El presidente del Colegio de Arquitectos de la provincia opinó sobre el proyecto de ampliación del ejido urbano y no concuerda con la posibilidad de que llegue hasta el lago Fagnano y hasta Almanza. Consideró que la ciudad debe crecer hasta donde el municipio sea capaz de llevar los servicios, y que Almanza debe desarrollarse como una ciudad independiente. Hay un pedido de varios profesionales a la Legislatura para participar en el debate, cuando se aborde este tema. Planteó como un aspecto fundamental contar con poder de policía porque, con el ejido actual no se pueden frenar los intrusamientos y, de concretarse tamaña extensión, el control se volvería inviable.
Río Grande.- El arquitecto Roberto Matach, presidente del Colegio de Arquitectos de la provincia, fue consultado por Radio Universidad 93.5 y Provincia 23 sobre el proyecto de ampliación del ejido urbano de Ushuaia. Matach fue presidente del IPV y planteó el crecimiento de la demanda habitacional, mientras cada vez se destinan desde Nación menos recursos a los institutos de vivienda provinciales. También expuso la falta de un banco de tierras y recordó que “Garramuño cerró las inscripciones, en la época de Sciurano aparecieron tierras con un gran potencial, ATE hizo departamentos y ahora el municipio con el programa Procrear y Casa Propia urbanizó el barrio San Martín y se dio a mucha gente la posibilidad de construir la vivienda propia”, destacó.
En el caso de Río Grande, dijo que “siempre tuvo un crecimiento planificado, pero esto no ocurrió hacia el sur. Hubo una tendencia hacia el norte y de eso fue un poco responsable el IPV, porque a principios de los ’80 apareció Chacra II, que estaba desvinculada de la ciudad, pero fue la punta de lanza para que se urbanizara más hacia el norte y no hacia el sur. La margen sur tiene un crecimiento importante y se están volcando muchos esfuerzos. Pronto habrá que hacer un nuevo puente, porque la ciudad lo necesita”, subrayó.
Los límites de Ushuaia
Respecto de la capital fueguina, recordó que “el límite al oeste es el Parque Nacional y ya está cerca. Todavía hay un potencial en la zona baja hacia el Río Pipo y hay potencial en la zona del Río Olivia, donde se ha hecho una zona para camping. Esa zona tiene fácil captación de agua, es bastante plana y no hay que hacer tanto movimiento. Dios nos hizo una escenografía tan increíble que por más que nos esmeremos en romperla, no lo logramos. La ciudad necesita crecer verticalmente también, con limitaciones, y desde la línea municipal no pasa los nueve metros, salvo en Maipú, donde la altura es de doce metros. El problema son los servicios, que ya llevan muchos años, y no están con capacidad para abastecer más viviendas”, observó.
Puntualmente sobre el proyecto elevado a la Legislatura, dijo que “nosotros tomamos contacto con el gobernador, la ministra de Obras Públicas, los legisladores, para que cuando empiecen a discutir el tema pueda participar el Colegio de Arquitectos, el Colegio de Ingenieros y los profesionales que podamos dar opinión sobre el tema. El ejido municipal tiene que ampliarse, porque la ciudad tiene una dinámica y tiene que crecer de acuerdo a ella. Si se amplía el ejido y alguien construye en un extremo del ejido, esa persona va a empezar a pagar impuestos, pero a la vez va a tener el derecho a exigir la recolección de residuos, que pase el colectivo, entonces hay que tener cuidado cuando uno maneja las distancias de crecimiento del ejido”, expuso.
“En el proyecto que se estaba empezando a discutir en la Legislatura notamos dos cosas: la extensión propuesta llegaba hasta el Fagnano y la pregunta era quién se iba a hacer cargo del poder de policía para el control de todas esas tierras. Hoy como estamos no podemos parar el intrusamiento y no quiero pensar lo que va a ser en el resto del territorio; con respecto a incluir a Almanza, nos parece que estaríamos condicionándolo a que crezca y se desarrolle si es que a Ushuaia se le antoja. Creo que Almanza tiene que tener su autonomía e ir consolidándose, así como ocurrió con Tolhuin en su momento. Será otra ciudad dentro de la isla. Si se concreta la ruta del canal se acerca mucho Almanza, pero aun así necesita su independencia y su crecimiento no condicionado a la ciudad capital”, enfatizó.
Cabe mencionar que esta fue la propuesta dada a conocer por el concejal Pino y, para Matach, “el ejido de Ushuaia tiene que crecer, pero pensando en los servicios. El ejido se debe extender hasta donde el municipio pueda alcanzar con sus servicios. Lo que está fuera de eso no tiene control y puede pasar cualquier cosa”.
Respecto de si se debe cambiar el código de planeamiento, consideró que “el código todavía tiene margen y no hay que ceder a las presiones políticas que llevan a hacer cosas que no están muy pensadas. Al código de planeamiento y de planificación le sobra cuerpo para seguir unos cuantos años más”, aseguró.
Cambios en la arquitectura
Por otra parte dio cuenta de los cambios en estilo de construcción, que “son muchos. En los ’80 primaban más las construcciones de chapa, con colores fuertes; luego vino una época en que a la gente no le gustaban las casas de chapa porque parecían un certificado de pobreza. Después aparecieron algunas construcciones que hicimos los arquitectos usando chapa, madera y piedra y fuimos recuperando construcciones de chapa, pero con una imagen distinta. Las universidades generan profesionales con otra mentalidad y los techos con pendientes de 30 ó 45 grados cambiaron, y hoy son techos muy planos, lo suficiente para no tener filtraciones”, comparó.
Procrear sin entregar
Por último, se lo consultó sobre las viviendas del Procrear y aclaró que “no se entregaron todas y la mayoría de las torres están deshabitadas. Están terminadas, pero debe haber algún problema o falta de algún servicio como el gas, que es clave. Se ha ido facilitando la entrega de medidores y en el gobierno de Bertone era muy complicado. Hoy si pasa la red de gas por la propiedad se pueden hacer todos los trámites para las instalaciones. No hay grandes dificultades si está la red instalada”, concluyó.
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