Docentes investigadores del Instituto de Cultura, Sociedad y Estado de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego dieron a conocer un informe que analiza los efectos de la pandemia y el aislamiento en los jóvenes de la provincia. Si bien sanitariamente el COVID afectó más a la población adulta, en términos educativos, psicológicos y de proyecciones de vida, fueron los más perjudicados. El 84% de los encuestados ya estaba desocupado antes de la pandemia por las políticas que habían reducido el empleo en la industria, y durante la etapa de aislamiento el 16% perdió su trabajo. El 25% discontinuó su actividad educativa, tuvo que regresar si estudiaba fuera de la ciudad, y se suman los que “ni siquiera comenzaron, es decir que la pandemia frustró sus proyecciones, lo que es muy grave”, dijo el investigador Bruno Colombari. Un 39% respondió que la organización del tiempo para realizar sus estudios empeoró, un 33% manifestó que la relación con los docentes y compañeros de cursada también empeoró, y un 44% dijo que también empeoró la incorporación de contenidos. Hubo un deterioro de la calidad alimentaria y por ende de la salud y, en términos psicológicos, el 72% dijo que estuvo triste, el 65% manifestó intranquilidad, el 65% aburrimiento, y el 50% ansiedad. Los datos están publicados en la web de la institución y se están usando como base para revertir con políticas públicas estas secuelas.
Río Grande.- El licenciado Bruno Colombari, uno de los docentes investigadores del Instituto de Cultura, Sociedad y Estado de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, dialogó con Radio Nacional Ushuaia sobre el informe elaborado que analiza los efectos de la pandemia en los jóvenes de la provincia, en un grupo etario que va de los 18 a los 29 años y en general pertenecen a clase media.
En principio se le preguntó sobre la inquietud por conocer el impacto de las medidas de restricción en este sector de la población y explicó que “esto surgió por la posibilidad de contar con financiamiento otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. Hubo una convocatoria a principios del año pasado, orientada al financiamiento de proyectos que generen información para la toma de decisiones. Desarrollamos distintos trabajos, uno sobre los efectos de la pandemia en el turismo, hicimos un relevamiento de las políticas públicas que se implementaron para la mitigación del contagio y tomamos como caso de estudio a la Municipalidad de Ushuaia. Particularmente nos interesaba conocer los efectos que tuvo la pandemia en los jóvenes, y planteamos una encuesta”.
Observó que “la pandemia, en términos sanitarios, afectó a las personas adultas, porque los jóvenes eran menos vulnerables; pero en términos educativos, de proyecciones de vida, los jóvenes fueron los más afectados porque la pandemia vino a interrumpir las posibilidades de proyección de vida en un período caracterizado por la toma de decisiones que van a afectar nuestra vida, como el ingreso al mercado laboral, el ingreso a una carrera terciaria o universitaria, o el desarrollo de un oficio. Justamente esto fue lo que interrumpió la pandemia, muchos no lograron adaptarse a la virtualización forzada para continuar con la educación, no llegaron a completar los requisitos de inscripción porque algunas instituciones cerraron momentáneamente sus puertas, surgieron otros problemas ligados a los cuidados familiares, y muchos que estaban estudiando se tuvieron que volver”, resumió del panorama.
“Nosotros relevamos que un 21% de los jóvenes encuestados tuvieron que realizar algún tipo de movilidad respecto de sus viviendas y un 9% tuvo que regresar de otra ciudad del país. A esto se suma el deterioro económico que sufrimos todos y complica retomar los estudios. Una característica del período vital juvenil tiene que ver con la autonomía de la familia de origen y la pandemia vino a interrumpir este proceso de autonomización familiar, económica, laboral, y por eso nos concentramos en esta población. La encuesta fue respondida por 361 personas de 18 a 29 años, que residían en Tierra del Fuego en septiembre de 2020. Hicimos algunas preguntas para realizar la caracterización socioeconómica, como la situación habitacional, y la mayoría no tenía hacinamiento crítico. También la mayoría disponía de computadora y conexión de wifi, por lo cual han sido en general de sectores de clase media”, indicó.
