El secretario general del gremio, Juan Carlos Cuenca, destacó el rol desempeñado por el Ministerio de Transporte para destrabar el conflicto. El primer tramo es retroactivo a mayo y a partir de julio se suman cuatro cuotas no remunerativas de 17 mil pesos. Ahora resta dialogar con las autoridades locales para reforzar la compensación a las empresas, que han sufrido una caída importante en el corte de boleto por las restricciones a la circulación y las limitaciones de pasajeros transportados. Cuenca aseguró que el diálogo es excelente tanto con el municipio como con CityBus y confía en llegar a buen término para “no volver atrás y mantener la calidad del servicio”.
Río Grande.- El secretario general de la Unión Tranviarios Automotor, Juan Carlos Cuenca, dio detalles por Radio Universidad 93.5 del acuerdo salarial sellado el pasado jueves, que puso fin al conflicto. “Veníamos con medidas de fuerza, cuartos intermedios, conciliación obligatoria y el jueves a última hora en la reunión que hubo entre las partes se logró firmar un acuerdo, para el bien de los trabajadores y de la paz social”, manifestó.
El acuerdo “tiene las condiciones que solicitaba la entidad sindical, que era un 37,8%, al igual que se firmó en el AMBA. En la región patagónica nos impacta con la zona y los ítems de viáticos que tienen los choferes y rondaría un 42%, porque la zona establecida en el convenio es del 20%. También se firmaron cuatro cuotas no remunerativas de 17 mil pesos, para compensar el principio del año, y se deja septiembre para realizar algún ajuste si es necesario”, indicó.
“Para el mes de mayo el incremento salarial sería de un 11% sobre el salario de abril. Para junio sería un 14,28% sobre el salario total remunerativo de mayo, y para septiembre un 12,5% sobre el total remunerativo de junio. Las cuotas no remunerativas se van a percibir en julio, agosto, septiembre y octubre”, precisó.
“Nosotros tenemos el convenio 460 y en choferes urbanos estamos en los 200 trabajadores entre Ushuaia y Río Grande, luego el traslado privado tiene otro convenio, y el chofer de larga distancia tiene el 225”, señaló sobre el universo alcanzado.
La etapa del diálogo local
Cuenca recordó que “la quita del subsidio al transporte en el gobierno anterior fue lo que llevó al deterioro del servicio. El gobierno de Alberto Fernández retomó la compensación del subsidio, si bien los empresarios denunciaron una disparidad. Hay una compensación que recibe la provincia y la Dirección de Transporte deriva a la empresa lo que corresponde. Todo subsidio de Nación lo recibe la provincia. Ya veníamos con disparidad de subsidios en el interior del país con el AMBA y con el inicio de la pandemia impactó duramente en las empresas. Antes de la pandemia la empresa tenía 19 mil movimientos mensuales entre mayores, secundarios, primarios, jubilados. Hay gente que se mueve más de una vez en el mismo día y se hablaba de 12 mil usuarios. La actividad llegó a caer el 90% y la cantidad de unidades siguió siendo la misma porque se declaró servicio esencial. Hasta el día de hoy existen restricciones pero las unidades están en la calle. Lo que causa problemas es la cantidad de personas autorizadas por unidad por los protocolos. La empresa está teniendo inconvenientes y se demoró este acuerdo porque la misma situación se da en todo el interior del país”, planteó.
En función de estas limitaciones aspiran a una mayor compensación local. “Ahora inicia una etapa de diálogo con las autoridades locales y hay que reconocer que hizo un esfuerzo enorme Transporte de Nación para salir de esta situación. Queda una discusión individual sobre lo que tienen que aportar, y es en cada ciudad y provincia. El pico más bajo de corte de boleto fue de mil, subió a dos mil, tres mil, de acuerdo a lo que iba a sucediendo, porque se liberaban y restringían servicios. La gente que hacía uso del transporte público y cumplía con servicios esenciales rondaba ese número, que es variable al día de hoy. Hubo una restricción de nueve días hace poco y bajó nuevamente a 10 personas paradas, después se liberó a 15 pasajeros. Es muy dinámica la situación de acuerdo a lo que deciden las autoridades de salud”, expuso.
“Hay empresas de transporte que si no tienen un subsidio no sobrevivirían. Sin subsidio el costo del boleto en Río Grande estaría rondando los 70 u 80 pesos, y hoy está en 24 pesos aproximadamente. Ahí es donde toma intervención el Estado para compensar la diferencia y que se pueda prestar el servicio. Para tener un boleto de 24 pesos la Municipalidad hace un gran esfuerzo, más el subsidio de Nación y el de combustible. Se hace un combo para mantener el valor del boleto. La empresa planteó que tiene tres ingresos, uno a través del subsidio nacional, otro del municipal y otro del corte de boleto, que es donde impactó muy duro, porque de 19 mil movimientos pasaron a 1.500 en la etapa más dura y eso está registrado a través de la SUBE”, afirmó.
“Hoy la empresa tiene alrededor de 22 ó 24 unidades y está trabajando todo el personal, que nunca dejó de prestar el servicio. Después de sufrir mucho la precariedad, se tomaron decisiones políticas en los municipios y trataron de fondo el tema del transporte público. En Río Grande tuvimos la suerte de contar con un empresario local, ya que no había interesados en invertir a nivel nacional. Fue todo nuevo y la ciudad necesitaba un buen servicio. Esto se pudo solucionar y en Ushuaia también se tomó la decisión de crear la sociedad del Estado. Nosotros acompañamos fuertemente y apoyamos esto que solucionó la precariedad de los trabajadores y los usuarios. Queremos que se mantenga la calidad del servicio y ahora nos queda la discusión para resolver la diferencia que necesita la empresa para mantener ese servicio de calidad y no volver atrás”, sostuvo.
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