El flamante presidente de la Cámara Hotelera y Gastronómica expresó su temor de que no se decida la apertura de fronteras, porque va a complicar la situación del sector. Definió como “un veranito” la temporada de invierno, con más turistas de los que esperaban y un buen nivel de ocupación, pero todavía están recuperándose del año y medio sin poder trabajar y es imprescindible el ingreso de turismo extranjero. Destacó la integración de un 70% de representantes del sector gastronómico en la nueva comisión directiva y el objetivo está puesto en buscar el sello Ushuaia. El posicionamiento del destino a nivel internacional no se discute y la reactivación puede ser rápida si les permiten trabajar.
Río Grande.- El flamante presidente de la Cámara Hotelera y Gastronómica, José Luís Recchia, dialogó con FM Master’s sobre este nuevo rol que acaba de asumir y se definió “entusiasmado y con adrenalina” por el nuevo cargo. “Había pensado tener un año sabático, sin dejar de trabajar en lo mío, pero la pasión es única y moviliza. Es importante trabajar en esta situación que estamos viviendo para tratar de salir adelante, y todos tenemos que estar codo a codo para poder salir de esta situación. Hace muchos años que no hay colas de dirigentes que quieran trabajar. El presidente saliente Carlos Manfredotti me convocó, a pesar de que tenía dos años más de gestión y podía ser reelecto, pero esta situación desgasta a todos”, expresó.
“Normalmente éramos hoteleros los que componíamos la cámara y este año el 70% son gastronómicos y eso es importante. Yo quería tener una mirada más gastronómica dentro de la cámara por la capacitación que se viene. La gastronomía es importante en un destino como el nuestro y hemos hablado de trabajar el sello gastronómico en nuestra ciudad. Lo hizo Perú, lo hizo Madrid, y nosotros podemos soñar con ese sello para Ushuaia. Hemos crecido mundialmente y están dadas las condiciones. Nos tenemos que sentar a armar esta posibilidad tanto con la provincia como con el municipio, y sea quien sea el presidente de la cámara, el gobernador o el intendente, esto tiene que quedar en nuestra provincia”, sostuvo.
Aseguró que “están dadas las condiciones y, una vez que pase esta situación de pandemia, en las condiciones en que se encuentra el cambio, nuestro destino va a explotar. Vamos a tener muchísimo trabajo, esto parece muy lejano pero no lo es tanto y tenemos que estar preparados para eso”.
Recordó que “en el 2001 estábamos todos por el suelo y nos recuperamos rápidamente. Sólo necesitamos que nos dejen trabajar. Una vez que se abran las fronteras sabemos que nuestro destino está catalogado como para tener un nivel importante de ocupación. Nuestra llave es aerolíneas y las empresas aéreas que traen los pasajeros. La línea de trabajo es tratar todos juntos de innovar, de hacer las cosas bien, porque estamos saliendo de la situación de pandemia en el mundo y tenemos que estar preparados para eso”, dijo.
Fin de semana a pleno
Con reservas hasta mitad del mes entrante y una importante ocupación actual, sobre todo el fin de semana largo, Recchia consideró que “estamos viviendo un veranito en invierno en cuanto a ocupación y cantidad de gente. Desafortunadamente para el resto de la Patagonia y afortunadamente para nosotros, hemos sido uno de los únicos destinos que ha tenido nieve para la actividad de esquí. Esto generó que en diez días explotaran las reservas de los aviones, también de la hotelería y la gastronomía”.
“Hoy la preocupación está centrada en octubre y noviembre, porque en esa fecha ya comenzaba a venir el turismo extranjero y el regional, de países limítrofes, y sin fronteras abiertas vamos a tener una ocupación como el verano pasado, el 35 ó el 40%. Para mantener la calidad de los establecimientos no es suficiente. El sector estuvo muy castigado y normalmente entre octubre, noviembre y diciembre empezamos a juntar para guardar hasta el próximo invierno. Ahora lo que estamos haciendo es tratar de pagar lo que tenemos retrasado. La situación es totalmente inversa y tratamos de tapar huecos que quedaron en este año y medio que no pudimos trabajar”, manifestó.
Aumento del agua
También complican los costos fijos que tienen que afrontar. “Los servicios han aumentado de una manera escalofriante para lo que veníamos facturando, que era cero. No solamente los servicios sino los productos, que han aumentado un 100% y hay que tenerlos sí o sí. También hay que recuperar la ropa blanca, que normalmente tiene un desgaste. Cuando hacemos números encontramos que no hubo facturación en un año y medio y hacia adelante hay incertidumbre respecto de la posibilidad de trabajar de la manera que lo hacíamos antes de la pandemia”, advirtió.
“El hecho de ver mucha gente ahora no significa que el turismo arrancó. Estamos expectantes de lo que pueda pasar con la frontera e inclusive con el virus, porque si se abren las fronteras y aparece un infectado en un barco se tira todo para atrás. Este veranito nos da un poco de oxígeno, pero estamos lejos del ritmo que solíamos tener. El porcentaje más alto de turismo nacional va a estar en diciembre, enero y febrero, a pesar del Pre Viaje; y también para hacer trekking hay alternativas más cercanas en la Patagonia norte para el turista argentino. Tengo mucho temor de que se decida no abrir las fronteras y ahí la situación va a ser grave”, alertó.
“El secreto es vacunar, porque va a seguir muriendo gente de COVID, como también muere gente de gripe, pero no va a ser en la cantidad que hablamos hoy. Hay que vacunarse y, una vez que tengamos esto avanzado, no tengo dudas de que el europeo va a seguir viniendo como venía. Tenemos una atracción que no le envidiamos a ningún otro destino en cuanto a nieve, paisaje, trekking, y no tenemos las 30 mil camas de Bariloche sino que son 8 mil y no hace falta tanto para recuperarnos”, concluyó.
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