El presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, José Luís Iglesias, advirtió que con un 12% de desocupación prácticamente en todos los hogares de la ciudad hay alguien que no tiene trabajo. Se suman, para los que lo tienen, muchas condiciones de precariedad y malas remuneraciones. Lo enmarcó en los efectos de la pandemia y la caída abrupta en 2020, cuyos efectos todavía se tratan de mitigar. Sin embargo se avecinan nuevos desafíos porque la virtualidad llegó para quedarse y también la robotización, que ya se está viendo en otros países como reemplazo de personal en góndolas. Consideró que habrá que prepararse para no aumentar la desocupación y establecer normas claras, porque la pandemia aceleró este proceso, que “es parte de la realidad y está a la vuelta de la esquina”.
Río Grande.- El presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, José Luis Iglesias, dialogó con FM La Isla sobre la realidad en la zona norte, además de hacer un balance del cierre de la semana del Río Grande Se Prende, que será hoy a la noche en la Casa de la Cultura. “Se invitó a antiguos comerciantes, a los que participaron este año y de alguna forma tratamos de tener presencia, sobre todo de comercios que tienen más de 30 años de antigüedad, que son la mayoría. El crecimiento fuerte de Río Grande fue a partir del ’82 y a partir de allí creció el número de comercios”, dijo.
Estimó que hay “alrededor de cuatro mil comercios en la ciudad, y el número exacto lo tiene la Cooperativa Eléctrica por los medidores comerciales, porque algunos no están adheridos a la cámara”.
Con respecto a la situación en medio de la pandemia, expresó que “estamos aguantando la situación, toda la gente tiene la esperanza de que se controle. Hubo cambios muy profundos porque pasamos a la forma digital pero muchos comercios tuvieron que cerrar, o ir mutando. Esto se va a seguir dando. Está pasando en todas partes del mundo y todos apuestan a estar mejor más adelante”.
“Hay algunas actividades que se han restringido a determinados horarios, o dan turnos, y esto se ve desde el bioquímico y hasta en el banco. No hay ocupación plena por los protocolos y no es que se resienta solamente el consumo. Hay mucha compra online, los tiempos en los comercios son distintos, porque hay mucho personal en los mostradores en forma ociosa esperando que entre algún cliente”, describió.
En cuanto al comercio informal, aclaró que “desde las cámaras empresarios apuntamos a las mafias organizadas, que reclutan gente para vender y cuentan con mercadería puesta a disposición. No es un vendedor que trata de satisfacer una necesidad económica, sino que utilizan personal no registrado. Es muy difícil tener control y hay efectos colaterales de este comercio ilegal”.
“Esperamos que para noviembre, con una vacunación importante en la población, disminuyan los números de contagios y no generen complicaciones. Hay que apostar al futuro y en eso estamos. Todos aprendimos con esto. Siempre tratamos de discutir los temas abiertamente con los municipios, el gobierno nacional y provincial, y esta realidad no es culpa de nadie. Hay que poner buena voluntad y opinar respetuosamente de las medidas porque son temas muy técnicos y ninguno de nosotros somos sabios con respecto a estas cosas”, señaló sobre las restricciones.
“De nuestra parte como comerciantes tratamos de ser respetuosos con el otro, poner en vigencia nuestros protocolos, cumplir con las normas, con el alcohol en gel. Si sirve o no sirve no sé, pero si convenimos en esto tenemos que cumplirlo”, sentenció.
Relación con el gremio
Consultado sobre la relación con el gremio, ambas partes tienen un desafío por delante. “Es respetuosa y lo charlamos a nivel dirigencial. Esta pandemia generó una masiva desocupación en las tareas comunes y normales y va a seguir avanzando. Ya vemos que en Europa están con el carrito inteligente y esto quiere decir que va a haber menos gente en la caja y en las góndolas. Podrá demorar un año o dos, pero ya nos supera este tema y la pandemia aceleró los tiempos. Tenemos una realidad a la vuelta de la esquina de este tipo de situaciones y hay que normar todo lo que es trabajo digital y a distancia. No hay normas laborales definidas y hay que evitar problemas entre el empleado y el patrón”, manifestó.
Consumo en una meseta
A diferencia de Ushuaia, donde hay altibajos en la actividad económica, en Río Grande es más estable la situación. En este sentido Iglesias hizo un paralelismo con las características geográficas de la capital fueguina, con los picos de sus montañas, y la llanura de la zona norte. “Nosotros hicimos un foro con CAME que organizó Diego Navarro hace dos años y la gente que vino decía que el turismo venía creciendo un 10% por año en forma sostenida. Parecía que no podía fallar pero falló por la pandemia, aunque ahora va a empezar a remontar. Río Grande no sufría esto y no sufrimos el impacto frente a inversiones millonarias como los hoteles. Es distinto el panorama del comercio en nuestra ciudad porque las realidades son diametralmente opuestas. En 2020 estuvimos abajo del 2019 y hoy tenemos un nivel parecido al 2019 pero con los costos del 2021. Hay un montón de ayudas del gobierno nacional, provincial y municipal, pero en 2020 nos costó el 11% del PBI del país y esto se va a ver reflejado en distintas cosas. Este año tratamos de encontrar la meseta del 2019, hay un montón de instrumentos que ayudan a paliar la situación. Distinto es un hotel en Ushuaia con una inversión multimillonaria que está cerrado tantos meses, y va a tardar mucho tiempo en recuperarse”, manifestó.
“Tenemos una desocupación alta en la ciudad, del 11 ó el 12% y no estamos acostumbrados a esos números. Quiere decir que en todas las casas hay alguien sin trabajo, aparte hay muchos con empleos de baja calidad en cuanto a la remuneración. Hay gente que perdió todo su patrimonio, su auto por no poder pagar la cuota, y esto es lo que subyace. Esperamos contratación de mano de obra para el año que viene para poder recuperarnos, pero tenemos que remontar lo que hemos perdido en 2020 y todavía estamos tratando de mitigar los efectos, porque la deuda está”, concluyó.
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