La Dra. Eliana Heredia dio testimonio de lo vivido en La Rinconada, una de las zonas que llegó a tener más cerca el fuego, y afirmó que durante los primeros diez días el trabajo estuvo a cargo de vecinos y voluntarios. La llegada de brigadistas y de aviones hidrantes fue el día 10 y 11 de diciembre, cuando tenían la nube de fuego encima por la rotación del viento, y luego se retiraron porque ayudó a apaciguar el incendio la lluvia del día 12. Actualmente mantienen la guardia porque hay focos que se apagan y al día siguiente vuelven a aparecer encendidos. Destacó el aporte de Vialidad Provincial, la primera en brindar asistencia para los cortafuegos, y reivindicó a los vecinos que fueron señalados por algunos medios de comunicación como responsables del incendio de la vivienda este domingo, en el lote 27. Negó un descuido de su parte y dijo que estuvieron desde el primer día asistiendo en estancia Carmen y todo el sector. Espera que se retracten los que los mencionaron en lugar de hacer un reconocimiento a su trabajo, como también que se termine la confrontación con distintas áreas de gobierno porque “acá no hay nadie contra nadie, sino que somos todos contra el fuego, y este concepto debería haber prevalecido desde el primer día”, sentenció.
Río Grande.- La Dra. Eliana Heredia, vecina de La Rinconada, uno de los sitios de mayor riesgo por la proximidad del fuego, dialogó con Radio Universidad 93.5 y Provincia 23 sobre lo que se vivió en la zona desde el primer día. Actualmente es la vicepresidente de la comisión del barrio, que está haciendo los trámites de inscripción. “Lo administrativo quedó de lado a partir del 30 de noviembre, porque empezamos a trabajar en la parte logística frente a todo esto que sucedió, y no imaginamos que iba a llegar a esta magnitud. Este lugar se encuentra en la costa del lago Yehuin y el loteo se inició en el año 2000. A partir de allí se instalaron 80 viviendas, la mayoría están construidas y muchos lo hicieron con mucho esfuerzo. Se fue sumando gente de Ushuaia, de Tolhuin, de Río Grande, que cuidan muchísimo el espacio y todos tenemos escritura”, subrayó, descartando ocupaciones ilegales.
“Nunca imaginamos que esto podía suceder y los vecinos empezamos movilizándonos desde el día uno, porque conocemos el clima de la isla. Nosotros estamos a cuatro kilómetros de Los Cerros y al principio veíamos el fuego del otro lado del lago. Los que no tenemos tanta experiencia no creíamos que iba a llegar tan cerca, pero los más antiguos decían que sí y que teníamos que prevenirnos, porque conocen la rotación de los vientos. El 30 de noviembre parecía todo muy lejano pero algunos vecinos llevaron sus maquinarias, comida, logística para dar una mano con motosierras y combustible para construir un cortafuego, además de agua para estar preparados en caso de que llegara. Lo primero que logramos conseguir fue que viniera la gente de Vialidad, que hicieron los cortafuegos del sector posterior porque, desde el 30 de noviembre al 8 de diciembre, empezó a subir el fuego y nos iba a tomar por detrás, no por la cabecera del lago. Ya no había tiempo para que los vecinos pudieran hacer el cortafuego de atrás. Le pedimos una mano a Vialidad y llegaron con las maquinarias a hacer el cortafuegos, con la autorización de la estancia Los Cerros para poder hacerlo. Esto fue el 8 de diciembre. El día 10 rotó el viento para nuestro lado y el fuego quedó a 300 metros del barrio. Fue un sábado y se hizo una nube de fuego sobre el barrio, en tres lugares distintos. Los vecinos habían quedado haciendo guardia de noche, estaban preparados con bombas y pudieron apagarlo”, describió de las jornadas más complicadas para la zona.
Los peores días
“Gracias a dios fue con suerte porque estaban preparados y pudieron evitar que se propagara. Una vez que tomara la parte edilicia no lo parábamos con nada. Las viviendas están rodeadas de bosque, porque uno trata de conservar ese bosque y no eliminar árboles, por eso la mínima chispa que cayera allí iba a hacer un desastre. Ese sábado, como el fuego estaba tan cerca, pedimos ayuda a los bomberos, llegó Defensa Civil y Daniel Facio fue el encargado de mandar ayuda. Fue muy desesperante porque todos estaban atentos a que no llegara a Tolhuin el incendio y no daban abasto para estar en todos lados. Nosotros éramos la cola del pueblo y lo teníamos encima, así que fue muy desesperante pedir ayuda por todos lados. No se quemó ninguna casa, pero el fuego estaba arriba nuestro. Tenemos fotos y filmaciones de todo lo que sucedió, que fue inmenso”, aseguró.
