César Vargas, propietario de la estancia María Luisa, negó una operación con la Fundación Rewilding, que propicia un parque nacional en Península Mitre y fue cuestionada por ambientalistas locales por maniobras que llevan a la “extranjerización de tierras”. Reconoció haber tenido varias reuniones con esta ONG y “con varias más”, y planteó dos propuestas en juego, la que propone un parque nacional y la que apunta a un área protegida de jurisdicción provincial. También negó que la tranquera impida el paso por la ruta A para acceder a Península Mitre, porque la ruta “termina antes de llegar a la estancia”. Todavía no hubo comunicaciones con la actual Legislatura, que analiza el proyecto.
Río Grande.- El propietario de estancia María Luisa, César Vargas, paso obligado para llegar a Península Mitre por la zona norte, dialogó con Radio Universidad 93.5 sobre las objeciones planteadas por la organización ambientalista Mane’kenk, a través de su presidente, Nancy Fernández, sobre maniobras de “extranjerización de tierras” a través de organizaciones vinculadas con un empresario norteamericano.
Indicó que desde 1997 se hicieron cargo de la estancia y que “hicimos una compra con escritura, como corresponde. Fue un procedimiento normal entre privados, y son aproximadamente 27 mil hectáreas”.
“Conocemos particularmente la problemática de ese sector de la isla y es un tema de larga data. Nosotros sufrimos las consecuencias como vecinos de la isla y productores locales. Mi hermana lleva adelante todo el desarrollo turístico de la zona junto con su marido, y conocen al detalle lo que pasa en el sector”, sostuvo.
María Luisa es la entrada por tierra y Moat la salida por mar de la zona de Península Mitre, y ambos propietarios se reunieron en Buenos Aires con la fundación Rewilding, una de las tantas que posee el empresario Tompkins. “A lo largo de estos años hemos tenido reuniones de todo tipo con el mundo rural, ganadero, turístico. Este último período tuvimos encuentros por la problemática de Península Mitre, participamos activamente de varios debates, planteamos nuestro punto de vista, primero como damnificados y luego como fueguinos y argentinos preocupados por lo que pasa allí”, dijo.
“A medida que van pasando los años y las tendencias políticas van de un lado para el otro, el grado de interés de parte nuestra va decayendo. A veces los planteos no son serios desde lo técnico y lo profesional. Ojalá que lo que pasa actualmente nos haga reflexionar y encontremos un punto de equilibro para que se conserve ese sector de la isla que tanto queremos todos”, deseó.
Consultado acerca de por qué se sienten damnificados, explicó que “ahora empieza la temporada de verano y transita mucha gente en el sector. El debate que se ha dado públicamente con fundaciones y autoridades nacionales tiene que ver con conservar el sector. Muchos vecinos de Río Grande, Ushuaia y otras partes del país van, pero no tienen conciencia de conservar, cuidar la naturaleza. Nosotros como empresarios que desarrollamos la actividad ahí nos hacemos cargo hasta donde podemos”.
Sin diálogo con la Legislatura actual
A comienzos de este año reingresó el proyecto que declara área protegida a Península Mitre, pero hasta ahora Vargas no tuvo encuentros con los legisladores. “Con la gestión de la ex gobernadora Bertone y quienes conformaban la Legislatura anterior sí nos hemos reunido, pero la fundación con nosotros no han hecho ningún negocio, la estancia sigue siendo propiedad nuestra y somos argentinos. Nosotros desarrollamos actividad ganadera a una escala muy chica, y actividad turística. Todo ese sector tiene un potencial muy importante del punto de vista de la naturaleza. No termina de despegar porque las políticas no son claras, pero como empresarios pyme nos dedicamos al turismo y estamos haciendo un esfuerzo muy grande para cuidar el lugar y potenciarlo. Se alquilan cabañas, se puede pasar el fin de semana, hay actividad de pesca y devolución. Se encuentra la cordillera de los Andes con la costa Atlántica en ese lugar y el potencial natural es enorme”, manifestó.
“Nosotros acompañamos con estructura y a lo largo de estos años se han invertido millones de dólares para que eso se conserve y se potencie, porque vienen turistas de todo el mundo a visitar ese sector. También llegan vecinos de Río Grande, de Tolhuin y Ushuaia y de otros puntos del país. A veces se nos complica porque el tránsito es mucho en temporada alta y no tenemos recurso humano para cuidar todos los accesos”, dijo.
Respecto de la tranquera que impide el acceso en una ruta provincial, como la ruta A, aclaró que “por nuestro establecimiento no pasa ninguna ruta. La ruta A llega a zonas aledañas a nuestro predio pero no continúa”.
Afirmó que “siempre tuvimos la mejor disposición para encontrar un punto de equilibrio y que podamos convivir en la conservación del sector”.
Reconoció que se verían afectados si se declara zona protegida bajo jurisdicción provincial a Península Mitre, porque “cualquier ley necesita de un presupuesto. A veces es mucho el tránsito y nosotros somos una pyme, sin recursos humanos ni económicos para cuidar y contener a la gente, o decirles que no se pueden llevar lo que encuentren en las playas, que hay zonas donde no pueden acampar o prender fuego. No conozco el proyecto actual, porque se volvió a presentar un proyecto distinto, y hubo varios proyectos a lo largo de los años. Hay que plantear el tema de recurso humano, cómo se va a cuidar el sector, quiénes lo van a hacer. Esto no se soluciona solamente con una ley”, remarcó.
En cuanto a Martina Sasso, representante de la Fundación Rewinding, dijo que tuvo conversaciones con ella “y con otras ONG interesadas en Península Mitre. No conozco el proyecto actual y nuestra predisposición al diálogo siempre está”.
Sobre las negociaciones entre esta fundación de capitales extranjeros con estancia Moat y María Luisa, indicó que “es una fundación importante que está en diferentes partes del mundo pero no han hecho ningún negocio con nosotros. Tuvimos reuniones con diferentes ONGs y el planteo siempre tiene que ver con el cuidado de Península Mitre. Había dos tendencias distintas, un grupo de ONGs que apoyan la reserva de Península Mitre como un parque nacional, donde el Poder Ejecutivo Nacional tenga injerencia y tome las determinaciones; y después hay otra tendencia de otras ONGs que van por el lado de la conservación provincial, o un parque provincial. Al final del camino siempre se termina discutiendo el tema de los accesos y el presupuesto, porque para conservar esto debe haber una política de comunicación activa, desarrollar un programa”.
“Como sector privado escuchamos y participamos. Los vecinos que quieran ir de visita, se contactan con nosotros, mi hermana está diseñando el calendario y no se van a arrepentir de ir a conocer”, concluyó.
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