La secretaria general de APOC, Valeria Regueiro, denunció amenazas además del despido de la Sindicatura, e hizo responsables a los vocales del Tribunal de Cuentas. “No pensé que un pedido tan simple de poder sentarnos a debatir salarios podía llegar a esta persecución contra mi persona”, dijo. También cuestionó el silencio de la CGT frente a lo que está ocurriendo, cuando APOC es parte de la central obrera. En los próximos días llegarán integrantes de la mesa nacional para dar su respaldo. Respecto del despido, dijo que “el viernes fui notificada por la tarde en mi casa, un compañero de trabajo me trajo el acto administrativo que ya estaba listo desde el jueves. Dejaron sin efecto mi designación porque querían reorganizar las vocalías, y no pusieron ningún fundamento específico.
Río Grande.- La secretaria general de APOC, Valeria Regueiro, aseguró por Radio Provincia que ha recibido amenazas y hay una persona que la persigue en una camioneta, lo que quedó expuesto en una denuncia policial. Por el despido de la Sindicatura accionará legalmente, dado que cuenta con tutela sindical.
Respecto del despido, dijo que “el viernes fui notificada por la tarde en mi casa, un compañero de trabajo me trajo el acto administrativo que ya estaba listo desde el jueves. Dejaron sin efecto mi designación porque querían reorganizar las vocalías, y no pusieron ningún fundamento específico. Ahora van a comenzar mis presentaciones en la justicia, porque yo gozo de tutela sindical, que es un derecho amparado por la ley de asociaciones sindicales, y el despido es completamente injustificado y violatorio de la libertad sindical. No puede ser que el motivo sea la reorganización de vocalías porque todos saben que el trabajo que yo hago en el organismo es fundamental. Comenzaré con esta batalla y no pensé que un pedido tan simple de poder sentarnos a debatir salarios podía llegar a esta persecución contra mi persona. Yo sé que quieren bajarme a mí para desestructurar completamente al gremio y focalizan en un problema personal para que yo me ocupe de otras cosas que no sea la defensa del trabajador. Le seguiremos dando batalla desde el gremio, porque es un horror lo que está pasando en la provincia. Es increíble que hayamos llegado a este punto y todavía tengo trabajadores sorprendidos por lo que van escuchando”, afirmó.
Ante el respaldo de la ex dirigente del gremio, señaló que “las declaraciones de Elisa Dietrich fueron tremendas, y expuso la crudeza de esta realidad. A veces naturalizamos las cosas que pasan y tenemos una venda en los ojos, no nos damos cuenta de lo que estamos viviendo. Cualquier aire de cambio genera estas cosas, aunque sea un cambio tan simple como tener paritarias. Yo no puedo entender cómo la política llegó hasta el sindicalismo. Como gremio formamos parte de la CGT, que todavía no se expidió respecto de mi situación. No dijo nada la CGT y parece que esto no es importante. Aplastan a una secretaria general con tutela sindical y la CGT no dice nada. Parece que la política se metió en demasiados espacios, inclusive en la defensa del trabajador”, cuestionó.
“Me pregunto si los sindicatos estamos defendiendo a los trabajadores o estamos arreglando con los políticos, tanto en el sector público como privado, porque la CGT la integramos ambos sectores”, subrayó.
“Seguiremos con las presentaciones que tengamos que hacer. Los integrantes de la mesa nacional van a estar llegando a la provincia la semana que viene y hasta ahora las reuniones se están dando en Buenos Aires”, indicó sobre el intento de la dirigencia nacional de revertir esta situación.
Para Regueiro todo se reduce a una cuestión de poder de los vocales del Tribunal de Cuentas. “No pueden ceder el poder que ellos tienen, o el poder que piensan que tienen. Estamos hablando de dos vocales que para mí son el último eslabón de una cadena de corrupción. Manejar a los empleados es lo que mejor le puede pasar a cualquier empleador, y que el empleado esté completamente neutralizado. Hoy yo soy la voz de mando de APOC en Tierra del Fuego y qué mejor que pegarle a la persona que defiende los derechos de los trabajadores. Cuando empezamos éramos la mitad de los afiliados que tenemos ahora, porque duplicamos la cantidad de afiliados y eso duele también, le duele a los políticos, a los empleadores, a todos los que tengan que ceder una cuota de su poder. Esto fue pegarle al gremio y a una mujer que salió de la nada”, interpretó de los hechos.