“Luego llegaron los brigadistas porque era algo muy evidente y no lo podíamos parar los vecinos. Necesitábamos ayuda profesional y eso fue lo que pedimos. Les brindamos logística, pero hacía falta gente especializada que se dedica a esto”, dijo.
Respecto de los diez días de demora para que llegaran brigadistas desde el inicio del incendio, barajó que en los días previos “estuvieron trabajando en otros lugares, más cercanos a Tolhuin” y aclaró que no fueron los únicos que pelearon en soledad al comienzo. “Toda la gente de estancia Carmen estaba reunida trabajando, había otro grupo en Los Cerros y nosotros en La Rinconada. Todo lo que se cocinaba en un lado, se repartía y se iba a entregar a cada persona en su puesto, porque durante el día nadie volvía a descansar. Las mujeres cocinaban e iban repartiendo, y otro sector buscaba que no faltara nada, como medicamentos o agua”, señaló.
“Yo personalmente hablé con el BIM 5 para pedir ayuda y me dijeron que tenía que hablar con alguien de Defensa Civil y a través de ellos presentar la nota, pero gracias a dios el 12 de diciembre llovió y se atenuó un poco el fuego. El municipio había comprometido mandar ese día unas viandas y con eso pudimos ir solventando las necesidades de los brigadistas que ya estaban ahí. La gente donó mucha comida y se preparaban las raciones, así que no requerimos la ayuda del batallón”, aclaró.
Las críticas a los voluntarios
Por otra parte lamentó las críticas de distintos sectores del gobierno a los voluntarios que están en el lugar desde el primer día. “Tuvimos los focos adentro del barrio y realmente no sé qué pudo haber molestado de lo que hicimos. Tengo 43 años y nunca estuve en presencia de momentos de tanta tensión, de ver que se está quemando el paisaje, que es irrecuperable. Veía las caras de las personas que viven en el lugar desde hace muchos años y querían salvarlo como sea. Me uní a la causa por eso, porque lo material va y viene, pero el paisaje no se recupera”, subrayó.
“Acá no hay nadie contra nadie, sino que somos todos contra el fuego, y este concepto debería haber prevalecido desde el primer día, tanto de parte de nación, como del gobierno de la provincia, los municipios, los vecinos, y luchar todos contra el fuego. No es cuestión de ver quién hizo más y quién hizo menos, porque esto no es contra un político o contra alguien que no hace nada. Yo siempre trato de sumar y que se saque algo positivo de todo”, priorizó.
“El día 10 y 11 de diciembre, cuando teníamos el fuego encima, hubo asistencia de brigadistas y de aviones, que después se retiraron, porque la lluvia del 12 ayudó. Han estado rotando de lugares y el trabajo sigue, porque hay focos que se apagaron el día anterior y al día siguiente vuelven a estar prendidos. Por el parte de ayer no hay focos nuevos en La Rinconada pero sí se veía más cerca de Tolhuin que empezaba la actividad, del otro lado del lago. Ojalá se pueda terminar pronto con este calvario. En La Rinconada tuvimos unas 50 personas trabajando más las mujeres que repartían todo y cocinaban, y las personas que articulaban en Río Grande todo lo necesario para llevar. Nadie se salvó y todos colaboraron en la lucha contra el fuego”, destacó.
Vivienda incendiada
Finalmente se refirió al incendio de una de las viviendas de La Rinconada ubicada en el lote 27. Ocurrió este domingo durante el partido de Argentina y según se informó por algunos medios se debió al descuido de los propietarios, que dejaron una salamandra encendida, pero Heredia dio una versión diferente. Afirmó que estas personas “están desde el 30 de noviembre ayudando a la gente de estancia Carmen, pusieron el hombro, tienen llagas en la cara, en lo pies, por el calor del fuego. Lamentablemente son las tres personas que nombraron en el incidente de este fin de semana y me provocó un gran dolor. Es triste porque pude comprobar que trabajaron desde el primer día dando su aporte y podrían haberse quedado tranquilos en su casa, como mucha gente, pero desde el día uno trabajaron para evitar que el incendio se propague y se les quemó su casa. Lo más triste de todo es que su nombre quedó tan mal, cuando ni siquiera estaban en la casa. Hacía calor, no había nada prendido, no había fuego en ese momento porque las personas estaban almorzando en otro lado”, dijo.
“El informe de bomberos no tiene nada que ver con lo que dicen algunos medios y espero que se retracten, porque podemos dar fe de lo que ha trabajado esta gente, colaborando para que esto no suceda. Vamos a ayudarlos para que puedan reconstruir su vivienda, porque se lo merecen y estamos seguros de que para nada fue negligencia de ellos. Tanto el dueño de la vivienda como sus hijos estuvieron colaborando desde el primer día. Los chicos fueron a ayudar a la gente de estancia Carmen, donde estaban peleando contra el fuego, y ojalá puedan reconstruir su lugar”, concluyó.
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