El ex representante de la provincia ante la OFEPHI participó de la redacción de la ley corta y remarcó que Tierra del Fuego cuenta con todas las herramientas legales para accionar no sólo ante la retirada de YPF sino ante el incumplimiento del contrato, porque la desinversión lleva tiempo. Primero sugirió un diálogo con la empresa para confirmar las versiones de que abandonaría la provincia en octubre, y luego consideró más que oportuno aprobar la creación de la empresa provincial de hidrocarburos “sin mezclar la política”, para asociarse con el privado. Cuestionó que se “deje pasar” que la propia YPF elija su socio y le entregue las áreas porque “no es la dueña de los recursos”, además de exponer las complicaciones que traerá por los trabajadores que quedan desocupados y la afectación en las operaciones de Roch, que utiliza la boya de YPF para sacar el crudo de la provincia. Precisamente planteó que Roch podría ser una buena socia de la empresa provincial y resolver la salida de hidrocarburos por la planta de SIPETROL, que estaría en condiciones de ser expropiada por ser de utilidad pública. Fue crítico de la gestión de Alejandro Aguirre, que “sabe de turba pero nada de petróleo” y reclamó al gobierno fueguino que “se ponga los pantalones largos y consulte a los que saben”.
Río Grande.- Si bien el presidente de la Dirección Provincial de Hidrocarburos, Alejandro Aguirre, dijo hace poco que “no nos vamos a quedar con los brazos cruzados” luego de incidentes en plantas de YPF por falta de medidas de seguridad, ahora la empresa de bandera habla de una retirada de la provincia en octubre y de la intención de entregarle las áreas concesionadas a un socio.
El ingeniero Oscar Suárez fue consultado por Radio Universidad 93.5 sobre este tema y fue enfático al señalar que los recursos pertenecen a la provincia y es la provincia la que debe decidir a quién le concesiona las áreas, si se va YPF.
Suárez fue representante de la provincia ante la OFEPHI, removido en la gestión Ríos por sus críticas al convenio chino, y se refirió a las publicaciones en algunos medios sobre “el plan de desinversión de YPF no solo en Tierra del Fuego sino en Neuquén y otros lugares, y esto se debe a la falta de financiamiento que hay. YPF está sobre-endeudada, ha tomado más de mil millones de dólares en la gestión anterior, tuvo que reestructurar esa deuda externa producto de la escasez de dólares el año pasado y las directivas del Banco Central. Los escasos dólares que tiene los va a usar en Vaca Muerta, donde tiene más rentabilidad, y está pensando en desinvertir en los lugares que no considera rentables para su economía de escala”, dijo.
Respecto de las herramientas del Estado provincial, afirmó que las tiene todas. “Si la empresa empieza a desinvertir, y ya lo debe estar haciendo, la ley de hidrocarburos prevé plazos que empiezan con multa y terminan con la reversión del área. YPF no es dueña del yacimiento, tiene una concesión, y eso lo deben tener bien claro los fueguinos. YPF no puede decidir a tontas y a locas que se va, o que está buscando un socio para entregarle el área. La información salió así y plantea que YPF le daría los yacimientos a un socio, pero si no invierte, le tiene que dar el área a la provincia. El recurso es de la provincia, que tiene un área concesionada por una determinada cantidad de años, y si no cumplen con el contrato de concesión, donde hay un plan de inversión, debe actuar la autoridad de aplicación, porque hay deberes y derechos”, sentenció.
“El gobernador ha sido nombrado vicepresidente de la OFEPHI y en ese ámbito pueden tener reuniones con YPF para ver qué va a hacer. La provincia en este caso urgentemente debe actuar, pero siempre ocurre lo mismo, porque al estar la nación detrás de YPF parece que la provincia queda chiquitita, pero la provincia tiene el derecho por la ley 26197 y por el artículo 124 de la Constitución Nacional reformada en el ’94. Esos derechos hay que hacerlos valer”, subrayó.
Afirmó que “los yacimientos están en explotación y tienen todavía para sacar. El tema es la economía de escala. YPF por su gran deuda estaría focalizando sus escasos recursos para invertir en Vaca Muerta, que les va a asegurar el retorno de la inversión porque están las mayores reservas. Ya se había ido YPF en el ’91, cuando vino Bridas, luego Apache, y terminó volviendo porque es un área de baja producción pero, así y todo, para una empresa de baja economía de escala y con poca gente, puede ser rentable”.