“Como mujer adentro de CGT fui cuestionada por mi situación de revista, porque estaba como transitoria. Ahí la tutela sindical no vale. Lo mismo nos pasa a las mujeres cuando nos violan, porque nos preguntan qué teníamos puesto. Siempre nos cuestionan a las mujeres y los que nos cuestionan son los hombres, porque el que me dijo esto en CGT fue uno de los principales dirigentes de triunvirato. Me cuestionó esto porque está alineado con el poder político. Yo considero esto una persecución personal y gremial”, ratificó.
Aclaró que no está afiliada “a ningún partido político, en la última elección municipal acompañé como suplente del peronismo y lo acompañé por el movimiento de trabajadores. Acompañé a la misma CGT que hoy está silenciada respecto de mi problema. Yo no trabajo para ningún partido, considero que el sindicalismo y la política tienen que trabajar de la mano, pero no mezclados. Yo no quiero hacer negocios con los derechos de los trabajadores. Para mí el derecho del trabajador está por encima de cualquier otra cosa”, enfatizó.
“En la Sindicatura un compañero de trabajo también quedó desafectado de sus funciones a partir del 1° de agosto porque está con otra bandera política. El 22 de agosto lo volvieron a incorporar como si no hubiera pasado nada”, citó como otro ejemplo de persecución ideológica en este caso.
Computadora secuestrada
Además de su despido, la computadora que utilizaba en sus tareas diarias fue retirada y enviada a una dependencia municipal. “La computadora está en la Dirección de Informática del municipio. Fue llevada ahí el mismo día y yo amplié mi denuncia por esto. No sé para qué la llevaron ni quién la llevó. Ahí hay documentación vinculada con la municipalidad, son diez años de trabajo y yo soy secretaria del plenario, o lo era hasta el viernes. Yo voy a ir a la justicia por este tema porque la tutela sindical se tiene que respetar. Si hay algo en mi contra, no tengo nada a nivel laboral, ningún llamado de atención, ningún sumario, absolutamente nada, por eso esto es una persecución por el reclamo ante el Tribunal de Cuentas. Es raro que hayan llevado mi computadora al municipio, porque cuando uno necesita que reparen la computadora el empleador tiene que enviar una nota diciendo qué día va a ser enviada y a qué lugar, para sacar la información personal. Siempre se avisa y no pueden sacar un elemento de trabajo donde a veces hay cosas privadas, sin aviso. Nunca pasa eso, y menos le voy a llevar la computadora al organismo que tengo que controlar. La computadora tiene todas las actas plenarias que son secretas, del plenario de miembros. No se entiende para qué se llevaron la computadora, porque tampoco había pedido yo por nota que le hagan algún tipo de mantenimiento. Hay demasiadas preguntas sin respuesta”, expresó.
Todo por reclamar paritarias
Regueiro planteó casi como un absurdo que toda esta sucesión de hechos se haya desencadenado sólo por reclamar paritarias. “Nuestro reclamo sindical no venía por el lado de la justicia. Lo están llevando ellos por este lado. Ellos solos llevaron el timón de esta lucha sindical. Yo ni siquiera sé cómo piensan, y se supone que los políticos tienen que ser más razonables, sobre todo en esta fecha que están buscando votos. Sería muy sano que el sindicalismo no trabaje más con la política, porque perdemos la imparcialidad de una institución. Hoy no tenemos instituciones imparciales y es una vergüenza lo que está pasando”, manifestó.
“Los trabajadores del Tribunal de Cuentas hace cuatro meses que nos levantamos pidiendo justicia, pidiendo un cambio, y no vamos a permitir que quede en la nada. La mesa nacional se está ocupando de todo esto, tratando de conciliar y de llegar a un buen acuerdo, pero yo ya no creo más en los acuerdos, porque no tienen palabra. El pueblo necesita un cambio y no se puede seguir más así”, sentenció.
¿Riesgo de vida?
Regueiro cree que no todo terminó con su despido y puede haber más represalias, incluso deslizó que podría correr riesgo su vida. “Estamos ante personas con maldad y se puede esperar cualquier cosa, por eso también dejé asentado en la denuncia que si a mí me pasa algo hago responsables a dos personas en la provincia, para que las investiguen, aunque sea en mi memoria (sic). Estoy amenazada, por supuesto me han enviado mensajes, y ya sé quién es el loco que me sigue con la camioneta, pero creo que no va a pasar nada con la denuncia policial. En mi caso no tengo derechos”, concluyó.
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