El presidente de la Cámara de Turismo de Ushuaia destacó el “proyecto de consenso” que presentó ayer el Gobernador a la entidad a través de una videoconferencia, y consideró que los créditos a otorgarse servirán para afrontar deudas, generar capital de trabajo e inversiones. Sin embargo advirtió que no se trata de subsidios y, si la reactivación se dilata, las empresas se van a encontrar sin ingresos para afrontar las deudas contraídas. En el caso del turismo extranjero, la expectativa de reactivación lleva el plazo a “un año y medio o dos años”. Para la temporada de invierno dijo que en tanto no haya vuelos que traigan turistas será inútil que reabran los centros invernales y, si se establece una cuarentena, resulta “inviable”, sentenció.
Río Grande.- El presidente de la Cámara de Turismo de Ushuaia, Ángel Brisighelli, evaluó por Radio Universidad 93.5 el proyecto presentado por el Ejecutivo a la Legislatura para capitalizar el Banco Tierra del Fuego y otorgar créditos al sector privado, además de herramientas para sectores no bancarizados.
Ayer participó de una videoconferencia con el gobernador Gustavo Melella y “por lo que nos explicaron, ha sido un proyecto de consenso donde se han sentado todos a ponerse de acuerdo en una idea general para que la Legislatura avance medianamente rápido”, dijo.
“El proyecto tiene dos partes, una es la capitalización del Banco Tierra del Fuego con dos mil millones de pesos, para poder dar créditos a toda la actividad económica. Esto va a permitir afrontar deudas, generar capital de trabajo e inversiones que se necesitan para reactivar la economía. La segunda parte prevé una serie de ayudas de AREF hacia los monotributistas que tienen el régimen simplificado. Las empresas pagan Ingresos Brutos en función de su facturación, pero los que están en el régimen simplificado pagan una cantidad fija todos los meses, independientemente de la facturación que tienen”, explicó.
“Las empresas no estamos pagando Ingresos Brutos porque simplemente no tenemos facturación, pero por una cuestión de justicia es razonable que quienes pagan montos fijos tengan una suspensión por 90 días, como plantea el Estado”, sostuvo.
Consideró que este proyecto “es una ayuda, pero los problemas son bastante más graves. Esto no es un subsidio ni nada por el estilo. Es la posibilidad de acceder a un crédito a una tasa que hay que reconocer que es barata, pero es plata que hay que devolver. Los créditos son bastante complejos en estas circunstancias, porque uno puede tener la esperanza de que las cosas mejoren y endeudarse demasiado, pero si la reactivación no es la que se esperaba, el comerciante tiene que hacer frente a un montón de deudas en créditos. Son herramientas para manejar con mucho cuidado”, manifestó.
Unos 50 millones de dólares en pérdidas
Consultado sobre el impacto de la paralización de la actividad turística, Brisighelli indicó que “según las estadísticas de la Cámara Argentina de Turismo, el turista gasta 86 dólares por día en la Argentina. En el caso de Ushuaia, la estadía está en dos días y medio. Si multiplicamos los 450 mil turistas que hemos tenido en la temporada anterior por dos días y medio y por 86 dólares, va a dar la cantidad de dinero que ingresa a Tierra del Fuego por el turismo”.
La cuenta da un monto cercano a los 100 millones de dólares, pero “igualmente hay una parte tramposa, porque esos 86 dólares es el consumo que el pasajero tiene en el país y una parte importante son los gastos aéreos. El costo de los aéreos no viene a Tierra del Fuego sino que queda en Buenos Aires. Lo que deja en la ciudad sería un 50%”, aclaró, si bien ese porcentaje ronda los 50 millones de dólares que dejan de ingresar a la provincia.
“La actividad se paró en seco de una forma impresionante. Veníamos trabajando al ritmo de una muy buena temporada alta hasta el 14 de marzo y en dos o tres días pasamos al cero por ciento. Se paró toda la actividad y desde ese momento estamos totalmente parados. El turismo es un negocio extremadamente distribuido. En Ushuaia hay unas 8 mil personas que trabajan en forma directa y unas 4 mil en forma indirecta. La planificación se realiza dos años antes, para la programación de los movimientos de los grupos más grandes, como los barcos y cruceros. En este momento ya sabemos las fechas que están programadas para la temporada 2021-2022”, aseguró.
Temporada invernal
Respecto de la reapertura de los centros invernales, dijo que “se está haciendo el intento para mediados de julio, pero para que eso sea un negocio nosotros dependemos de los vuelos. Si no tenemos vuelos para que puedan venir turistas, la apertura del Cerro Castor o de los demás centros invernales no va a hacer ningún tipo de diferencia. El Cerro es un gran imán de turismo y lo necesitamos para eso, y ha sido el gran aporte en la temporada de invierno de Ushuaia”, destacó.
