A través de dos decretos, confirman que habrá un nuevo tipo de cambio mayor para las exportaciones de algunos productos regionales, y se extiende el impuesto PAIS a la compra de dólares para ahorro e importación de bienes y servicios. Luego de las medidas anunciadas, la Secretaría de Comercio establecerá qué importaciones para fabricación de bienes de la canasta básica quedarán exentos del impuesto. En Economía aseguran que van a “monitorear” si las empresas aumentan. Además los autos importados aumentan inmediatamente. Los autos fabricados en el país no deberían aumentar, pero si más de la mitad de sus componentes vienen del exterior y el costo subirá proporcionalmente.
Buenos Aires.- El Gobierno oficializó ayer las medidas anunciadas anteanoche a través de dos decretos publicados en el Boletín Oficial que confirman que habrá un nuevo tipo de cambio mayor para las exportaciones de algunos productos regionales, y otro que extiende el impuesto PAIS a la compra de dólares para ahorro e importación.
El decreto 378/2023 dice que “es necesario continuar la implementación de políticas que tiendan al fortalecimiento de las reservas Banco Central, estimulando la generación de ingresos genuinos del Estado nacional, producto de la exportación de mercaderías con baja incidencia en las cadenas de valor de abastecimiento nacional”.
En ese sentido, anuncia que hasta el 31 de agosto inclusive, se ofrecerá un tipo de cambio de $340 a algunos productos de economías regionales. Sin embargo, la sorpresa de las medidas oficializadas es que, hasta ahora, no está incluido el maíz entre los productos que recibirían un tipo de cambio mejor, como se había anunciado anteanoche.
Para ello, haría falta una resolución de la Secretaría de Agricultura, según explica el economista Gabriel Caamaño. “En el decreto no menciona la inclusión del maíz en el programa de incremento exportador economías regionales, pero recordemos que el decreto 194/23 anterior delegó la facultad de incorporar productos en el programa en Secretaría de Agricultura”, dijo el titular de la consultora Ledesma.
Anteanoche, el Ministerio de Economía dijo que proyectan que ingresen divisas de liquidación por US$2000 millones, luego de aumentar el tipo de cambio para este tipo de exportación, “incluido el maíz”.
Para los exportadores, el Banco Central volverá a permitir que depositen la liquidación en pesos en una cuenta especial, cuya retribución se ajusta en función de la evolución del tipo de cambio oficial.
Por otro lado, el decreto 377/2023 amplía el alcance del denominado Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS), creado en diciembre de 2019 bajo la ley 27.541 de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el marco de la emergencia pública.
En este sentido, se generaliza el impuesto PAIS con un alícuota de 25% para todos los servicios, excepto fletes, que se le aplicara ya la alícuota del 7,5%; salud y educación, exentos por artículo 36 de la ley 27.541, y; recitales, que ya paga el 30%. El nuevo tipo de cambio para importación de servicios tendrá un piso de $338 y se irá ajustando a través de devaluaciones periódicas del Banco Central. Se compone del tipo de cambio oficial mayorista ($270) más el 25% del impuesto PAIS ($68).
Por otro lado, se generaliza el impuesto PAIS al 7,5% para todos los bienes, excepto medicamentos y material para combatir el fuego, exentos por artículo 36 de la ley 27.541; suntuarios, que ya pagan el 30%, y combustibles, lubricantes, bienes vinculados a la generación de energía, así como insumos y bienes intermedios vinculados a la canasta básica alimentaria, seguirán sin pagar el impuesto. El nuevo tipo de cambio para importación de bienes tendrá un piso de $290 y se irá ajustando a través de devaluaciones periódicas del Banco Central. Se compone del tipo de cambio oficial mayorista ($270) más el 7,5% del impuesto PAIS ($20).
En cuanto a la medida que aumenta la presión impositiva sobre el dólar ahorro hasta equipararlo al dólar tarjeta, todavía la AFIP no publicó la oficialización. Según explicó el Ministerio de Economía, la medida alcanzará a las 900.000 personas que todavía pueden comprar el cupo de US$200 por mes, que pagarán más por percepción de ganancias (de 35 a 45%), al igual que los pagos con tarjeta menores a US$300.
