Así lo consideró el licenciado Fernando Halperin, Coordinador de Comunicación del Instituto del Petróleo y Gas Argentino, quien este martes a la tarde brindará la conferencia “Transición Energética y Matriz Energética Argentina”. La cita es en la Biblioteca ‘Federico Leloir’ de la Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional a las 18 horas. El evento cuenta con el auspicio de la alta casa de estudios y de TotalEnergies y es impulsado por el propio IAPG, una institución técnica sin fines de lucro con más de 60 años de trayectoria y una de sus 7 seccionales está en Río Grande.
Río Grande.- El Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG) llevará adelante este martes 23 de abril a las 18 horas la conferencia “Transición Energética y Matriz Energética Argentina que será dictada por el licenciado Fernando Halperin, Coordinador de Comunicación del IAPG, y que viene desde Buenos Aires a dar esta charla.
La cita es en la Biblioteca ‘Federico Leloir’ de la Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional a las 18 horas. El evento cuenta con el auspicio de la alta casa de estudios y de TotalEnergies y es impulsado por el propio IAPG, una institución técnica sin fines de lucro con más de 60 años de trayectoria en Tierra del Fuego.
Halperin fue entrevistado por ‘La mañana de la Tecno’ que se emite por Radio Universidad, 93.5 MHZ donde destacó que el uso de gas natural podría ser una alternativa en la transición energética.
“El IAPG es el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas, una institución que en realidad es una asociación civil sin fines de lucro, pero que tiene de socia a prácticamente todas las empresas del sector de hidrocarburos, son más de 100, unas 160 empresas, de todas las etapas, esto es una industria que tiene distintas etapas muy definidas, una es el upstream que es, digamos, traer el hidrocarburo desde el subsuelo a la superficie, después está el midstream que es transportarlo, el downstream que incluye la refinación, la distribución, ya sea de las naftas y gas, la distribución también, así que todas esas empresas que se encargan de esas cosas, toda una constelación de empresas de servicios también forman los socios del IAPG”.
Agregó “es una institución que es netamente técnica, se dedica a hacer trabajos técnicos y hay más de 30 comisiones técnicas donde las empresas mandan a sus representantes, se hacen las prácticas recomendadas y demás, también los grandes eventos de la industria como la AOG de Buenos Aires y la AOG de la Patagonia, donde se hace cada dos años cada una, congresos de geología, etcétera. Es una institución bien técnica y tiene 7 seccionales en todo el país y una de esas seccionales está en Río Grande, justamente es una institución que tiene más de 60 años de historia”.
“En el planeta el 80 por ciento de la energía es fósil”
El Licenciado Halperin observó que “el problema es que el 80% de la energía que consumimos los seres humanos, en este momento, son combustibles fósiles. ¿Qué quiere decir esto? Que son combustibles que necesitamos quemarlos para que liberen su energía. Con esa energía movemos el transporte, movemos la industria, prendemos la luz porque generamos gran parte de la electricidad, como combustibles fósiles me refiero al carbón mineral, al petróleo y al gas natural. El problema es que ese 80% de la energía, cuando la quemamos, produce gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono. Lo que estamos viendo es que este exceso o esta enorme cantidad de dióxido de carbono que hay hoy en la atmósfera, una parte importante del cual proviene de la actividad de los humanos, está acentuando el cambio climático y el calentamiento global. Este es el gran problema que tenemos”.
El mismo Halperin se preguntó: “¿Por qué es el gran problema que tenemos? Porque es muy difícil hoy transformar o convertir o reemplazar ese 80% de combustibles fósiles, entre los cuales están el gas y el petróleo, por otro tipo de energías. Hay energías más ‘limpias’, pero también tienen su huella de carbono. Pensamos en el sol, pensamos en el viento, pero todavía no tienen ni cercanamente la escala para reemplazar a los combustibles fósiles, lamentablemente; porque quién no quisiera poder generar energía impactando lo menos posible en la naturaleza. Entonces hoy tenemos que esas energías renovables, básicamente sol y viento, constituyen el 2% más o menos de la matriz energética global y va a ser muy difícil, imposible en el corto plazo, muy difícil en el mediano, y vamos a ver en el largo si se produce un reemplazo masivo de los combustibles fósiles con esas energías, por lo menos en el estado tecnológico actual”.