“Hoy en los papeles los vuelos no van a estar habilitados hasta septiembre, sin embargo la ANAC -Administración Nacional de Aviación Civil- se ha comprometido a rever esa decisión cada 15 días, para ver cuándo se pueden autorizar los vuelos. Hay una expectativa en función de conversaciones con funcionarios de Buenos Aires de que se puedan autorizar vuelos desde fines de junio. Este fin de semana salió una resolución de la ANAC que habilitó la aviación civil en el interior de la Argentina, no la comercial, y ya se está empezando a reactivar la posibilidad de volar con aviones civiles, como los de aeroclub. Es un inicio que eso se esté reactivando”, valoró.
No obstante el problema se plantea con la cuarentena obligatoria, que hace “inviable” la llegada de turistas. “La verdad es que en este momento nadie está esperando que vengan pasajeros del exterior, porque tenemos tres problemas muy serios: primero, no hay vuelos al exterior; segundo, están cerradas las fronteras; y tercero, aunque se habiliten las fronteras, a la gente le están pidiendo 14 días de cuarentena. Como realidad turística hoy es imposible pensar en una reactivación con turismo extranjero”, expresó.
“Si se pide cualquier tipo de cuarentena, la que fuera, nos tenemos que olvidar del turismo, porque lo hace inviable. La persona que viene a esquiar una semana a Ushuaia, no viene a pasar dos semanas encerrada para ver si después esquía”, planteó.
Con respecto a la situación de los hoteles, dijo que “están todos cerrados, no hay ninguno abierto. Hay uno solo que trabaja, el Altos de Ushuaia, porque tiene un contrato con las empresas pesqueras y la tripulación que tiene que salir en esos barcos tiene que pasar 14 días de cuarentena antes de embarcar. La tripulación está haciendo la cuarentena en el hotel, preparándose para salir a pescar al mar, donde permanecen unos 45 días”.
“No tiene ningún sentido que abran los hoteles en tanto no haya vuelos. Abrir un hotel implica un costo mucho más alto que mantenerlo cerrado y nadie va a abrir para que no haya nadie alojado”, sostuvo. Asimismo, tampoco se puede pensar en el turismo interno porque las rutas están cerradas. “No hay absolutamente nada de turismo. El turismo interno, si nos referimos al de Patagonia, representa menos del 1%, y no es un número que permita hacer ningún tipo de planificación económicamente”.
Reactivación muy lenta
Frente a este escenario, estimó que la reactivación puede demorar hasta dos años para el turismo extranjero. “Yo creo que esta es una situación temporal y que en el mediano plazo va a volver a acomodarse como estaba originalmente, y al decir mediano plazo estoy hablando posiblemente de un año y medio o dos. A la larga vamos a volver a tener una estructura comercial basada en los mismos mercados que tenemos hoy, que son Estados Unidos, Europa, Japón, Brasil, el mercado nacional, y los nichos a buscar son los que complementan esos mercados principales”.
“En el corto plazo la reactivación del turismo va a ser por diferentes mercados y con diferentes velocidades. Mientras más cerca esté, más rápido se va a reactivar. El primer mercado donde vamos a tener una reactivación es el turismo nacional y sobre eso es lo primero en que se está trabajando. Posteriormente empezaremos a tener más reactivación con el regional y a más largo plazo con el turismo internacional”, señaló.
Puerto de contenedores
Por otra parte se le consultó si beneficia a la actividad la construcción del puerto de contenedores que está proyectado en la capital fueguina. “En realidad beneficia a toda la ciudad porque Ushuaia tiene un problema muy serio con la ubicación del puerto. Toda la operatoria de carga está en el centro de la ciudad y todo el movimiento de contenedores, de grúas, de camiones, pasa por el centro de la ciudad. Esto genera un problema bastante serio de tráfico, además de la contaminación visual por los contenedores en el centro”, dijo.
“La apertura de un segundo puerto no es extremadamente beneficioso para el turismo en sí, porque los buques de turistas tienen prioridad en la operatoria del puerto de Ushuaia. Cuando se produce superposición de barcos, los que van a rada son los de carga y los pesqueros, y los de turismo son los primeros en operar. La apertura de un segundo muelle beneficia más a la operatoria de carga y de pesca, que están más relegadas en las prioridades, pero a la ciudad de Ushuaia la beneficia por la mejora en la parte céntrica, la reducción de camiones, de depósitos fiscales y la contaminación visual. Todo eso cambiaría muchísimo con un muelle en la zona industrial”, concluyó.
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