El director general de Ordenamiento Territorial de la provincia, Leonardo Collado, confirmó que nunca llegaron los fondos previstos por la ley de bosques para resarcir a los privados que no pueden utilizarlos. Aseguró que es responsabilidad del Congreso nacional, porque debería incluirse el monto en la ley de presupuesto. Lo que se reparte es muy poco, y en base a los planes de manejo que se presentan. El año pasado ingresaron 12 millones, precisó, y las decisiones se toman en un comité consultivo con participación de varios actores. Los bosques primarios fiscales prácticamente no existen porque ya han sido intervenidos, y se encuentran en tierras privadas, donde se encuentra la madera de mayor valor.
Río Grande.- Leonardo Collado, director general de Ordenamiento Territorial y Gestión de Ambiente Forestal de la provincia, explicó por Radio Universidad 93.5 cómo se han clasificado los bosques y respondió a las quejas del sector privado, que no ha recibido el resarcimiento que corresponde por no poder utilizar los que se encuentran marcados de rojo.
“Tenemos alrededor de 800 mil hectáreas de bosque y, en función de la ley nacional de 2007 la provincia tiene que hacer un ordenamiento y clasificación en tres categorías básicas. Empezamos por el año 2008 y recién en 2012 pudimos llegar a la ley de ordenamiento, luego de muchas discusiones”, dijo.
En la página de Facebook aparece la distribución: un 1% es de la Armada Argentina, 2% son para áreas de uso turístico, hay un 9% de reserva forestal, y un 10% de áreas protegidas. “Esos son los dominios del bosque. El 40% son de propiedad privada, el resto son todos públicos y se dividen en todos esos dominios, algunos son dominios de fuerzas nacionales o provinciales. Respecto de la clasificación, el 51% está de color amarillo, 46% de rojo y 2,24% es verde. Esa es la torta de la clasificación de toda la provincia. Los colores significan categorías de conservación. La categoría 2, que es la amarilla, se refiere a bosques que se pueden usar y el bosque se usa para muchas cosas. Una de ellas es para producir madera, pero hay usos paisajísticos y de otro tipo. La categoría 1 es el bosque color rojo, no se puede utilizar y menos cortar. Puede haber una baja intensidad de uso, porque de hecho los bosques de parques nacionales están en esa categoría pero de ninguna manera puede haber un uso extractivo. No necesariamente hay que cercarlo y no se obliga a ningún propietario a hacerlo. El que cercó un bosque de categoría 1 lo hizo con fondos de la ley de bosques”, aseguró.
“La superficie de bosque que se utiliza aproximadamente son 50 mil hectáreas fiscales y entre 70 y 80 mil privadas, según el bosque que consideremos. Los bosques fiscales están casi totalmente aprovechados. Como bosques primarios quedan muy pocos, y lo que quedan son bosques secundarios, de segundo crecimiento, porque son aprovechados desde hace muchos años”, señaló.
“En la propiedad privada por el contrario la intervención es más incipiente. Se utilizó para construir los establecimientos y después hubo una actividad a muy baja escala. La mayor parte de los bosques primarios se encuentran en propiedad privada. El bosque no se saca para siempre, sino que se aprovecha, porque vuelve a crecer. Obviamente hay un montón de factores que pueden hacer que eso fracase, pero el bosque se aprovecha y lo que se acaban son los bosques primarios, donde la madera tiene un altísimo valor, que no la van a tener los secundarios. Los árboles que se utilizan normalmente tienen alrededor de 200 años, y un árbol de 100 años es muy fino”, indicó el ingeniero.
Críticas de sector rural
Respecto de las quejas del sector rural, que consideran “una expropiación” el impedimento de uso sin recibir la compensación que corresponde por ley, expuso que “la ley nacional establece un fondo, que es un porcentaje de las retenciones a las exportaciones. Nunca se destinó ese dinero que se debe repartir a las provincias en proporción a la superficie de bosque que tengan. Eso es responsabilidad directa del Congreso, que aprueba la ley de presupuesto y jamás se abordó ese monto. Nuestra provincia arrancó en 2012 con alrededor de 4 millones de pesos y la última convocatoria del año pasado fue de 12 millones para utilizar por todo concepto”, sostuvo.
“Se puede hablar de miles y miles de millones, pero nunca se destinaron. La ley nacional estableció la forma en que se bajan esos fondos y que se deben tener planes de manejo para controlar en qué se gasta. Si el dinero se repartiera entre todos sería tan poco que no serviría para nada. Nosotros estamos obligados a hacerlo a través de planes que tienen que presentar los privados, nosotros los evaluamos de una manera democrática en la comisión consultiva, que no es algo muy común”, destacó.
“Tenemos bosques de ñire, de lenga y los mixtos siempre verdes, donde predomina el guindo y el canelo. El bosque de lenga es el que se usa para producir madera. Si bien se cometen infracciones, como en todos lados, la actividad está ordenada desde mucho antes de la ley provincial. Ya existía la figura del plan de manejo y no es nada nuevo. La provincia no pierde bosques como otras, porque no hay desmontes, salvo por el avance en las ciudades. Luego están los fenómenos naturales o inducidos por nosotros, como los incendios”, contempló.
En cuanto a la Isla de los Estados, dijo que “tiene alrededor de 20 mil hectáreas y son siempre verdes, básicamente de guindo y canelo. Se intenta hace mucho ir hacia el valor agregado, hoy estamos sacando de la provincia al continente madera con muy poco valor agregado y poco trabajo local atrás. Lo ideal sería que esto genere trabajo local, y no hace falta aprovechar tanto volumen. Hay un montón de factores complicados, estamos en un lugar alejado del continente, y son factores que nos juegan en contra. Por otro lado hay factores que juegan a favor, porque a medida que crece la población local hay un mercado más importante”, planteó.
Lo cierto es que “los bosques primarios se van acabando y se nos va terminando la madera de mayor calidad, que hoy está en los bosques privados, porque los públicos han sido aprovechados en su mayor parte. El bosque cubre un montón de tipos de uso, desde el ganadero hasta el turístico-urbano y el forestal. La ley propone compartir las decisiones que se toman sobre el bosque entre un montón de actores. Las decisiones se toman en forma compartida y es un cambio bastante importante porque se ha ampliado la mesa de discusión”, manifestó.
“El dinero es escaso y la propuesta de la comisión consultiva es distribuirlo lo mejor posible, una parte en los propietarios, otra en lo urbano, otra en la producción, otra en los municipios, que son grandes beneficiarios de la ley porque son bosques que están en el frente de uso. Se reparte en función de los planes que se presentan y lo que proponen los propietarios con sus técnicos”, concluyó.
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