Sergio Bilbao, integrante de una familia que lleva 110 años de ocupación en Península Mitre, presentó un pedido al gobierno para que se le otorgue un permiso permanente para poder sacar sus animales, ante la negativa de paso de la estancia María Luisa. Afirmó que hace dos años no los puede sacar y lleva más de un año esperando que la justicia resuelva una medida cautelar. La otra alternativa es por la costa, pero el camino es “difícil y riesgoso”, dado que implica atravesar cuatro ríos, y hay una gran dependencia de las mareas. “No puede ser que un privado corte la Península Mitre”, dijo de la zona recientemente declarada por ley como área protegida, dado que debería habilitarse un paso para todos los que quieran visitar el lugar. Ante la falta de acuerdo de las partes, reclamó una definición que debe dar el Ejecutivo.
Río Grande.- Sergio Bilbao, propietario de la estancia Policarpo ubicada en Península Mitre, presentó un pedido al gobierno para que se le otorgue un permiso permanente de paso, ante el conflicto con la estancia María Luisa, que le impide sacar sus animales.
Visitó los estudios de Radio Universidad 93.5 y Provincia 23 y mencionó que su familia lleva 110 años de ocupación, fueron los primeros en llegar a la península, para dedicarse a la actividad ganadera.
Ante todo aclaró que la ley que aprobó la Legislatura “no nos influye y estoy de acuerdo con que toda la Península Mitre sea un área protegida”. El conflicto puntualmente es con la estancia María Luisa que “corta al medio” el sector y le impide el paso.
“Hace poco más de un año presenté una cautelar para poder sacar los animales, porque hay que seguir produciendo y seguir pagando, pero esta cautelar lleva más tiempo que CABA con la Corte Suprema, y ahora estamos en feria. No me dejan sacar los animales porque hay una propiedad privada de la familia Vargas en María Luisa. Ellos dicen que es propiedad privada y el Estado no hace nada. Si es verdad que es propiedad privada, hay que hacer un paso”, planteó.
El problema se agravó con el dictado de un decreto en 2020, durante la gestión actual, que establece una serie de requisitos a presentar por cada permiso de paso, con cinco días de antelación, la declaración de la cantidad de animales, del combustible que se transporta, e incluso “hay cosas cómicas, porque dice que no se puede pasar con perros. Si no puedo pasar con perros, no sé qué voy a hacer con los vacunos. Esto se hace en escritorios y es parte del desconocimiento. Ese decreto se dictó en esta gestión y por ese decreto a mí me sacaron la marca, pero no creo que un decreto tenga más valor que una ley, y cuando se abra la feria voy a ir a la justicia”, adelantó.
Aun cuando autorice el gobierno, queda el filtro de la estancia vecina. “El decreto dice que, una vez que autoriza el Ejecutivo, se debe solicitar el paso a la estancia María Luisa y no dice más. Estuve hablando con la ministra de Ambiente y hace años que vengo hablando, pero siento que quieren desaparecer a Policarpo. Policarpo no va a desaparecer, porque está dentro de la historia fueguina hace 110 años, pero todas estas medidas, no dejarme pasar por parte de la gente de la estancia María Luisa, esa es la sensación. Los animales están yendo por la playa, pero ese lugar es muy difícil y muy riesgoso. El abogado de la otra parte me dijo que iban a dejar pasar, pero yo he presentado una nota esta semana para que me den un permiso permanente, porque no puedo depender de eso. Yo salgo cuando hay necesidades y vamos a ver qué me contestan. Ya tengo 74 años, tengo que cruzar ríos, y no estoy para jugar. Tenemos que cruzar cuatro ríos y dependemos de las mareas, porque a veces no llegamos. Ni hablar cuando se trabaja con animales y se corta la marea”, planteó.
Cuestionó que, mientras el gobierno pone trabas para el movimiento de animales, no fiscaliza otras situaciones. “El río Yrigoyen originalmente era nuestro, pero después pasaron cosas, como siempre pasan, y ahora la familia Vargas -de estancia María Luisa- tiene un coto en un lugar que es del Estado, porque es tierra fiscal. El Estado reconoce que no está habilitado, y genera una actividad productiva”, señaló.
Una decisión del Ejecutivo
Bilbao precisó que la presentación fue realizada “ante el Ministerio de Ambiente de la provincia, porque hace dos años que no puedo sacar animales. El establecimiento vive de la producción, no vive de otra cosa. Hay mil formas de resolver esto y toda la vida se actuó de buena fe. A mí me prestaban el corral, pero la última vez no, tenía que cargar en corrales móviles en la ruta y todo es una complicación. Tampoco entiendo por qué razón existe un coto de pesca en el río Yrigoyen, que es tierra fiscal y no está habilitado”, reiteró.