El nuevo dólar ahorro surgirá de sumar la cotización del tipo de cambio minorista ($283) más el 30% de impuesto PAIS ($85) más la percepción a cuenta de Ganancias del 45% ($127), que llegará a $495. Se trata de una suba del 6% con relación a los $467 del viernes pasado.
En el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijeron hoy que consideran “que las medidas anunciadas hoy por las autoridades argentinas son positivas para fortalecer las reservas y consolidar el camino del orden fiscal, variables fundamentales para fortalecer la estabilidad económica”.
El Gobierno ajusta un mecanismo para evitar subas
El Gobierno trabaja en un mecanismo para evitar que el cobro de impuestos a un grupo de importaciones y la exportación de maíz a un valor más alto sumen presión a los índices de inflación, a semanas de las elecciones primarias. En el mercado estiman que el paquete de medidas sumará entre 2 o 3 puntos porcentuales al ritmo de aumento de precios en los próximos meses y en el equipo económico aseguran que van a “monitorear” si las empresas aplican incrementos.
La letra chica del encarecimiento de algunas importaciones deberá incluir, entre otros elementos, un filtro clave: qué bienes e insumos quedarán exceptuados de la alícuota de 7,5% del impuesto PAIS entre los que se utilizan para fabricar productos de la canasta básica, en particular la alimentaria. Según aseguraron desde la Secretaría de Comercio, los técnicos de ese área están trabajando en ese detalle fino.
A grandes rasgos, lo que deberán determinar es el límite a la definición de canasta básica que, grosso modo, estableció el equipo económico para que queden fuera del esquema de importaciones con alícuota impositiva. Con el impuesto PAIS de 7,5% a bienes, las compras al exterior de ese grupo empezarán a acceder a las divisas a un precio cercano a los $290, salvo los exentos que continuarán a $283.
Fuentes del equipo económico consultadas en las últimas horas relativizaron el impacto en el ritmo de inflación que tendrían las nuevas medidas. Por un lado, un alto funcionario del gabinete económico consideró que “ya hemos tenido aumentos de precios, y hubo ampliaciones de márgenes (de las empresas), estos impuestos no tienen que tener efecto”, arriesgó.
Pero en caso de que hubiese, como esperan las consultoras privadas, el Ministerio de Economía comenzó a blandir la posibilidad de controles especiales a las empresas. “Hay muchos precios sobre los que se puede hacer trazabilidad”, mencionó otro funcionario cercano a Massa, en sectores entre los que nombró a combustibles o a electrónica. “Podemos monitorear los aumentos”, insistió.
En el mercado ya empezaron a hacer cuentas sobre si habrá un impacto inmediato de las medidas en la inflación. Un consenso general es que ese efecto existirá, con profundidades variables. La consultora Equilibra estimó que “en términos de inflación, estimamos que este set de medidas suma alrededor de 2 puntos porcentuales directos al alza de precios”.
En ese sentido, planteó que estará explicado en dos factores: el encarecimiento de las importaciones de bienes y servicios (que en una alícuota promediada quedará en 4,5%) y el incremento interno del precio del maíz, de 25% por el nuevo dólar agro. A diferencia de la soja, según Equilibra “impacta significativamente en los precios de los alimentos porque este es el principal insumo utilizado para la cría de animales afectando rubros sensibles como Carnes y derivados, Leche productos lácteos y huevos, y Aceites y grasas, que en conjunto pesan más de 13% en el IPC Nacional”, estimaron.
Por otra parte, la consultora que dirige el economista Martín Rapetti mencionó que el Gobierno “minimizó el impacto inflacionario de la suba de alícuotas de importación porque algunos bienes y servicios ya estarían ‘priceados’ al dólar financiero”, consideraron.
“El problema de este argumento es que no tiene en cuenta que el propio paquete de medidas anunciados tiende a elevar la brecha cambiaria (unifica el dólar solidario al tarjeta le pone un piso más alto a la brecha). Por último, si a fin de agosto no se renueva el dólar agro, es difícil que el precio interno del maíz vuelva a niveles previos, pero se podría mantenerse estable por unos meses absorbiendo parte del shock inflacionario de incluir al maíz en el dólar agro”, concluyeron.
