 15 trabajadores y viene planteando que necesita pagar los sueldos en tres cuotas. Tenemos una sodería que de un día para otro despidió dos trabajadores con más de cinco años de antigüedad y ahora no tiene el dinero para pagar las indemnizaciones. Estas son discusiones diarias que tenemos, porque despiden y se arriesgan a ofrecer un plan de pagos. Tenemos gente que pretende pagar en doce cuotas la indemnización de los compañeros y necesitamos tener activo un Ministerio de Trabajo, que no vigila”, cuestionó.
“Así estamos todos los días, porque hay gente que despide y no paga, y tenemos inicio de demandas laborales por este tema. Hay compañeros que están en actividad, no cobraron el aguinaldo y estamos con la denuncia en el Ministerio de Trabajo. Tenemos empresas que hemos denunciado esta semana con empleo en negro. Esta es la realidad del sector de comercio cuando se le liberan los organismos de control”, sostuvo, insatisfecho con el rol que no está cumpliendo la cartera laboral.
“Encima tenemos compañeros despedidos que no pueden acceder a la totalidad de la cuota del subsidio por desempleo, porque la ANSES ahora puso como regla que se requiere que estén los aportes al día. Si la empresa está echando, justamente es porque no tienen los aportes al día. Esto termina perjudicando a los trabajadores de forma indirecta”, dijo.
Proceso de precarización
El proceso de precarización se viene profundizando y ya se vio como política nacional, al intentar volcar trabajadores con empleo calificado y registrado en la industria, a la obra pública, donde terminan trabajando en negro o como monotributistas, o con empleos temporales. Si bien no hay una ley de flexibilización laboral, se está aplicando “de hecho”, dijo Rivarola, con ejemplos en Vaca Muerta donde se flexibilizaron convenios colectivos y, a nivel local, el paradigmático congelamiento de salarios en la UOM por dos años.
“La precarización y la flexibilización están operando de hecho. Esto se puede hacer de hecho justamente por la falta de empleo. Hoy la flexibilización es ilegal porque no está escrita, pero juegan con la necesidad del obrero, que cede en virtud de sostener el ingreso para su familia”, planteó.
“Pretenden justificar una ley de flexibilización por la crisis, pero cuando no haya crisis la ley va a seguir vigente”, aseguró, por lo cual se avanza en un proceso de precarización donde los favorecidos son los sectores empresarios y grandes empleadores, ligados al gobierno que impulsa estas políticas.
No hay rubro que escape a la recesión. “El comercio no puede competir si no se generan salarios nuevos. Lo que uno vende de más o recupera, es porque se lo está quitando a otro, y esto se puede ver en mercados y carnicerías grandes, porque hay algunas que están explotando de clientes por la competitividad comercial que manejan y la diferencia de precios, pero en realidad no hay una modificación de la situación. Con la baja de ventas del supermercadismo, los mayoristas DIARCO y Maxiconsumo empezaron a abrir los domingos para tratar de consumir esa clientela que va perdiendo el supermercado, pero en Río Grande tenemos la misma cantidad de salarios mensuales y lo que no se gasta en un lugar, se va al otro. No es que se suma uno y otro”, explicó.
“Es un panorama oscuro porque este gobierno no plantea ningún tipo de apertura en la producción y sigue trabajando y mintiéndole a la gente. Mientras siga este gobierno nacional Tierra del Fuego está muy complicada. Si no se cambian las políticas de fondo, vamos a seguir de esta misma manera hasta fin de año”, concluyó el dirigente.
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