Yendo a las cifras de la encuesta, señaló que “hay un tercio de los que respondieron que debieron solicitar ayuda estatal, siendo sectores de clase media, que en general no están acostumbrados a solicitar este tipo de asistencia. Muchos respondieron que no sólo cobraron una asistencia sino más de una, y hubo una asistencia estatal importante”.
El 64% no recibió ningún tipo de asistencia, y “no preguntamos si la necesitaban y no la recibieron, pero sí preguntamos si, producto de la pandemia, perdieron su trabajo, y encontramos que un 16% de los encuestados perdió su trabajo producto de la pandemia”.
La doble crisis
El docente investigador remarcó que ya la población joven venía padeciendo el desempleo, porque el 84% de los encuestados no tenía trabajo tras la reducción de fuentes laborales sobre todo en la industria. “El ingreso al mercado del trabajo es más complejo mientras más jóvenes son, y las mayores dificultades para ingresar al mercado del trabajo las tienen los jóvenes de 18 a 21 y de 21 a 24 años. En general el desempleo juvenil es mayor que en la población adulta, y dentro de los jóvenes, las mujeres sufren mayormente el desempleo”, puntualizó.
“Una de las preguntas que hicimos fue si había disminuido su ingreso y un 40% de las mujeres manifestó que sus ingresos se redujeron, mientras que para los varones fue el 27%. El 84% ya se encontraba desocupado antes de la pandemia. Con otros investigadores hace un año y medio publicamos otro trabajo en el que analizamos cuál fue la evolución del mercado juvenil desde el 2003 al 2018, y vimos que en las grandes crisis económicas, como la industria electrónica en la provincia, el desempleo juvenil se disparó. A partir de 2017 y 2018 vimos un incremento del desempleo juvenil justamente por las políticas que afectaron a la industria electrónica. En esos años la situación del mercado joven empeoró muchísimo y por eso hablamos de una doble crisis: el desempleo juvenil acumulado de esos años, que se suma al desempleo generado por la pandemia. En Ushuaia afectó principalmente al turismo, que es un sector que absorbe a muchos jóvenes. La situación del mercado laboral juvenil en Tierra del Fuego tiene esa doble particularidad, de sumar a la pandemia la crisis por las políticas que afectaron a la industria electrónica”, expuso.
Estudio virtual para pocos
En materia educativa, “el 25% de los encuestados discontinuó su actividad. El estudio señala que en Tierra del Fuego la velocidad promedio de bajada de datos de internet en el cuarto trimestre fue de 8 megabites por segundo, cuando el promedio del país es de 14 megabites por segundo y resulta significativamente inferior. De los que estaban estudiando, un 25% discontinuó sus estudios, pero no podemos saber quiénes efectivamente nunca cursaron. Probablemente haya muchos estudiantes que ni siquiera comenzaron, es decir que la pandemia frustró sus proyecciones, lo que es muy grave”, alertó.
Los que pudieron seguir estudiando dieron cuenta de un deterioro en todos los aspectos. “Nosotros preguntamos cómo fueron las experiencias de aprendizaje en este contexto de virtualización forzada, en la que los docentes tuvimos que adaptarnos a la utilización de plataformas virtuales, migrar muchas actividades a foros y distintos formatos que permitieron el trabajo a distancia. Un 39% respondió que la organización del tiempo para realizar sus estudios empeoró, un 33% manifestó que la relación con los docentes y compañeros de cursada también empeoró, y un 44% dijo que también empeoró la incorporación de contenidos. Hay que pensar en que las viviendas se reconvirtieron y las casas se transformaron en aulas. Se suma la dificultad en la transmisión de datos que hay en nuestra provincia que complicó participar de las clases que se daban de manera sincrónica. Paralelamente en una misma vivienda había dos o tres personas que necesitaban acceder a internet a la vez, con lo cual eso empeoraba más la conectividad”, manifestó.
Menos descanso y mala alimentación
Otra de las mediciones tuvo relación con el descanso, un tema no menor que detona en un aumento de cuadros de estrés, y el resultado fue que “el 50% dijo que descansó peor que en situaciones normales. Eso está relacionado con una caída en la posibilidad de realizar actividad física. Los que descansaron peor fueron los que además dejaron de realizar actividad física”, afirmó el docente.