Sobre este punto, el de la posibilidad de que algunos bienes ya estén vinculados antes de estas medidas al tipo de cambio paralelo, discurrió un informe de la consultora PxQ, fundada por el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis. “Para responder a esta pregunta, es necesario primero comprender a qué tipo de cambio se están definiendo los precios de los bienes importados en Argentina”, planteó.
“Si el precio de los bienes importados está determinado por el tipo de cambio paralelo, entonces la aparición de un dólar-importador no debería tener efecto alguno sobre los precios domésticos. Si ese efecto existiera, entonces no se podría concluir que los precios ya están al tipo de cambio paralelo”, explicó PxQ, que realizó un ejercicio teórico para comprobar si esos precios tienen una correlación mayor con la variación del tipo de cambio oficial o del contado con liquidación.
Una de sus conclusiones fue que “la correlación entre la tasa de variación de los precios de los bienes importados y el tipo de cambio paralelo no es tan estrecha, salvo en los eventos de saltos sustantivos de este último”, entre los que mencionó las crisis cambiarias de octubre de 2022, noviembre de 2021, ambas con Martín Guzmán como ministro de Economía, o julio de 2022, tras su salida.
“Bajo esta hipótesis, la introducción de un dólar-importador debería provocar un salto en el precio de los bienes importados incluidos en este nuevo régimen”, mencionó PxQ. “Por lo pronto, es dable esperar una aceleración de la inflación para agosto-septiembre y resta definir si el acuerdo con el FMI está ‘cerrado’ o si un acuerdo a nivel de staff pero no a nivel del directorio será la forma que encontró el organismo para dictaminar respecto a Argentina pos-PASO”.
“Si este fuera el caso, el riesgo es que el anuncio no contribuya a calmar la evolución del tipo de cambio paralelo, sino todo lo contrario. Por lo dicho más arriba, esta podría ser la peor combinación: un dólar-importador de 7,5% más una devaluación brusca de la brecha implicaría un impacto sustantivo sobre la inflación doméstica”, concluyó la consultora de Álvarez Agis.
Por su lado, Analytica también midió el posible impacto en precios y lo puso en números. “El aumento de los impuestos provocará un efecto directo sobre los precios que, de mínima, proyectamos como 3 puntos adicionales de inflación entre julio y agosto. Esto no incluye efectos de segunda ronda, como el aumento del dólar blue, que seguramente potenciará el traslado a precios de las empresas para mantener márgenes de ganancia”, apuntó un informe del director de esa consultora Ricardo Delgado.
“El interrogante pasa ahora por si esta devaluación fiscal tendrá un impacto sensible sobre el nivel de actividad y si el Gobierno deberá profundizar aún más el cepo, en caso de que no alcancen los dólares en los próximos meses. Es que, más allá de aumentar la recaudación, estas medidas difícilmente impacten en la demanda de importación y, sin una caída de las importaciones, el equilibrio cambiario seguirá lejos de alcanzarse”, cerró.
Por lo pronto, el primer día de implementación del nuevo régimen cambiario con dólar agro más alto para economías regionales y maíz, más el cobro de impuesto PAIS para un grupo de importaciones y el encarecimiento del dólar ahorro -que convergió al dólar tarjeta, cerca de los $500- hizo despertar con fuerza al dólar libre, que escaló hasta los $552, su récord nominal. Así, aumentó 58 pesos en lo que va de julio.
El impacto de las nuevas medidas en la venta de autos
Las nuevas medidas anunciadas por el Ministerio de Economía tendrán impacto en el precio de la mayoría de los autos que se venden en Argentina. Eso sí, algunos estarán alcanzados por el total del nuevo impuesto, otros apenas por una parte y cuales quedan exceptuados.
Este lunes fue un día de reuniones y análisis en todas las fábricas de automóviles, luego de conocerse que habrá un impuesto del 7,5% a todos los bienes importados para consumo interno (con algunas excepciones).
Ante la consulta, la respuesta prácticamente la misma en todas las automotrices: “Hay muchas áreas involucradas, así que se está analizando cómo se va a implementar y qué alcance tiene en cada modelo”. Palabras más, palabras menos, es lo que está ocurriendo en las terminales.
