El presidente del Concejo Deliberante de Río Grande destacó la “administración ordenada” a lo largo de este año, que permitió cancelar la deuda heredada de 2019 y poner al día las cuentas en 2020. Estimó que el año va a cerrar “con un pequeño superávit”, lo que calificó de histórico para la institución. Lamentó la falta de acompañamiento de FORJA para aprobar el endeudamiento solicitado por el Ejecutivo, y aseguró que contaban con toda la documentación, pero lo que faltó fue la decisión política. Aseguró que de todos modos se espera mucha obra pública el año próximo, con fondos propios y también por la herramienta de iniciativa privada.
Río Grande.- El presidente del Concejo Deliberante de Río Grande, Raúl Von der Thusen, evaluó el año legislativo y adelantó “un pequeño superávit” en la institución, que atribuyó a la administración ordenada que se llevó adelante y permitió sanear deudas de 2019 y estar al día en 2020.
Por Radio Universidad 93.5 se refirió a la aprobación del presupuesto 2021, que prevé ingresos por 6.500 millones. “El presupuesto fue tratado en un tiempo prudencial dentro del Concejo, con la particularidad de la pandemia, porque tuvimos que hacerlo a través de las plataformas virtuales. Fuimos el primer Concejo en aprobar el presupuesto, porque entendimos que el intendente debía tener a partir del 1° de enero una ejecución real del presupuesto. Ya están trabajando las áreas de Finanzas del municipio para ver de qué manera se ejecuta. Era la única forma de hacerlo ordenado”, dijo.
“La previsión presupuestaria siempre es importante, porque es importante tener previsión de los recursos con los que se va a contar el año próximo. Se vuelve más sencillo en términos de la ejecución. Los presupuestos forzados que se terminan aprobando en diciembre, o los reconducidos, complican bastante poder gobernar, si bien en este caso la carta orgánica no lo permite”, observó.
“En este caso el presupuesto gira en torno a tres ejes, que son la inversión social, porque la crítica situación económica no ha cesado sino todo lo contrario: va en aumento y creo que el año que viene va a seguir con el mismo índice. También gira en la inversión en salud, porque no sabemos qué va a pasar con la pandemia. Se cree que va a haber un rebrote que va a ser más complicado y el municipio debe estar preparado para esta situación. El tercer eje es la inversión en obra pública, porque cuando hablamos de recesión económica en época de crisis la obra pública siempre ha sido el caballito de batalla para activar la economía local y los servicios para los vecinos. No es lo ideal porque la economía de un país debe tener distintos pilares para poder sostenerse”, planteó.
Sin endeudamiento
En cuanto a la falta de consenso para aprobar el endeudamiento solicitado por el Ejecutivo, responsabilizó al bloque de FORJA. “No tuvimos éxito en el consenso porque nos faltó un voto. El bloque de FORJA se negó a acompañar esta propuesta, que era importante. Eran 420 millones para poder hacer obra pública en la ciudad, no era para pagar sueldos ni para comprar autos. Tenía un destino específico con una financiación muy económica que se había conseguido, pero FORJA no lo permitió. En la gestión anterior me tocó ser concejal cuatro años y FORJA fue uno de los primeros que insistía en que había que votar un endeudamiento, y se lo aprobamos al ex intendente Melella, para la planta potabilizadora. Ahora podría haber pasado lo mismo y si bien trabajé hasta último momento para lograr el consenso, lamentablemente no se consiguió”, sostuvo.
Consultado sobre las críticas de la concejal “Laly” Mora a la falta de documentación para aprobar este endeudamiento, lo negó de plano. “La documentación estaba y personalmente llevé al bloque de FORJA todas las hojas que pidieron con respecto a la propuesta de financiación. No ha faltado información, lo que faltó fue voluntad política para solucionar los problemas de la gente. A veces se mezclan las cuestiones políticas, las banderas partidarias, y en medio quedan de rehenes los vecinos”, cuestionó.
“Igualmente vamos a trabajar en obra pública porque hay un monto destinado del presupuesto y también tenemos la posibilidad de contar con empresas que quieran invertir por iniciativa privada. Estas inversiones se harían para pavimento, cordón cuneta, hay proyectos de arreglo de avenidas, de pluviales para que la ciudad no se inunde cuando caen tres gotas. Hay obras de fondo que no se ven pero hay que hacerlas, lo mismo ocurre con el sistema cloacal. El intendente anunció las obras de cloacas en el casco viejo pero hay muchos lugares de la ciudad que necesitan estas obras y los fondos del municipio no alcanzan. Por eso aprobamos la iniciativa privada, y la inversión de una empresa es una forma de que el Estado se pueda financiar. Se creó una comisión para poder controlarlo a fin de que no haya intereses siderales y sea un negocio para las empresas. Debe ser algo justo, y la ciudad se tiene que ver beneficiada con estas obras”, subrayó.
Equilibrio en el Concejo
Puntualmente sobre la institución que preside, recordó que “tiene el 6,66% del presupuesto total, y este año aproximadamente son 370 millones. Más del 95% de ese presupuesto va destinado a sueldos. Es muy difícil tener un presupuesto como el que nos toca en el Concejo, no porque uno quiera tener más asesores, sino que uno tiene que hacer inversiones en el edificio y el dinero no alcanza. Este año he intentado hacer algunas obras de refacción y además administrar el recurso humano, y no es fácil”, señaló.
No obstante adelantó que “el Concejo va a cerrar con un pequeño superávit y esto va a ser histórico. El viernes se pagó gran parte de noviembre y el martes se va a pagar en su totalidad a los proveedores, los profesionales, los medios, que están al día al mes de noviembre. No hay deuda con los proveedores, y creció el registro. Antes los proveedores no querían saber nada con el Concejo y hoy cada vez se inscriben más para poder cotizar”, comparó.
“Recibimos un Concejo con casi 8 millones de deuda, que la pudimos pagar. Entre mayo y junio dejamos al día el 2019 y con una administración ordenada podemos dejar al día el 2020. El año pasado ingresó entre octubre y noviembre una ampliación presupuestaria de 50 millones para el Concejo, y así y todo terminamos con un déficit de 10 millones. Este año no entraron esos 50 millones y vamos a terminar con superávit. Eso habla a las claras de que hubo una buena administración. Antes eran 7 concejales y ahora me tocó administrar con 9, con todo lo que eso conlleva, porque tuve que hacer oficinas nuevas y eso lleva inversión. Tenemos muchos problemas con respecto al gas, a la calefacción, a la electricidad. Pudimos hacer la primera etapa de una obra nueva que va a quedar para los riograndenses. Todo lo que se invierte en este edificio queda para los vecinos. Estoy muy contento porque con muy pocos recursos pudimos hacer un montón de cosas”, celebró.
“Las cuentas del Concejo están equilibradas y saneadas y es importante que todos lo conozcan, porque cuando se habla de fondos del Estado siempre se habla de déficit. Cuando hay déficit, eso se genera por la mala administración. Veremos si el próximo año los concejales me vuelven a elegir como presidente de la institución para seguir con estos cambios tan importantes. El presidente que venga va a tener una institución ordenada”, concluyó el edil.
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