“En cuestiones de salud, también analizamos la alteración de los hábitos alimenticios”, agregó, con las secuelas de sobrepeso por mala alimentación y falta de actividad que deberán revertirse con políticas concretas.
El impacto psicológico
Las cifras que exponen el estado anímico de los jóvenes resultan alarmantes. “El 72% dijo que estuvo triste, el 65% que tenía intranquilidad, el 65% aburrimiento, y el 50% cuadros de ansiedad. La tristeza y la angustia la vinculamos con que la mayoría de los jóvenes de Tierra del Fuego tienen sus redes familiares, abuelos, tíos, por fuera de la provincia. La restricción fronteriza, del acceso a vuelos, tuvo su impacto. Si había algún familiar en el norte con problemas de salud era muy difícil acercarse para acompañarlo. Creemos que la angustia y la tristeza tienen que ver con este distanciamiento de las redes familiares, más allá de la interrupción de las proyecciones económicas, educativas, de autonomización familiar que generó la pandemia. Por eso creemos que particularmente a los jóvenes los afectó de una manera distinta que al resto de la población”, remarcó.
Barajar de nuevo
Obviamente se le preguntó qué hacer con estos datos ahora y si han recibido consultas de algún organismo estatal para tomar medidas que puedan revertir los efectos. Ante todo aclaró que el informe está disponible en la web de la institución para que todos puedan conocer los detalles, y destacó que ya están en marcha diseños de políticas públicas en los distintos niveles del Estado.
“Tuvimos varias reuniones con funcionarios de la Municipalidad de Ushuaia. Si bien la encuesta es provincial, articulamos con la Municipalidad porque en una primera parte del proyecto apuntamos a las políticas que se desarrollaron desde el Municipio. Hay efectos sanitarios, sociales, económicos, y tuvimos varios encuentros en los que socializamos esta información y discutimos con varios funcionarios de la Municipalidad estos datos. El Estado nacional tomó registro de la situación económica que está atravesando la población en general y a principios de año se desarrolló un programa que está en funcionamiento y se llama Potenciar Inclusión Joven. Es una transferencia de ingresos, con una asignación mensual destinada a personas de 18 a 29 años para financiar proyectos socio-productivos que permitan una mejora de las economías domésticas. Hay una asistencia que está en funcionamiento, producto del deterioro del mercado laboral y las economías de los jóvenes”, informó.
“A nivel provincial hemos enviado el trabajo y es un proyecto de vinculación tecnológica. Actualmente estamos haciendo la primera encuesta a jóvenes de Tierra del Fuego en Ushuaia, Río Grande, Tolhuin y Villa María –Córdoba-. Esta encuesta nos va a permitir construir datos para ver si hubo algún tipo de recuperación de los indicadores que registramos en el primer trabajo. En esta encuesta estamos articulando con un área específica del Ministerio de Educación de la provincia y vamos a elaborar un informe similar para los tomadores de decisiones pueda avanzar y delinear algún tipo de política orientada a los jóvenes”, dijo.
“Tengo entendido que hace poco la Municipalidad de Ushuaia lanzó un programa orientado a la promoción y continuidad de estudios por parte de los jóvenes. El informe ha llegado a los tomadores de decisión y hay tiempos para la elaboración y desarrollo de las políticas. Esto es una fotografía de cómo los jóvenes atravesaron el peor momento de la pandemia y el aislamiento, y los efectos que tuvo”, señaló.
Actualmente el licenciado se encuentra realizando entrevistas con jóvenes que están participando del programa Potenciar Trabajo y “muchos comentan que es la primera vez que participan en un programa estatal con asignación mensual de recursos. Me resultó llamativa la valoración de los jóvenes de la asistencia estatal, del acompañamiento de la municipalidad, del gobierno de la provincia, del gobierno nacional durante lo que fue la pandemia. Hubo jóvenes que plantearon que sus padres quedaron en el norte y ellos acá, y hubo un acompañamiento de áreas específicas del Estado que llevaban asistencia alimentaria, consultaban por medicaciones que tenían que consumir, y también hubo acompañamiento de instituciones educativas para que no abandonen”, concluyó.
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