La industria fueguina está atravesando el peor momento desde que el polo electrónico austral fuera relanzado durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner quien, a fines de 2009, avanzó con una serie de beneficios impositivos y fiscales para potenciar la fabricación de celulares, televisores y equipos de aire acondicionado. Con la llegada de Alberto Fernández al poder se esperan cambios en el polo fueguino. Cómo es la iniciativa que cuenta con el aval del Gobernador electo Gustavo Melella y los gremios. Alberto Fernández plantea concretamente prorrogar la vigencia del régimen hasta el año 2073.
Buenos Aires.- Ahora, con volúmenes de producción alarmantemente bajos, la crisis le está pasando factura a las empresas y al empleo. En total, desde la era Macri ya bajaron las persianas unas 10 plantas y la ocupación está en niveles bajísimos. Según la Unión Obrera Metalúrgica, la industria fueguina ahora ocupa a 6.100 empleados, entre fijos y temporarios. Es decir, 8.000 trabajadores menos que los que había en 2015.
Sin embargo, el triunfo del Frente de Todos en las elecciones del domingo fue recibido como una muy buena noticia por el gobernador electo de la isla, Gustavo Melella, quien venció en los comicios de junio pasado a Rosana Bertone. Y también por las organizaciones gremiales.
Sucede que el equipo de Melella, junto con las entidades sindicales, vienen trabajando palmo a palmo con técnicos de confianza de Alberto Fernández para delinear un plan que le dé impulso a la isla en términos industriales.
Las primeras reuniones datan de comienzos de año, cuando Melella era intendente de la ciudad de Río Grande. Pero fue a partir de su triunfo en las elecciones a gobernador, en junio, que se intensificaron los encuentros.
El objetivo que persiguen es sumamente ambicioso: quieren incrementar la actividad en volumen y, además, reconvertir a Tierra del Fuego en una plataforma basada en las nuevas tecnologías, incluyendo desde drones hasta equipamiento para la fabricación de turbinas para generación de energía eólica y componentes para paneles fotovoltaicos.
«Tuvimos un muy buen acercamiento con Melella y venimos trabajando en una mesa técnica conducida por Mercedes Marcó del Pont. Estamos dándole forma a un proyecto que le otorgará nuevo impulso a la matriz productiva de la isla», asegura a iProUP un miembro que participó en las reuniones lideradas por la ex titular del Banco Central.
«La meta que buscamos es que la industria de Tierra del Fuego no se dedique sólo a fabricar electrónica de consumo, sino una gran variedad de artículos, incluyendo equipamiento de alta tecnología», indica la fuente. Y agrega que «el plan contempla también una pata muy importante para generar valor agregado nacional a través de la creación de una red de proveedores de insumos ubicados en otras provincias».
¿Un régimen por los próximos 50 años?
El futuro de Tierra del Fuego venía siendo una gran incógnita. Es que el régimen, tal como se lo conoce hoy día, vence en apenas tres años. Las nuevas autoridades provinciales han estado tratando de garantizarse la extensión de los beneficios impositivos y fiscales para que no colapse el polo electrónico.
El punto clave es que en Cambiemos nunca se habían jugado abiertamente por su continuidad. El único que se había expresado era el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien apenas hizo una ligera mención sobre la posibilidad de extenderlo hasta el 2035, Pero no más que eso. La falta de definiciones por parte del macrismo obedeció a que el régimen especial choca contra la naturaleza aperturista contemplada en el acuerdo Mercosur-Unión Europea.
Pero con el triunfo de Alberto Fernández, la situación apunta a ser diferente para la isla. De hecho, en agosto y en su calidad de gobernador electo, Gustavo Melella participó de la firma de actas de compromiso que organizó Alberto Fernández en Rosario, cuando era precandidato, y en las que se consignaron los principales lineamientos de trabajo para cada provincia.
¿Cuál fue el compromiso que asumió Fernández con Tierra del Fuego en ese documento de seis puntos?
En el primer párrafo refiere a «potenciar la capacidad de la matriz productiva industrial» de la isla. Acto seguido, plantea concretamente prorrogar la vigencia del régimen hasta el año 2073.
Para Melella, lograr que esto quede plasmado en una ley resulta clave, dado que su objetivo es recuperar el empleo que se desplomó más de un 50% en los últimos cuatro años, según planteó el propio gobernador electo.
