El secretario general de la UOCRA aseguró que nunca hubo reactivación de la obra pública y hasta el momento fueron todas promesas y anuncios. La mayoría de los trabajadores siguen desocupados y a lo sumo hasta fines de abril se podría trabajar en Ushuaia y algunas semanas de mayo en Río Grande, por el inicio de la veda. Las empresas aseguran que el gobierno no paga los anticipos para iniciar en algunos casos, o siguen pendiente de cancelación las deudas; en la obra del gasoducto faltaría la autorización de Camuzzi. Por diversas razones sólo una minoría está ocupada y el gremio prevé pedir asistencia para la gran masa que forma parte de la bolsa de trabajo. Desde el municipio se iniciaron obras pero “con personal propio o mediante contratos con monotributistas”, señaló.
Río Grande.- El secretario general de la UOCRA, Julio Ramírez, evaluó la temporada de verano y afirmó que no se logró reactivar nunca la ocupación de trabajadores porque la obra pública sigue parada.
“Las obras las siguen anunciando pero está todo igual. Seguimos con una desocupación terrible en la construcción. Las empresas que están trabajando son muy pocas y ocupan muy poca gente. Son obras que deberían tener entre 30 y 40 trabajando y tienen 6 ó 7 compañeros. No hay obras grandes con más de 10 ó 12 compañeros, porque están paradas. Nosotros hacemos las notas de reclamo a las empresas y siempre nos contestan que no cobran”, dijo.
“Tenemos la obra del hospital que tiene que empezar la empresa PROALSA, pero no empieza porque no le dan el anticipo y no le pagan. El empresario no me dice que es por eso, pero yo lo sé. Las obras que tiene Cóccaro en la margen sur están con un mínimo de gente porque no les dan los números para tener 40 ó 50 compañeros. Hay una obra inmensa como la escuela técnica donde tendríamos que tener 30 trabajadores pero hay 10”, mencionó.
Desafió a lo que nieguen la situación a que lo acompañen a recorrer las obras, así “vamos a sacarnos la careta, porque estoy cansado de los anuncios. En Ushuaia tenemos la obra del hospital que tampoco se va a empezar porque no se sabe si la estructura está en condiciones. Hicieron mediciones y está todo perfecto, pero la obra no empieza. No sé lo que esperan ni lo que piensan, lo que sé es que tenemos una desocupación terrible y los compañeros lo están pasando muy mal”, subrayó.
“Tenemos la obra de los dos kilómetros de gasoducto que se adjudicó a CONINSA y tampoco empieza porque Camuzzi no les da el permiso. No llegamos a ocupar ni un 40% de la mano de obra y la gente está cansada, totalmente desamparada. Se enojan con el gremio porque necesitan trabajar, y el gremio no tiene la culpa de que no empiecen las obras. Acá la culpa es del gobierno que dice que largan pero las empresas no toman la gente o toman el mínimo. Tuvimos casos donde los compañeros se enojan con el gremio y dicen que no hace nada. Yo hago lo que puedo para contener a los trabajadores, buscándoles trabajo, pero más no podemos hacer, salvo juntarnos todos y salir a la calle, o ir a la Casa de Gobierno a reclamarle al gobernador qué pasó con las obras”, planteó.
“Nunca se recuperó nada de la construcción y para mí sigue todo igual. Esperábamos bastantes obras, la municipalidad hace la mayor parte por administración o contrata monotributistas y al compañero no le sirve eso. Yo estuve hablando con el intendente para ver si podían arrancar algunas obras, me dijo que sí y que está haciendo todo lo posible para que salgan las licitaciones y tomen la gente. Todo lleva mucho tiempo y la gente no puede esperar más. Ya viene la veda invernal y la verdad estamos muy mal”, enfatizó.
Para Ramírez luego de los anuncios de inversiones multimillonarias con fondos propios y de nación, “no se cubrieron para nada las expectativas que teníamos. Desde que empezó la pandemia hasta hoy tenemos una desocupación terrible y sigue todo igual. Sabemos que esto pasa en todos lados, no solamente en Tierra del Fuego, pero nosotros apuntamos a la gente que vive acá y necesita trabajar”, priorizó.
Frente a este panorama solamente les queda apelar a la asistencia: “Vamos a tocar a los entes que tenemos que tocar, al gobierno, al municipio, para que nos den una ayuda para los compañeros o un subsidio. Yo ya no quería subsidios porque confiaba en que íbamos a estar bien, pero tenemos que volver como todos los años con todos los gobiernos, porque no es que entró un gobierno y es mejor que el otro. En cada gobierno tenemos que andar pidiendo que nos den algo para la gente y no va a quedar otra para sostener a los compañeros como sea”, señaló.
Advirtió que ya queda muy poco tiempo para una reactivación antes de la veda: “Hasta mayo podemos trabajar y lo que queda de abril en Río Grande, y en Ushuaia hasta fin de este mes a lo sumo, porque después se viene mucho el frío”, concluyó.
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