“Bienvenido”, le dijo el Papa en retribución al “Santo Padre, ¡qué gusto al verlo!” con el que Alberto Fernández lo saludó en su ingreso a la Sala del Troneto del Vaticano. Allí lo recibió Francisco y luego lo invitó a pasar a la biblioteca del segundo piso del Palacio Apostólico para mantener el primer encuentro entre ambos desde la llegada del actual presidente a la Casa Rosada.
Fernández llegó puntual a su encuentro con Francisco. El anfitrión lo recibió con cordialidad y ambos se mostraron distendidos. “Pase usted”, se mostró cortés el mandatario al momento de ingresar a biblioteca. “No, primero el monaguillo”, reaccionó el Papa, ante las sonrisas de quienes presenciaban la escena.
A la biblioteca privada del Papa sólo ingresaron Francisco y Fernández. El encuentro se prolongó durante 44 minutos. El tiempo que el Papa dedica a quienes recibe no es un dato menor: es un dato que se tiene en cuenta para evaluar su cercanía con los invitados.
En este caso no pasó inadvertido que el Papa estuvo con Fernández el doble de tiempo que con Macri en el 27 de febrero de 2016, cuando el entonces presidente lo visitó por primera vez. En aquel encuentro Jorge Bergoglio lo recibió con cara de perro y le concedió sólo 22 minutos de su tiempo, apenas ocho más que a la reina de Inglaterra. Macri volvió al Vaticano a fines de octubre de ese mismo año y ahí sí, además de una sonrisa, consiguió dialogar con el anfitrión 39 minutos.
El resto de la comitiva que acompañó a Fernández al Vaticano se sumó cuando concluyó el tramo privado del encuentro. En ese momento se concretó la entrega de los obsequios que le llevó el mandatario.
Como es habitual en las visitas de un presidente al Papa, Fernández llegó al Vaticano con regalos. Eligió un telar elaborado por la Granja Andar, de Moreno, un busto del Negro Manuel, y un libro sobre cafés de Buenos Aires.
“Ella trabaja con Scholas”, dijo el Papa cuando Alberto Fernández le presentó a Fabiola Yañez, mientras que, al saludar al canciller Felipe Sola, Francisco le dijo «cuántos años”. Entre los presentese también estaba Gustavo Béliz, secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia.
Además del mensallón, la escultura con forma de medallón que simboliza la paz, Francisco le regaló a Fernández sus cinco escritos como Papa y le firmó la exhortación “Christus Vivit”, y el mensaje de la Jornada Mundial de la Paz de este año, que le dijo que lo había firmado ayer.
Previo al encuentro con el Papa, que comenzó a las 10:27 de Roma, el mandatario había participado esta mañana de una misa «por la reconciliacion» en la Basílica de San Pedro, junto a Yañez. La ceremonia fue celebrada por el obispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo.
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