En paralelo, el funcionario también se reunió con el economista Matías Kulfas, referente del equipo del Presidente electo. Durante el encuentro se habló justamente de promover nuevas industrias en el polo electrónico, por ahora centrado básicamente en celulares, TV y equipos de aire acondicionado.
Desde drones hasta software
Las fuentes que han venido participando en las diversas reuniones que lideró Marcó del Pont aseguraron a iProUP: «Estamos trabajando para abrir el polo electrónico a más rubros y ampliar la matriz productiva, incorporando no solo nuevos artículos sino también nuevas empresas».
«El foco estará puesto en las últimas tecnologías en las que haya potencial de crecimiento dentro de Argentina», agrega un directivo. A modo de ejemplo, refiere a artículos de alto valor agregado, como electrónica aplicada a la agroindustria, como todos los dispositivos tecnológicos que hoy equipan a los tractores de última generación.
También se habla de sumar proyectos vinculados con la robótica y el software, así como la producción de drones y componentes clave para infraestructura asociada a las energías limpias. En la isla se entusiasman con una suerte de relanzamiento del régimen y una solución al problema de la altísima capacidad ociosa (40% a 50%) dependiendo la empresa.
Sucede que a la caída en la demanda de TV, celulares y aires, se suma que en los últimos años se dejaron de fabricar diversas categorías de productos. Un dato clave: en su época de esplendor, llegaron a fabricarse 20 artículos diferentes. Sin embargo, en parte por el recambio tecnológico y en parte porque Cambiemos avanzó con un plan de sustitución de industria nacional por importaciones, el número se redujo a menos de la mitad.
Así, desde las plantas del polo austral ya dejaron de salir pequeños electrodomésticos, como aspiradoras, afeitadoras o depiladoras. Tampoco se ven dispositivos de informática, como notebooks, tablets o monitores. A este listado se suman cámaras de fotos y equipos de audio, que también se discontinuaron.
En este marco, para las nuevas autoridades de la isla el concepto de diversificación surge como la gran tabla de salvación para el régimen industrial.
¿Y qué hay del sector privado? «Estuvimos con el gobernador electo en varias oportunidades y nos confirmó el compromiso con la industria fueguina instalada», asegura a iProUP un alto directivo de una de las firmas ya instalada y que tiene la licencia de varias marcas importantes. «Eso no quita que el futuro gobierno explore otras actividades económicas para diversificar la matriz productiva de la provincia», añade.
Proveedores locales y plataforma exportadora
Una de las claves pasará por desarrollar una red de proveedores locales. «La idea es que no se termine ensamblando tecnología con partes y piezas totalmente importadas. Sí es cierto que una parte de los insumos provendrá del exterior, ya que no se puede producir todo en el país. Pero buscamos que los componentes en los que sí hay posibilidades de desarrollo nacional sean suministrados por empresas de Argentina», apunta.
Durante la presidencia de Cristina Kirchner, cuando Débora Giorgi era ministra de Industria, se había intentado avanzar con una red de proveedores locales para abastecer a las plantas de Tierra del Fuego. La iniciativa, en su momento, se pensó a gran escala, pero en la práctica la experiencia al final terminó reduciéndose a algunos insumos, tales como cables, placas madre y componentes plásticos para controles remotos.
«Ahora estamos en la fase de identificar las partes y piezas que sí pueden fabricarse en otras provincias. No queremos que se cometan algunos errores del pasado», plantea la fuente. El otro gran objetivo que persigue el equipo de trabajo de Alberto Fernández es convertir al polo austral en una plataforma exportadora, idea que en su momento también había perseguido Giorgi, que llegó a negociar la colocación de celulares «Made in Tierra del Fuego» en mercados como Venezuela, aunque la idea tampoco terminó por despegar.
Ahora, el plan es mucho más ambicioso. «Si se avanza con un plan integral, que contemple un régimen impositivo y fiscal acorde, y se logre consolidar la red de proveedores, estaremos en condiciones de proveer con tecnología de punta a la región», afirma el vocero consultado.
Pero antes de avanzar con esta ambiciosa agenda, en la isla quieren ir paso a paso. Y el primer objetivo es lograr la prórroga del régimen industrial por los próximos 50 años.
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