“Me he cansado de escuchar a las autoridades cuando hablan de los pioneros, pero a un pionero hay que darle facilidades para que siga produciendo. Nosotros estamos pagando a la gente, pagando cargas sociales, desde hace 110 años. Tenemos una actividad ganadera productiva en Policarpo y le damos trabajo a la gente”, subrayó.
“La última vez que saqué animales, por las redes hablaron de cuatrerismo. Resulta que era cuatrero porque sacaba mis animales. La gente por las redes dice cualquier cosa, pero yo saco los animales con guía, cargo en la ruta porque es el único lugar que tengo, con paso autorizado por Vialidad Nacional, y cumplo con todas las reglas como las hemos cumplido a lo largo de 110 años”, aseguró.
“Hace más de un año pedí una medida cautelar para poder sacar animales hasta que se resuelva el fondo de esto, y entendía que las medidas cautelares eran cosas que se resolvían rápido. Algunas son rápidas y otras son lentas, vaya a saber por qué. Ahora presenté esta nota para que me den un permiso permanente para sacar animales y quiero tener ese permiso permanente porque soy propietario de la estancia Policarpo. Este decreto también es para los turistas, y no puede ser que alguien que viene de Alaska tenga que presentar cinco días antes un pedido para pasar, decir si va con perros, con mascotas, cuánto combustible lleva”, cuestionó.
Asimismo, reveló que “ahora la estancia María Luisa está mensurando y yo tengo planos donde se ve que está mensurando. María Luisa llega cuatro kilómetros antes del río Yrigoyen, yendo desde Ushuaia, pero tiene un coto en tierras fiscales, mensura y nadie dice nada”.
“Las cosas no son casuales, no causales. Estancia Policarpo, quieran o no, está en la historia fueguina. Mi abuelo vino en 1905 y es la primera estancia en Península Mitre. Es una estancia que está funcionando, porque en la península no hay ninguna otra que funcione como nosotros. Hay otras cosas en Bahía Aguirre, en Bahía Sloggett, que son un misterio, pero no hay explotación ganadera. A lo mejor es un negocio inmobiliario, pero no tengo ni idea. Yo hablo de lo mío”, sostuvo.
Consultado sobre la posibilidad de que intervengan los legisladores, respondió que la decisión corresponde al Ejecutivo. “La Legislatura aprobó la ley de área protegida, yo estuve hace unos meses con algunos legisladores, con Mónica Acosta, con Laura Colazo, hice una exposición de una hora con diapositivas, para que sepan de todo esto. Nosotros nos amparamos en la ley 313, que es la de viejas ocupaciones y establece 20 años de ocupación, que tenemos sobrados. Mónica Acosta me recibió muy bien, lo mismo la joven Colazo, me escucharon, pero el que tiene que tomar la decisión es el Ejecutivo. Yo no estoy pidiendo la Península Mitre, que son 350 mil hectáreas de tierra, sino que me den la parte productiva donde tengo los puestos”, precisó.
“He hecho alambrado, y son menos de 8 mil hectáreas las que se pueden usar. Tengo un dictamen del Dr. Paderne -ex Secretario Legal y Técnico- que dice que las 40 mil hectáreas que pedíamos en su momento eran nuestras, pero quedó todo ahí. El Ejecutivo de ese momento, que era la gestión Manfredotti, nos dio la razón. También tengo un dictamen de Roque Lapadula, que estaba en Desarrollo. Tengo muchos animales en la estancia, hay más de mil declarados en SENASA y marcados. Todos los caminantes que han pasado por ahí se han refugiado en los puestos de la familia Bilbao. Entre vecinos esto se debería solucionar, pero eso no ocurre y nadie puede pasar porque el visto bueno lo da la estancia María Luisa. No puede ser que un privado corte la Península Mitre y por otro lado la hagan un parque”, sentenció.
“He presentado notas que nunca se contestan, los expedientes quedan bajo los escritorios, llevo 40 años con esto y la única forma es que se escuche, que la gente sepa lo que está pasando y hacerlo público. Hay mucha gente que me cierra el micrófono y por eso agradezco a este medio. Yo quiero llegar a un punto de acuerdo, nada más que eso”, concluyó.
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