Lo aseguró el subsecretario Emiliano Olmedo, quien observó que “la 19640 es una herramienta, pero que además, nosotros desde el territorio, todos -el Gobierno provincial, los productores y demás- tenemos que acompañarla asumiendo los desafíos y asumiendo con actitud el agregado de valor y desarrollando estrategias integrales para asegurar que esos recursos crezcan y aporten a la economía de la provincia y al empleo”.
Río Grande.- El subsecretario de Producción de la Secretaría de Desarrollo Productivo y PyME del Ministerio de Producción y Ambiente de la Provincia, Emiliano Olmedo, participó de la jornada de intercambio a 50 años de la Ley 19.640.
“Nos toca trabajar en el desarrollo de los sectores productivos vinculados al desarrollo minero, al desarrollo agropecuario y al desarrollo foresto-industrial de la provincia, todos recursos que tenemos desde hace mucho tiempo que forman parte de la Isla y son recursos genuinos que tenemos y vamos encontrándonos con distintos desafíos”, dijo Olmedo observó que hay otros recursos naturales primarios que no están bajo la órbita de su área, como la pesca y los hidrocarburos, pero que no obstan también tenerlos en consideración. “El Gobierno de la provincia mira a todos sus recursos, busca ampliar la matriz productiva, diversificarla, ser innovadores”, expresó.
En ese sentido recordó la reciente presentación del proyecto ‘hidrógeno verde’ por parte de la provincia en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y que también “hay muchas propuestas de energías alternativas como la eólica y también es cierto que hay que potenciar nuestra matriz energética. Son muchos desafíos que va asumiendo el Gobierno de la provincia en función de sus distintas áreas y algunos desafíos que requieren más esfuerzo y más tiempos que otros, en otros se necesita otro grado de madurez tecnológica, nosotros particularmente, pusimos nuestro granito de arena presentando sintéticamente y de manera genérica los sectores productivos primarios, como dije, la minería de turba, el sector agropecuario y el forestal – industrial y de alguna manera generamos un disparador como para reflexionar de los desafíos que tenemos de cómo la 19640 es una herramienta, pero que además, nosotros desde el territorio, todos -el Gobierno provincial, los productores y demás- tenemos que acompañarla asumiendo los desafíos y asumiendo con actitud el agregado de valor y desarrollando estrategias integrales para asegurar que esos recursos crezcan y aporten a la economía de la provincia y al empleo”.
Datos concretos del sector primario
Por otra parte Emiliano Olmedo brindó detalles durante las jornadas aportando los datos productivos en el sector primario. “Detallamos el stock provincial de ganadería, tanto ovina como bobina que en el caso de los ovinos superan las 322 mil cabezas y en el caso de los bovinos, las 50 mil”.
Agregó que “el grado de aprovechamiento en cantidad de hectáreas por año a nivel forestal está en torno a las 500 hectáreas por año y a unos 80 mil metros cúbicos también por año, de madera que también es procesada de la cual alrededor del 50 por ciento queda dentro de la Isla para distintos productos y el otro 50 por ciento se exporta. Hay un aprovechamiento de poco más del 40 por ciento de lo que se extrae y efectivamente llega a la industria”.
Actualmente “hay 24 pequeños productores forestales más chicos y hay 6 obrajeros forestales que son más grandes”, detalló.
En el caso de la turba, Olmedo reflejó que “tenemos 37 yacimientos en la provincia con una superficie apenas superior a las dos mil hectáreas desde donde se extraen alrededor de 90 mil metros cúbicos por año según el dato del último año, aunque en realidad la tendencia ha ido creciendo. El desafío es cómo generar usos sostenibles de esos recursos primarios naturales y sostenible en el sentido productivo, económicos y sobre todo, ambientales ya que son recursos que tenemos que cuidar porque son de toda la provincia”.
En el caso de la producción de turba dijo que “se extrae, se acondiciona y se exporta como base para sustrato y luego se procesa con otros productos en la ciudad de Buenos Aires y se exporta al resto del país y el mundo. Eso insume el 95 por ciento de la turba que se destina al cultivo de especies, incluso la del tabaco y el 5 por ciento restante se destina al sector petrolero. Somos el principal reservorio de turba de la Argentina y de alguna manera también estamos sustituyendo la turba que se importa desde el Canadá”.
Recordó que en los primeros tiempos la extracción se hacía a pala, pero que después se fue mecanizando con el uso de maquinaria. “El punto de inflexión se dio en el 2011 cuando se zonificó y se declaró una zona de extracción”.
En el caso del consumo de carne propio, el Subsecretario de Producción detalló que “nosotros tenemos los datos que los vamos actualizando en la medida que los indicadores vayan siendo posible construirlos, que la producción vacuna aporta en términos de producto, alrededor del 10 por ciento de lo que consumimos en la provincia y el resto viene de afuera. En el caso de los ovinos ese número es del 90 al 95 por ciento, especialmente corderos, de la producción que se consume en la Isla”.
“Son datos que más allá de la precisión y más allá de lo puntual de cada sector tiene que ver con los desafíos que tenemos por delante como provincia y también cómo ha afectado la ley en esos sectores. En el caso de la actividad bovina el crecimiento se dio a partir del aumento de la población local que se generó básicamente a partir de la sanción de la ley 19640 y todo lo que conllevó. Ahí hay un efecto positivo de la norma porque traccionó la diversificación de la ganadería en la Isla, después hay otros efectos beneficiosos, por ejemplo la industria demanda madera de lenga para fabricar los pallets para hacer la logística de sus productos. Hay muchas conexiones con lo tradicional de la industria electrónica y con las industrias promocionadas que se vinculan de a poco, pero cada vez más, con los sectores productivos primarios”.
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