El especialista dijo que “habría que imaginarse que cada año la humanidad consume más y más energía, o sea, no solamente reemplazar, sino también abastecer ese crecimiento de la demanda de energía. En el caso del gas y el petróleo, estamos hablando de la mitad de la energía mundial, básicamente el petróleo se usa para el transporte, el transporte todavía se mueve a petróleo, y básicamente el gas se usa para generar electricidad, hay que tener en cuenta que gran parte de la electricidad, por ejemplo en Argentina, el 65% de la electricidad se genera quemando gas y por supuesto otras aplicaciones de calor, como calefacción, calderas industriales, etc., que van con gas, todavía entonces la mitad de la energía mundial es el gas y el petróleo. Y nosotros tenemos que sacarnos encima primero, en términos ambientales, al carbón mineral”.
En este punto reveló que “nosotros en Argentina no usamos carbón mineral, hay un pequeño yacimiento en Río Turbio, que tiene una escala muy pequeñita, pero a nivel mundial el carbón mineral representa entre un tercio y un cuarto de la energía mundial, y estamos hablando de una fuente muy barata, muy calórica, muy eficiente, pero también tremendamente contaminante”, contrastó.
La alternativa en el horizonte es el gas natural
El entrevistado confió que “nuestra visión desde la industria es que generamos el único combustible que hoy tiene escala para reemplazar al carbón en el mediano plazo, que es el gas natural, que emite también gases de efecto invernadero, pero infinitamente menos, ¿por qué digo esto? Porque nosotros en el tema de las emisiones no lo vamos a poder resolver de acá a mañana, ni de acá a 10 años, ni de acá a 20 años. Entonces tenemos que aprender a gestionarlo para que ese cambio climático, ese calentamiento global, para que podamos mitigarlo, podamos disminuirlo el máximo posible”.
En ese sentido admitió que “no lo podemos cortar de hoy para mañana, mientras avanzan las tecnologías, nuestra idea es quememos gas en lugar de quemar carbón, porque vamos a bajar muchísimo las emisiones. La visión un poco de nosotros es que Argentina, con sus grandes recursos gasíferos, por ejemplo tiene una oportunidad ahí, porque la industria de los hidrocarburos genera muchísimo desarrollo allí donde opera”.
Recordó que “un trabajo del Ministerio de Producción hace un par de años mostraba que el gas es el que más empleo indirecto genera por cada puesto de empleo directo. Es un gran traccionador de bienes, de servicios. Entonces, teniendo ese recurso de gas, debemos producirlo; nosotros necesitamos desarrollarnos y mientras tanto estamos produciendo un recurso que podría ayudar a reemplazar al carbón, que es lo primero que tenemos que tratar de reemplazar en esa transición energética”, propuso.
Observó también que “cada país tiene su propia transición; Argentina emite menos del 1% de los gases de efecto invernadero. Nosotros, si apagamos a la Argentina, el cambio climático ni se entera. Eso no quiere decir que no tengamos que ser responsables en términos ambientales, pero al mismo tiempo eso también implica que nosotros no tenemos la misma responsabilidad que tienen los 12 países que emiten más del 70% de los gases. Estamos hablando de Estados Unidos, Rusia, Alemania, Gran Bretaña, Japón, China; los grandes monstruos industriales. Entonces, cada país tendrá su propia agenda de transición energética. Hay un país que es más urgente, que reduzca sus emisiones, otros países como nosotros, bueno, tenemos esa ventaja que ya -per sé-, emitimos muy poco, no nos podemos poner al mismo nivel que Alemania en cuanto a responsabilidad de emisiones o de China. Así que un poco esa es la visión, cada país con su propia transición”.