Terra Ignis, necesaria
“Lo que debería hacer la provincia es una actividad política fuerte para ver qué hacer con YPF primero; luego está la alternativa de crear la empresa provincial de hidrocarburos, con lo que siempre estuve de acuerdo pero se terminaron politizando mucho. Mi temor es que armen una estructura enorme que no sirva para nada y termine generando gastos al erario público. La gente de Hidrocarburos tiene que ver si ya hay desinversión instalada en cuanto a pozos, sísmica y todas las actividades que tiene que desarrollar YPF, y en función de eso armar una estructura provincial, porque se necesita una empresa para poder ejercer la actividad”, advirtió.
“No digo que la empresa provincial vaya a operar el área, porque evidentemente no creo que tengan personal capacitado tampoco. Mi temor es el tema político, pero si la empresa la forman con la mínima cantidad necesaria y hacen alianzas, pueden en definitiva tercerizar el área. En este caso la provincia va a ser socia y tiene que decidir con quién se va a asociar, no YPF”, reiteró.
Con 670 empleados directos e indirectos que dependen de las operaciones de YPF en la isla, la retirada puede ser caótica, además de la afectación por la baja de producción en las regalías que recibe la provincia, puesto que tiene previsto llevarse la monoboya. En caso de concretar el retiro de la monoboya como se anuncia, la empresa Roch queda sin opción para la exportación del crudo por la vía marítima, salvo que llegue a un acuerdo para usar la boya de Total. En este punto, el ingeniero Suárez recordó que están disponibles las instalaciones de SIPETROL, una planta de almacenaje con oleoductos y gasoductos para transporte, de la cual YPF es socia. “Cuando se licitó el área Magallanes, YPF era la titular y se la dio a SIPETROL, para quien era importante encontrar reservas nuevas. YPF hizo todo el gasto grande de exploración, las operaciones off shore en plataforma submarina, empezó a producir y mandar petróleo a plataforma, YPF se quedó con el 50% del negocio y se asoció a SIPETROL. No hace falta que vaya a buscar otro socio”, opinó.
“Hace dos años los legisladores prácticamente le iban a regalar a YPF el área que está frente a San Sebastián. No puedo hablar de falta de interés porque no he hablado con los legisladores, pero las regalías que entran son recursos importantes y la actividad puede ser generadora de fuentes de trabajo si se la canaliza de forma correcta. De crearse la empresa provincial debe ser chica, no meterse en las cuestiones políticas, que fue lo que pasó siempre y los proyectos no se pudieron terminar por mezquindades. Los legisladores debería tratar de sacar la ley, porque ahora el contexto es distinto: estamos hablando de una empresa que plantea irse en dos o tres meses, y quiere hacer una asociación con otra para dejarle el negocio, mientras la provincia lo ve pasar”, cuestionó.
“La provincia tiene que hacerse cargo y la mejor forma de negociar va a ser con los que están en Tierra del Fuego. No digo con Total, porque ya es una empresa grande que tiene su negocio armado en la parte norte, pero puede hablar con Roch, que le ha vendido gas y petróleo a los chilenos, y tiene los contactos. La empresa provincial podría tener negociaciones con Roch, si es que a Roch le interesa por supuesto, y canalizar todas las operaciones a través de la planta de SIPETROL, porque YPF es socia de SIPETROL y tiene que viabilizar esto. Si no lo viabiliza por una cuestión comercial o porque no quiere, la provincia puede expropiar la planta, porque es algo de utilidad pública que hoy se está deteriorando, durmiendo el sueño de los justos, mientras no se encuentra dónde almacenar el crudo. Dentro de diez años va a quedar óxido nada más de esa planta y no sé si se hizo algo en función de esto o al menos lo han consultado”, enfatizó.
El ingeniero sostuvo que “es una planta que estaba totalmente operable, está actualizada porque tiene unidades de medición que no tienen otras, caños, gasoductos, oleoductos para poder exportar a Chile. Lo que propongo es que la provincia hable con YPF, vea lo que quiere hacer la empresa y, si se va de la provincia, que la provincia se quede con el área para decidir con quién se va a asociar. Yo planteo negociaciones con Roch porque es una empresa chica que ha demostrado que con su logística anda bien y para su economía de escala puede funcionar, y es una de las afectadas por el problema de salida del crudo por la boya”.
