El diputado radical Facundo Manes visitó Tierra del Fuego y cifró expectativas en que el próximo presidente surja del radicalismo. Planteó la necesidad de terminar con los extremos, y afirmó que es un anhelo común a millones de argentinos. Se necesita construir una nueva mayoría y no pueden hacerlo “ni el kirchnerismo ni el PRO, porque dividen a la sociedad”, expresó. Advirtió que, de no conectar el conocimiento con los recursos del país para un desarrollo con agregado de valor, en una década la Argentina va a estar importando mercadería para las góndolas.
Río Grande.- El diputado nacional de Juntos por el Cambio Facundo Manes visitó los estudios de Radio Universidad 93.5 y Diario Provincia 23, acompañado por la presidente de la UCR fueguina, legisladora provincial Liliana Martínez Allende y el senador nacional Pablo Daniel Blanco.
Manes planteó que el país necesita “una revolución, que es la revolución del conocimiento. El mundo cambió y se basa en el conocimiento, y la Argentina no puede seguir discutiendo el subdesarrollo sustentable y administrar pobreza. No hay que emparchar más, porque la economía del mundo se basa en lo que generan las personas y las sociedades. Para eso necesitamos un pueblo educado, con salud, con educación de calidad, bien nutrido. El desarrollo humano es clave en el mundo y además necesitamos más inversión en ciencia y tecnología, en innovación, y vincular eso a la producción”, dijo.
“Si hacemos esto vamos a necesitar un país con instituciones fuertes, sin una injusticia influida por el poder político, con una inserción inteligente en el mundo, con consenso, racionalidad económica y fiscal. Si Argentina hace eso, va a tener un gran futuro; si no, vamos a seguir generando más pobreza, que es la única política de Estado que tenemos en este momento: generar más pobres”, cuestionó.
“Hoy la Argentina genera mucho conocimiento en las universidades, en el CONICET, pero está desvinculado de convertirlo en valor económico. A los empresarios no hay que pedirles que sean científicos, sino que sean empresarios o emprendedores; y a los científicos no hay que pedirles que sean empresarios o emprendedores. Lo que hay en el mundo son estrategias de vinculación de transferencia tecnológica masivas. Es lo que hizo Israel, Finlandia, Australia, Inglaterra, Alemania, Japón. Hoy la economía debe darle un valor económico al conocimiento que generan los países, y en Argentina no se está discutiendo eso. Lo que se discute es el pasado, las peleas entre políticos, y tenemos un gran potencial porque el mundo necesita los alimentos que Argentina produce. Si se sigue con esta política de alimentos, en una década el país va a tener que importar alimento para góndolas”, avizoró.
“El mundo necesita energía y, si hubiésemos hecho un gasoducto con una planta de licuefacción, estaríamos hablando de ingreso de dólares, de riqueza, de puestos de trabajo, pero estamos hablando de ajuste tarifario. Nos falta planificar un país que nos involucre a todos. Esta grieta que estamos viviendo, que es una pelea entre dos minorías intensas, nos impide pensar en un país. Estamos permanentemente atacando y reaccionando, pero no pensando en un país”, manifestó.
No más extremos
Manes planteó que “la oposición no puede ir por lo mismo que fue en el 2015. La razón principal de Cambiemos en 2015 fue el anti kirchnerismo, ganarle al kirchnerismo. En ese momento tenía un sentido, porque después de diez años de kirchnerismo había posibilidad de autocracia. La misma ex presidente dijo vamos por todos, y la democracia consiste en la alternancia. En ese momento había que frenar la posibilidad de una autocracia y ganarle al kirchnerismo, pero ocho años más tarde no podemos ir con lo mismo. Tenemos que mostrarle a la sociedad una idea de país, que es lo que estamos difundiendo y, si la sociedad absorbe eso, este país cambia. Si solamente vamos a la elección que viene con lo mismo que fuimos en 2015, la verdad es que también la oposición es un problema, no sólo el oficialismo”, sostuvo.
“El radicalismo tiene la determinación de competir en todos los distritos y categorías, y tiene mecanismos institucionales para resolver quién va a ser el candidato. Vamos a ir a la interna con el PRO y yo tengo mucha fe en que el próximo presidente va a ser radical”, adelantó.
“Somos un partido de 130 años, sobrevivimos dos guerras mundiales y dos pandemias, y tenemos los mecanismos institucionales para resolver quién va a ser la candidata o el candidato a presidente. La sociedad tiene que estar segura de que el radicalismo va a aceptar el desafío que le puso la historia en este momento y nuevamente tiene el desafío de convocar a una mayoría social y esto no lo puede hacer ni el kirchnerismo ni el PRO, porque dividen la sociedad”, sentenció.
“Se necesitaría mayoría social y mayoría legislativa para transformar la Argentina, y esto no lo pueden hacer los extremos. Ya probamos con los extremos y nos fue mal. La única posibilidad que veo es que un partido centenario como el radicalismo diga que tenemos que hacer lo que hicimos en el ’83. En ese momento convocamos a todos los argentinos para reconstruir la democracia y hoy la convocamos para encarar el desarrollo de una vez por todas. Yo no quiero ser político sino ser una voz en mi país. No quiero irme y quiero dejar de ser espectador de una decadencia para que todos vivan mejor”, expresó.
Cómo lograr acuerdos
Manes afirmó que no está solo en esta meta, luego de la pérdida de representatividad del radicalismo, que no tuvo siquiera siendo parte de una coalición de gobierno. “Yo no me siento solo, me siento parte de millones de argentinos que quieren algo distinto a los extremos. Recorro la Argentina permanentemente, estuve el año pasado en los lugares más vulnerables del conurbano y la gente pide paz, trabajo, futuro para los chicos, seguridad. Hay una mayoría inmensa de argentinos que quiere dejar de discutir proyectos personalistas de los extremos, para encarar la modernidad”, dijo.
Más federalismo
Destacó que “lo mejor que tiene Tierra del Fuego y la Patagonia es la gente, porque están haciendo patria. La Argentina tiene que ser federal y de eso estamos convencidos. Yo soy del interior de la provincia de Buenos Aires, viví en Estados Unidos y allí uno ve un país federal, donde cada estado es importante, y no todo pasa en Nueva York o Los Ángeles. La Argentina tiene que ser más federal porque está muy concentrada en Buenos Aires”.
La crisis moral
Finalmente expresó que “tenemos una crisis moral y ética que impacta en las instituciones y a su vez impacta en la economía. La madre de todas las crisis es moral y ética, porque cualquier corrupto sale en la televisión, en los medios. No hay sanción social ni justicia en la Argentina para los corruptos. Yo no nací en cuna de oro, trabajé, estudié y soy honesto, pero ese país no existe más. Hay encuestas que muestran que los chicos piensan que el ascenso social se logra si uno es narco o futbolista. Hay que hacer un cambio cultural, ético y moral, de lo contrario ninguna ley o parche lo va a solucionar. Por eso estamos en esta epopeya, porque la sociedad está cansada de esto”.
“El mensaje para los jóvenes es que tenemos una deuda de inspiración con ellos. Es difícil ser joven en la Argentina. No creen en nada, ni en las instituciones, ni en la política, tampoco en la educación como motor de desarrollo personal; pero tenemos que decirles que no aflojen, que no acepten las cosas como están. Cuando en la historia los jóvenes lucharon, pasaron cosas inimaginables. Tienen que liderar, y los vamos a acompañar”, concluyó.
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