La lección de Alemania
El Licenciado Fernando Halperin fue consultado sobre la decisión del país germano de abandonar la energía nuclear por las energías verdes. “Ese es el gran problema cuando todos queremos ser verdes y todos queremos defender el medio ambiente. ¿Quién podría estar en contra de cuidar el medio ambiente? Nadie. Pero cuando ese tema que es tan complejo lo tomamos de una manera simplista, decimos renovables contra no renovables, y no es realmente así. Alemania, cuando fue el accidente de Fukushima Daiichi, la central nuclear de Japón que se accidentó a partir del tsunami (2011), Alemania decidió cerrar sus centrales nucleares, es lo que pedía la población del país teutón. Alemania las fue cerrando, creo que están a punto de cerrarse las últimas, pero, digamos, con la idea de reemplazarlas básicamente por renovables. Alemania tiene de todo en lo que sean energías renovables, pero lógicamente no alcanzó, y el país germano tuvo que volver a echar mano de sus yacimientos de carbón, porque Alemania tiene grandes yacimientos de carbón. Y entonces cambiaron una fuente limpia como la energía nuclear, que produce un residuo, pero es muy pequeño y muy cuidado, digamos, no produce gases de efecto invernadero, cambiaron esa fuente moderna, eficiente, etc., por carbón, que es la fuente energética del siglo XVIII de la Revolución Industrial y las emisiones le cuesta mucho a Alemania”.
Por otra parte, “con ese deseo de posicionarse como país verde, bueno, muy bien, no producen gas, pero por supuesto lo usan, se lo compraban a Rusia. A partir de la guerra de Ucrania con Rusia -fue una cuestión geopolítica- no le compran más gas a Rusia, se encarece todo cuando la energía encarece, entonces disminuye su competitividad, son temas tremendamente complejos los que tienen que ver con la energía, como para que estemos en una pelea de esto contra lo otro, porque después te pagan las consecuencias”,
Halperin destacó el acompañamiento de TotalEnergies y sus socios Wintershall DEA y Panamerican Energy en el evento de este martes. “Ellos también son parte del desarrollo energético, teniendo en cuenta este emprendimiento del Consorcio Cuenca Marina Austral. TotalEnergies, conocida en Tierra del Fuego como Total Austral, opera desde hace ya muchos años y producen prácticamente el 20% del gas que se consume en toda la Argentina. Estamos hablando de un país gasífero como la Argentina, el gas es nuestro recurso más importante energético, y el 20% de todo ese gas proviene de los yacimientos que están en el mar frente a Río Grande. Así que hay que imagarse la importancia que tiene para nuestro país los yacimientos de gas de Río Grande”.
Valoró que el proyecto Fénix va a proveer una importante porción de gas a toda la Argentina y generará enormes recursos laborales, industriales y culturales. “Naturalmente, los yacimientos van declinando, el gas es un recurso finito, y el Proyecto Fénix viene a tomarse a todo ese emprendimiento para recuperar y mantener los niveles de producción. En algún momento, creo que en 2016, fue de Pléyade y ahora estamos con el Proyecto Fénix. Pero después hay todo un gran proyecto de búsqueda de hidrocarburos en aguas profundas, piensen que lo que hay, Fénix y lo que hay frente a Tierra al Fuego, son pozos relativamente someros. La tierra tiene 40, 50, 60 metros de profundidad. Bueno, en estos días vamos a empezar a buscar hidrocarburos, especialmente petróleo, en aguas muy profundas. Este primer pozo exploratorio, a la altura de la provincia de Buenos Aires, se va a hacer donde el mar tiene 1.500 metros de profundidad. Es otro tipo de tecnología, digamos. Pero es una oportunidad importantísima para la Argentina si llegamos a encontrar ahí hidrocarburos”, cerró el Licenciado Fernando Halperin.
Post your comments