El Diario La Nación le dedicó un frondoso espacio a la Estancia Pirinaica de la familia Sevillano y destacó las dificultades de criar la raza Hereford en Tierra del Fuego. Jorge Sevillano comenzó a desarrollar su cabaña hace cinco años. Lo hizo para mejorar la genética propia -ya usa toros propios de pedigree- y para apuntar a la exportación a Chile -una oportunidad que se espera concretar aquí- y a cualquier otro mercado, además de la venta a otros productores en la isla. El ganadero fueguino apuntó que «si uno quiere hacer una pastura, los costos son altos, dado que los costos de las máquinas son también elevados”.
Río Grande.- A unos 100 kilómetros de esta ciudad, Jorge Sevillano tiene la cabaña de Hereford más austral del mundo. Dicho así, es un dato de color en una región tan lejos de todo pero que, no obstante, brinda oportunidades, presenta desafíos y guardia historias sobre la ganadería.
La familia de Jorge Sevillano compró un establecimiento que hoy suma 22.900 hectáreas. Se llama Pirinaica. Históricamente fue un establecimiento netamente ovejero. Llegó a tener 17.000 ovejas y hoy no quedan más de 300. Los persistentes ataques de perros asilvestrados en la provincia hicieron caer de 600.000 a 300.000 el número de cabezas en poco más de diez años.
Los perros asilvestrados representan hoy un problema fuera de control. En este campo en particular, ya en 1998, cuando comenzaron los problemas con los perros asilvestrados, se tomó la decisión de incrementar el stock de vientres bovinos. Para 2015 en el establecimiento ya había 500 madres y hoy se encuentra en unos 1000 vientres.
En la isla hoy hay unos 45.000 vacunos de stock total cuando hace 10 años eran unos 15.000. Hay previsiones de que el stock seguirá creciendo, algunos prevén un 10% o más, pero en parte limitado porque en invierno con el hielo y la nieve los campos se achican mucho.
«La mayoría de las estancias más chicas, de Río Grande al sur, se pasó al ganado bovino por los perros (estos también atacan a los terneros)», detalló Jorge de las Carreras, propietario de la estancia La Retranca, que en la última 5ta. Expo, Jura y Remate de la raza Hereford en Río Grande se quedó con el Gran Campeón Macho PP y el Gran Campeón Hembra.
De la hacienda que hay en la provincia, el 98% es Hereford según señalan los conocedores de la ganadería local. Los primeros Hereford en la isla entraron en 1956 cuando la Armada Argentina trajo algunos ejemplares en barcos a la Estancia «Remolino». En tanto, fue la Estancia María Behety la que hizo una introducción importante en cabezas en la región.
Si bien Sevillano está trabajando con la cabaña hace cinco años, la mejora propia y con programas de Hereford la viene llevando adelante hace mucho más tiempo.
Para la cabaña propiamente dicha, para la genética recurrió a Eduardo Boitano y al largamente premiado en la Exposición Rural de Palermo Horacio La Valle. El impulso lo dio a través de la adquisición de embriones.
Hacer ganadería en Tierra del Fuego representa desafíos y también afrontar limitantes. Aquí la base es el pastizal natural más algo que se pueda tirar al voleo, como pasto ovillo, festuca, trébol, siempre como una mejora.
«En la zona no es un problema la falta de agua ni la calidad de los suelos. Las limitantes que tenés en Tierra del Fuego, si lo querés hacer, son las del engorde y los tiempos cortos estivales, esto es de campos despejados de nieve y hielo (desde fines de septiembre hasta abril)», explicó el dueño de Pirinaica.
En lo que es el modelo para la producción de carne, en este establecimiento se desteta un ternero, según los años, de 227 a 230 kilos a los seis meses. Ese animal se vende a establecimientos feedloteros que se encuentran en Chubut, por ejemplo en Trelew (a 1500 km). Allí esos animales se llevan a 400/450 kilos hasta que son faenados para el consumo.
En Tierra del Fuego se puede producir animales de 450 a 500 kilos, pero esto lleva tiempo, casi tres años, y, además, si se quiere recurrir a una alimentación más allá del pastizal hay que afrontar un costo que la encarece porque no se encuentra en la isla. Esto incluye altísimos costos para comprar maíz, balanceado o fardos que se adquieren fuera de la isla.
«Si uno quiere hacer una pastura, los costos son altos, dado que los costos de las máquinas son también elevados», apuntó. Agregó que, por «las dudas», para el invierno hay que tener un acopio de pasto. En los bosques que forman el paisaje de la región puede haber oferta de pasto, pero dependiendo de cómo se presente el invierno esa oferta se llega o no a anular.