El escenario es más complejo de lo que parece. Porque debido al famoso impuesto a los autos de lujo, a fines de agosto se dará la actualización trimestral de esa escala que tiene tres ámbitos de aplicación, los vehículos que no entran, los que entran en la categoría 1, que pagan el 20%, y los de la categoría 2, que pagan el 35 por ciento. Estos últimos son los únicos que no pagarán el nuevo impuesto, ya que el Gobierno dijo que cuentan con una carga impositiva suficientemente alta. El problema que tienen las fábricas ahora es que con el 7,5% del nuevo impuesto nuevo, los modelos que tenían “topeados” para que no paguen ni siquiera la categoría 1, pueden quedar incluidos.
La nueva medida es de aplicación inmediata porque fue publicada en el Boletín Oficial, por lo tanto, ya rige para todos los productos importados. Quién tiene stock lo pagará cuando haga la próxima importación, pero quién debe importar hoy, lo tiene que pagar.
El mejor ejemplo lo da la industria del neumático. Tanto porque traigan productos terminados hechos en Brasil o porque tengan que importar la materia prima, es decir el caucho natural, tanto del sur de Brasil como del sudeste asiático, tendrán que pagarlo. De hecho, una de las marcas que produce neumáticos en Argentina pero importa la materia prima, ya habría decidido que desde hoy sus neumáticos tendrán un 4% de aumento. A ese incremento se deberá sumar el de fin de mes de acuerdo a la inflación.
¿Qué pasa con los autos?
Los modelos fabricados en Argentina no tienen que pagar el 7,5% de el nuevo impuesto, pero casi todos tienen entre un 25% y un 45% de partes fabricadas en el país, y el resto es material importado.
Como la descripción del impuesto establece que los componentes importados que se utilizan para fabricar vehículos que se exporten estarán exceptuados, sólo el porcentaje de autos que se fabriquen en Argentina para la exportación no tendrían que sufrir ese impacto en sus costos, pero todos los autos que se queden en el mercado interno, sí lo pagarán.
Por ejemplo, si un modelo X se fabrica en Argentina con un 50% de componentes importados, y el 50% de esa producción se exporta, los vehículos que queden en nuestro mercado, tendrán un aumento de costos del 3,75% por sus componentes importados.
Por supuesto que ese aumento del 3,75%, puede ser del 4% o del 5%, dependiendo de si la proporción de componentes nacionales es menor, por ejemplo del 30% y no del 50 por ciento. A ese precio que aumentará hoy, a seis días de empezar agosto, a menos que el fabricante decida absorberlo, se le deberá sumar la suba por la inflación que llega cada fin de mes, y que se publica en la lista de precios sugeridos que las marcas publican cada 30 días. Dos aumentos en una semana.
Y peor aún para los consumidores, si cuando se conozca la nueva tabla que determina que modelos pagarán el impuesto a los autos de lujo, cerca del 20 de agosto, hay vehículos que quedan adentro de la categoría 1, habrá un tercer aumento en menos de un mes.
Así, saber qué autos se fabrican en Argentina es un buen dato para recordar, porque son los que tendrán menor aumento. Por orden alfabético, los autos argentinos son: Citroën Berlingo, Chevrolet Tracker y Cruze, Fiat Cronos, Ford Ranger, Mercedes Sprinter, Nissan Frontier, Peugeot 208 y Partner, Renault Alaskan, Kangoo, Logan, Sandero y Stepway, Toyota Hilux y SW4, y Volkswagen Amarok y Taos. El resto, aunque vengan de Brasil, pagarán el 7,5% de impuesto.
Pero aún puede haber más aumentos. Son los que las marcas no pueden controlar y que llegan de parte de sus proveedores. Muchas piezas que se fabrican en Argentina, tienen componentes importados, así como los neumáticos con el caucho natural. El único modo de evitar el impuesto para esos proveedores, es tener certeza de cuántas unidades debe fabricar para vehículos que se vayan a exportar y cuántas para vehículos que queden en el mercado local. En algunos casos puede ser más simple, pero en otro será imposible.
Entonces, probablemente, termine ocurriendo algo que ya está sucediendo con los neumáticos: un aumento general para estar cubiertos.
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