“Si se reactiva la planta de SIPETROL y se puede hacer un contrato con los chilenos para venderles petróleo y gas, se toma la planta de San Sebastián y desde el mismo oleoducto que viene de Cañadón Piedra se puede bombear para el otro lado y mandar a SIPETROL, para venderle a los chilenos. Con esto nos evitaríamos el problema de la boya, que cuesta 12 millones de dólares anuales”, recordó.
“El costo de la boya es alto porque la producción es baja. El costo se mide por metro cúbico y, en la medida que tengamos menos producción, ese costo se eleva más. Tampoco se le hizo mantenimiento y por eso las roturas. Todo eso encarece y hay que recuperar el mercado que tuvo en su momento Roch, que conoce la gente y tiene los contactos. Puede ser otra empresa pero es la que se me ocurre porque está en la isla y ha sido eficiente en su operación”, dijo.
“Yo haría una sociedad anónima con participación estatal mayoritaria, pero todo es discutible, porque donde se ha metido el Estado no ha hecho buenos negocios. Eso lo vemos todos los días. En la medida que esté metido lo menos posible me parece mejor, pero que por lo menos mantenga el 51% de las acciones por una cuestión de defensa de los intereses. Seguramente a los legisladores se les puede ocurrir alguna forma mejor pero tiene que tratarse la ley porque esta retirada de YPF es algo nuevo que surgió, si bien la desinversión viene desde hace bastante. Quisiera saber qué está haciendo la provincia para hacerle poner las barbas en remojo a YPF. El actual presidente el mérito que tiene es ser amigo de Máximo (Kirchner) y no sabe nada de petróleo. Eso ya sabemos que se maneja políticamente”, lamentó.
Consultar a los que saben
Otro punto fundamental según el ingeniero Suárez es la opinión de los que conocen de la materia, que no sería el caso del titular de Hidrocarburos Alejandro Aguirre. “En la provincia tienen un profesional de lujo como Jorge Cureda, que está jubilado, y conoce la planta de SIPETROL desde el inicio. También conoce a los chilenos. Antes de que metan a un político que no tiene idea a manejar una empresa petrolera, que por lo menos lo consulten”, pidió.
“Si se retira YPF va a complicar a todo el mundo, le va a encarecer las operaciones a Roch que se queda sin la boya, esto son menos regalías para la provincia también. Acá hay que barajar posibilidades y yo trato de tirar una idea que tendrán que evaluar. Yo estuve en la redacción de la ley corta en el ’97 y, que me digan que YPF va a tercerizar con un socio me cae tan mal como cuando hablan mal de Malvinas. Siempre he pedido que las provincias se pongan los pantalones largos porque son las dueñas de los recursos. Si no lo hacen, no es porque no está en la letra de la ley, sino porque no tienen lo que hay que tener para defender sus recursos”, fustigó.
Para el ingeniero no se entiende cómo está a cargo de la producción petrolera en la zona norte “un geólogo de Ushuaia”, cuando hay gente experimentada. “Yo puedo garantizar que el geólogo conoce de turba pero no de petróleo. Es una persona de Ushuaia manejando Río Grande. Me acuerdo cuando me convocaron a mí en el gobierno del MPF, las regalías las llevaban desde Ushuaia pero desconocían el esquema y reconocían que necesitaban una persona de Río Grande que por lo menos conozca el área. Aparte han perdido todo, porque ni siquiera manejan las regalías. No sé de dónde saca Aguirre los datos de las regalías, que se las sacaron y las maneja la AREF, pero por incapacidad de ellos, porque las perdieron ellos”, aseveró.
“Moisés Solorza ha estado en la actividad petrolera y nos hemos cruzado un montón de veces en el campo. Es laburador, conoce la actividad, pero está a cargo una persona de Ushuaia. Cuando volví a la isla en 2016 a trabajar ad honorem con Bertone y con Nogar, Aguirre estaba escondido en Ushuaia y lo único que quería era ver cuándo le realquilaban la oficina para ir a tomar mate, nada más. Hay gente capacitada, que consulten a Cureda y seguramente tendrá mejores ideas que yo, pero que le pregunten a la gente que conoce. Si terminamos haciendo política de nuevo, nada va a salir bien”, concluyó.
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