El Dr. Jorge Rabassa planteó la necesidad de implementar controles en zonas de visita frecuente de turistas, que está afectando la única fuente de agua potable que tiene la ciudad. El pisoteo en el borde de hielo con las caminatas acelera el resquebrajamiento y ya están afectados los cursos de agua por el calentamiento climático. También pidió un manejo responsable de Península Mitre, luego de la usurpación de parte de la costa del Beagle, para no dañar recursos naturales que son imprescindibles para el turismo. De agotarse la fuente que alimenta la cuenca del Arroyo Esperanza, la capital fueguina no tiene otra alternativa para obtener agua potable.
Río Grande.- El Dr. Jorge Rabassa explicó por Radio Universidad 93.5 y Provincia 23 el avance del cambio climático y la incidencia de la actividad turística sobre cursos de agua esenciales para la provisión de la ciudad. “El cambio climático es un proceso global, que se desarrolla a nivel planetario con distinta intensidad, y afecta a todas las naciones y las economías. A nivel regional se ve reflejado con modificaciones en la distribución de la población de especies nativas, y también las exóticas y producidas. Para Ushuaia es muy significativo el problema de abastecimiento de agua potable. Prácticamente toda el agua que consume Ushuaia viene del derretimiento de los hielos de la cuenca del Arroyo Esperanza. Si el volumen de hielo o nieve desaparece por el calentamiento global y se agota ese recurso en distintos momentos del año, podríamos quedarnos sin agua suficiente para atender las necesidades de la comunidad, sobre todo durante febrero y marzo”, advirtió.
“Muy poca gente comprende la situación, sobre todo las autoridades. El borde del Canal Beagle dispone de mucha agua, pero no es potable, porque es agua salada como resultado de la penetración del mar. No hay ninguna otra fuente de abastecimiento de agua potable en este sector de la cordillera. Nos preocupa si desaparecen los fragmentos de hielo que todavía se ven en la montaña, porque no sabemos de dónde va a salir el agua para abastecer a una población creciente. Como institución de investigación científica, el CADIC nunca ha fijado posición sobre las posibles alternativas, pero tenemos muy en claro que a medida que crezca la actividad turística y el trekking de montaña, el pisoteo del borde del hielo por parte de los visitantes, va a determinar que ese frente de hielo se resquebraje muy rápidamente. Esto expone al aire grandes porciones de su masa y se incrementa la fusión. No solamente la acumulación de nieve ha disminuido como consecuencia del aumento de la temperatura, sino que además ha afectado el contacto con la actividad humana que provoca una disminución gradual de la masa de hielo”, sostuvo.
“La protección del medio ambiente es un tema ético. Es obligación de nuestra generación preservar el ambiente que recibimos como legado. Tenemos ambientes únicos en el mundo y a través de las actividades humanas podemos exacerbar la destrucción del ambiente y aumentar la pérdida de caudal de los cursos de agua de nuestras áreas montañosas”, alertó.
“El otro problema que tenemos es económico. En la medida que continúe creciendo el turismo nacional e internacional, como vimos en los últimos años, con acceso masivo de los visitantes a áreas que deberían ser protegidas, terminamos matando la gallina de los huevos de oro y vamos a terminar con un problema económico. La gente viene porque causa curiosidad la ciudad más austral del planeta, pero además porque los paisajes son extraordinarios en recursos escénicos y estéticos de nuestras montañas. Hay un sector atravesado por la ruta 3 donde hubo un incendio hace 40 ó 50 años, probablemente provocado, nuestros ecosistemas son tan frágiles que esa área incendiada no fue repoblada por bosques. Esto es una demostración de que cualquier perturbación producida por el hombre en esos ecosistemas va a tener efectos negativos. Tenemos la usurpación de tierras, la ocupación de sectores del bosque o de la costa de forma ilegal, el problema de agua, el peligro de los incendios, con acumulación de materiales leñosos que pueden facilitar los incendios, y todos los problemas vinculados con un manejo incorrecto del bosque”, enumeró.
“Las autoridades tanto provinciales como municipales tendrían que controlar el número de visitantes en lugares donde haya condiciones críticas para nuestros ecosistemas. Parques Nacionales ha realizado un trabajo excepcional a lo largo de décadas en la zona del lago Roca y tenemos que continuar esa política de protección y control de nuestros recursos”, instó.
“Hay que desarrollar una política eficiente de control. Se habla mucho de Península Mitre, que es un área ecológicamente excepcional, única en el mundo, y lamentablemente ha tenido interferencia de actividades humanas en el pasado. Existe voluntad de protegerla y tenemos condiciones que deben ser respetadas. Eso implica como mínimo un mecanismo de control y supervisión del número de visitantes en las atracciones turísticas”, propuso.
No a las urbanizaciones
Frente a la posibilidad de una ampliación del ejido urbano, con urbanizaciones a lo largo de la ruta costera, se adelantó a efectos no deseados. “Tenemos que garantizar que bajo ningún aspecto se va a permitir la usurpación ilegal de tierras o ambientes hídricos a lo largo de toda la península. Eso es responsabilidad plena de las autoridades provinciales. Si se repite lo que ya vimos con ocupaciones ilegales a todo lo largo de la costa del Canal Beagle, es realmente lamentable porque se está acarreando un daño permanente a los ecosistemas locales”, dijo.
“Península Mitre podría ser considerado un recurso de turismo de muy alto nivel, y se podría atraer a decenas de miles de visitantes para que puedan disfrutar del contacto con un bosque absolutamente virgen, pero tenemos que proteger lo que tenemos para que pueda ser transferido con orgullo a las generaciones venideras”, planteó
Agua en Tolhuin
En el caso de Tolhuin, destacó que está “muy cerca del Lago Fagnano y, el desnivel existente es mínimo. Desde el punto de vista técnico y económico es posible el bombeo de agua para abastecer a toda la comunidad. Pero una cosa es abastecer a una localidad pequeña como Tolhuin, ubicada muy cerca de las costas del lago, y otra cosa es lo que pasa en Ushuaia, con 100 mil habitantes y un crecimiento disarmónico de la población para los próximos años. En caso de emergencia se podría recurrir al Lago Fagnano, pero nuestra sociedad no soportaría que eso fuera un servicio permanente, porque el costo de bombeo a través del Paso Garibaldi lo hace inviable. No habría presupuesto provincial capaz de enfrentar ese costo. No hay otra alternativa en Ushuaia que no sea el lago Roca en el Parque Nacional y, por ser un Parque Nacional, ese recurso es intangible”, recordó.
“La administración de los recursos se hace a través de decretos o leyes, que pueden ser cambiados rápidamente. Existe en nuestra comunidad una idea de que es tierra pública, recurso público y pueden hacer lo que quieran, pero no es así. Tiene haber compromiso de todas las autoridades y las instituciones de la provincia. Tenemos que proteger el medio ambiente porque es muy probable que en el futuro los recursos escénicos que ofrece para el turismo sean imprescindibles para sostener una actividad de gran escala y alta calidad a nivel internacional”, concluyó.
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