«Los ciclos productivos son muy cortos (por el invierno); si querés hacer un centeno, por ahí para que madure la semilla te falta temperatura», señaló el propietario. «La ganadería acá es una actividad por la que hay que transpirar mucho por una rentabilidad mediana, ni alta ni baja», agregó.
Con muchos campos que vienen de ser ovejeros, los cálculos de receptividad se han hecho siguiendo a la oveja, pero en la traslación se puede hablar para los bovinos de una vaca en 10 hectáreas o más, por ejemplo.
Este rincón del fin del mundo tiene sus ventajas. «Acá no se vacuna contra la aftosa, carbunclo o brucelosis. Al destete aplicás para desparasitar de vicio para no perder la costumbre de la jeringa. No hay moscas, piojos, pulgas, garrapatas, nada», remarcó. El productor precisó que otra ventaja son los porcentajes de preñez, arriba del 89% con rodeo general y con inseminación en más del 68%.
Ventajas
¿Por qué Hereford aquí? «La raza se caracteriza por cuestiones que le dan una plusvalía, como la mansedumbre, la adaptabilidad al medio, la capacidad de engorde, la cualidad materna», apuntó Sevillano.
Alejandro de La Tour, presidente de la Asociación Argentina de Criadores de Hereford, que visitó Pirinaica y la exposición de la raza en Río Grande, destacó: «Más allá de las características de aptitud materna, fertilidad y adaptabilidad, son animales mansos, fáciles de arrear, de encontrar en grandes extensiones».
«Hay algunas razas que tienen la prueba de docilidad -en su evaluación-, pero como la Hereford no tiene un problema, no se lo evalúa», agregó. También destacó, entre otros atributos, el doble color, la cara blanca y el cuerpo marrón/cereza más bayo, «que genera una diferenciación visual, por ejemplo, en entornos boscosos como los de la región». Además de Pirinaica, la cabaña más austral de Sevillano, en cría de Hereford en la provincia también están las cabañas Cabo Peña y La Retranca.
Dos objetivos para crecer
Jorge Sevillano comenzó a desarrollar su cabaña hace cinco años. Lo hizo para mejorar la genética propia -ya usa toros propios de pedigree- y para apuntar a la exportación a Chile -una oportunidad que se espera concretar aquí- y a cualquier otro mercado, además de la venta a otros productores en la isla.
En Chile hay ganaderos que compran en Canadá genética que en realidad es argentina. Por eso, para los productores de la isla entrar en el mercado chileno sería una gran oportunidad.
«Mi idea es vender también pajuelas y reproductores en pie en el mercado local», señaló. Antes de tener la cabaña, ya venía compitiendo en la exposición local con toros patagónicos y vientres inspeccionados pampas.
En la última exposición realizada en Río Grande tenía tres toros de dos años, cinco vaquillonas de dos años y cuatro terneras de un año, de pedigree también. Sevillano destaca que está convencido de la calidad de los ejemplares Hereford que ha ido logrando luego de que se implantaran aquí mismo los embriones de pedigree que sirvieron para apuntalar esta cabaña. Hoy de pedigree, entre machos y hembras, tiene 50 animales y va a seguir creciendo detrás del objetivo de apostar tanto al mercado local como a la exportación, según explicó.
La apuesta de una raza presente en todo el país
Vientres
En la raza, VIP es el programa Hereford que a través de la selección, identificación y marcación incorpora vientres generales superiores que reúnan las características fenotípicas de la raza.
Registrado
Entre otros puntos, en la raza destacan que para un ganadero es beneficioso tener un rodeo registrado porque está seleccionado por pautas preestablecidas que definen a una raza a través de rasgos de valor comercial.
Evaluación
Desde 1991 la asociación de criadores Hereford lleva adelante el programa de evaluación genética PEG, con índices en algunos casos y con Deps en otros según las exigencias.
Pedigree
El Programa de Pedigree Hereford es llevado por la Sociedad Rural Argentina (SRA). Los animales de pedigree establecen una base y permiten conocer cómo ha producido una familia.
Cruzamiento
En la asociación de criadores remarcan que la búsqueda de terneros caretas o mestizos, fruto de la cruza de toros Hereford con vientres de otras razas, ha permanecido como una técnica de manejo que aumenta la productividad.
Fuente: Fernando Bertello en el Diario La Nación.
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